Veröffentlicht am 2013-07-22 In Franziskus - Initiativen und Gesten

Nie habe ich mich so sehr als Kirche gefühlt wie im solidarischen Bündnis

mda. “Die erste Enzyklika von Franziskus” – so nennen manche Journalisten den Besuch von Papst Franziskus auf Lampedusa am 8. Juli 2013. Ein Besuch voller Worte und Gesten, ebenso einfach wie deutlich und prophetisch. „Ich glaube, ich habe mich nie so sehr als Kirche gefühlt wie im solidarischen Bündnis“, sagt María Paz Leiva aus Madrid.

 

Aber ich möchte, dass eine dritte Frage gestellt wird:

„Wer hat über das alles und über Dinge wie diese geweint?“,

über den Tod von unseren Brüdern und Schwestern?

Wer hat über die Menschen geweint, die in den Booten waren?

Über die jungen Mütter, die ihre Kinder trugen?

Über die Männer, die etwas zum Unterhalt ihrer Familien suchten?

Wir leben in einer Gesellschaft, die die Erfahrung des Weinens vergessen hat, des „Mit-Leidens“: Die Globalisierung der Gleichgültigkeit!

Vollständiger Text

Franziskus  öffnet auf Lampedusa mit seinen Worten und Gesten tiefere Dimensionen des solidarischen Bündnisses, das irgendwie schon immer und seit gut einem Jahr in besonderer Weise mehr als eine Nachrichtenkategorie von schoenstatt.org ist – sei es in Solidarität  mit von Überschwemmungen verwüsteten Wallfahrtsstätten wie Lourdes, mit Ländern und Völkern, die von Erdbeben heimgesucht wurden, mit Menschen aus der Schönstattfamilie, die von Krankheit, Leid und Unrecht getroffen sind, sei es mit den Ärmsten der Armen, mit Flüchtlingen, Obdachlosen, Straßenkindern … Lampedusa zeigt eine tiefere Dimension: solidarisches Bündnis ist Gebet, sind Spenden, ist konkrete Hilfe wie das Bauen (oder Finanzieren) von einfachen Häusern für Familien in Paraguay, die unter Plastikplanen hausen oder ist die Begegnung mit Obdachlosen wie im Projekt Encuentro in Madrid. Und es ist in all dem noch mehr: Es ist das, was Franziskus am 8. Juli auf Lampedusa betont hat und das wohl die Seele des solidarischen Bündnisses ausmacht – sich berühren, sich bewegen lassen vom Leid der anderen, es sich zu eigen und so solidarisch machen.

Reales Leben – in Verbundenheit mit dem Besuch von Franziskus auf Lampedusa

Fue noticia en los diarios del mundo: después de escuchar las palabras de Francisco a seminaristas y novicios el 6 de julio, donde habló de sentirse mal al ver a sacerdotes con los smartphones más nuevos y autos más lujosos, un sacerdote en Colombia vendió su Mercedes de lujo.

El 18 de julio en la ciudad italiana de Módena, en la iglesia de la Pomposa, se celebró una vigilia de oración por las víctimas de la emigración. La vigilia fue organizada por la diócesis de Módena-Nonantola, “en comunión con la visita del Papa Francisco a Lampedusa”. Durante esa visita a esa isla, el Santo Padre había dicho: “Pedimos perdón por la indiferencia hacia tantos hermanos y hermanas, te pedimos, Padre, perdón por quien se ha acomodado y se ha cerrado en su propio bienestar que anestesia el corazón, te pedimos perdón por aquellos que con sus decisiones a nivel mundial han creado situaciones que llevan a estos dramas”.

“Acogiendo el espíritu de perdón y de compasión del Papa Francisco -dice un comunicado de la diócesis- invitamos a todos los ciudadanos, modeneses e inmigrantes, a rezar por las víctimas de las travesías de la esperanza en el mar Mediterráneo y en las otras vías que recorren tantas personas que huyen de la guerra, de las persecuciones, de las discriminaciones y de las catástrofes del medio ambiente”. Un paso sencillo, pero un paso enorme. Es la fuerza de la acción – no solo del entusiasmo – que se plasma en palabras y gestos. Surge algo concreto, algo real, algo visible, palpable. Se repite el misterio de Nazaret. Es el Espíritu Santo.

Concretizando la alianza de amor

Con su prédica en Lampedusa, Francisco está “abriendo nuestros pequeños horizontes y concretizando la Alianza de Amor”, comentaba Tita Andras.

“Es realmente un mensaje que provoca y que conmueve. Lamentablemente, la situación de inmigrantes muriendo, ocurre día a día en las fronteras de México y Estados Unidos y justo por las mismas razones”, dice Celina Garza, de San Antonio, Texas. “Seres humanos buscando una vida mejor para sí mismos y sus familias. La oración del Santo Padre pidiendo perdón debe ser la nuestra también…”. Marilyn Pfeiffer de Paradise, Texas, complementa: “¿Cómo podemos ayudar? Siento la miseria de los inmigrantes mexicanos en nuestro país, los muchos que trabajan tan duro y para ganar tan, tan poco…”.

“Nos hace ver la realidad que estamos viviendo y que debemos superar centrados en la alianza solidaria”, dice Agda Grupe, de Argentina.

No va más el “no te metas”

“Realmente me llegó al corazón”, escribe Rosita Ciola, misionera de la Campaña de la Virgen Peregrina en Argentina. “Siento que es un llamado a todos los hombres del mundo: no va más el „no te metas“ ¡¡¡Hay que involucrarse!!! Hay que salir de nuestros cascarones y mirar un poco más lo que pasa a nuestro alrededor. Hay que sentirse responsable de cada hermano que sufre atropellos, que es sometido a abusos, a injusticias. No importa si lo que podemos hacer es pequeño o grande, lo importante es hacerlo; sólo así estaremos trabajando por un mundo nuevo, un mundo fraterno, esto es lo que nos pide nuestro Papa, tenemos que ser artífices del mundo que queremos vivir y del mundo que le dejaremos a nuestros hijos y a nuestros nietos. Acompañemos al Papa Francisco con nuestras oraciones y también con nuestros actos porque la misión que Dios le ha confiado es demasiado grande. Claro que voy a ser transmisora de este mensaje, siento la necesidad de hacerlo y también un enorme compromiso moral…”. Fue en estos días que Rosita Ciola se ha hecho “promotora” de la iniciativa de financiar casas sencillas para familias que viven en la calle en Paraguay…

Don Joao Pozzobon decía en 1965, al finalizar el Concilio Vaticano II estas palabras que hoy resuenan muy actuales:
„Agradezco a Dios por el hecho de existir en este tiempo de grandes acontecimientos de la Santa Iglesia. Si el Santo Padre y los Obispos han tenido el coraje de mover el mundo entero, ¿yo voy a quedarme aquí parado? ¡NO! Así veo mi tarea. A través de la Madre y Reina, Dios ha querido que yo me encuentre con el pueblo humilde, dándole también una oportunidad y abriendo caminos a nuestros sacerdotes.“

Cultura de alianza

El autor del libro “El santo social”, Dr. Carlos Eduardo Ferré de la Federación de Familias en Argentina, dice: “Creo que el significado que tiene que el primer viaje del Papa haya sido para solidarizarse con los que sufren, no sólo por tener que emigrar de sus países sino por ser rechazados por los países hacia los que se dirigen, es un cuestionamiento que no sólo nos atañe a nosotros sino a la Comunidad Internacional.

En lo que a nosotros concierne coincido también que tiene todo que ver con nuestra propuesta de una cultura de la alianza. Es un desafío para los miembros de nuestro Movimiento que en general ocupamos un lugar en la sociedad desde donde se puede intentar cambiar esta realidad no sólo con paliativos sino con una acción profética de la misma magnitud que cuando defendemos la vida por nacer. Hacernos cargo de esta realidad también es defender la vida y puede ser que cuando nos encontremos al lado de otros hombres y mujeres de buena voluntad que compartan la causa de estos refugiados sociales y políticos, nos comprendan más en nuestros desvelos por la vida no nacida”.

Cuando Francisco habla de la globalización de la indiferencia, vamos con y por él, a la globalización de la alianza solidaria…

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