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Publicado el 2021-04-06 In José Kentenich

Una oportunidad única

Gonzalo Urcelay, Chile •

Algunos comentarios en relación a la columna “Una reflexión sobre los antecedentes relativos a la integridad moral y concepto de autoridad espiritual del fundador de Schoenstatt”. —

La publicación de Alexandra von Teuffenbach recientemente disponible en español sobre graves abusos cometidos por el fundador de Schoenstatt, José Kentenich, en perjuicio de algunas hermanas de María, cuestionan la integridad moral y la autoridad espiritual del fundador. Por este motivo el obispo de Tréveris habría convocado a un grupo de expertos externos al proceso de canonización, para analizar dichas acusaciones.

A nosotros schoenstattianos nos ofrece una oportunidad única para entender un capítulo, que para la gran mayoría, aparece como poco claro en la historia de Schoenstatt: el de la relación entre el padre Kentenich y las hermanas de María, además del período que transcurre entre los años 1948 y 1953, incluyendo las sucesivas visitaciones apostólicas, las causas del exilio, el largo período en Milwaukee, y el posterior regreso a Schoenstatt. Es también una oportunidad para aclarar, dejando de lado interpretaciones épicas, lo que conocemos como el tercer hito en la historia de Schoenstatt. Es el tiempo de historiadores rigurosos que, con método científico, examinen los miles de cartas, documentos, y testimonios relativos a este período.

La intención de la publicación de los documentos

Lo aportado por Alexandra von Teuffenbach hasta ahora, son cartas sospechosas e incriminadoras, documentos elegidos por la autora para demostrar que el padre Kentenich no sería idóneo para un proceso de canonización. No contribuyen a favor del padre Kentenich el ambiente actual de desconfianza y de conclusión inmediata generada en las redes sociales, ni el largo y negro período de nuestra Iglesia, profusa en abusos, y encubrimientos de parte de autoridades. El ocultismo y la falta de transparencia de parte de miembros de nuestra Iglesia crea una atmósfera adversa y de sospechas; en este ambiente ocurre la acusación hacia la persona del padre Kentenich.

La conclusión de Pedro Pablo Rosso desde la lectura de los documentos

En su artículo publicado el 26/03/2021, Pedro Pablo Rosso analiza el libro de Alexandra von Teuffenbach “El padre puede hacerlo”, donde la autora resume testimonios de algunas hermanas en contra del fundador. Pedro se pregunta si los abusos descritos al menos constituirían notables faltas a la caridad. Cuestiona además el principio de autoridad del padre Kentenich, dado su liderazgo descrito como avasallador, controlador, y de poder absoluto. Se pregunta finalmente si su actuar revelaría un eventual trauma psicológico, asociado a una personalidad arrogante con matices narcisistas, e incluso de misoginia. Finalmente hace un llamado a que Schoenstatt asuma los lamentables hechos aportados y a que se admita que las causas del destierro habrían sido los errores, excesos, y debilidades del padre Kentenich. Nos llama a desmitificar su figura y a emprender una etapa de reflexión crítica y a una renovación de la Familia de Schoenstatt.

Que se haga justicia en la verdad y la caridad

Si bien comparto con Pedro la necesidad de que la Familia de Schoenstatt mire el futuro de manera renovada para asumir su rol de evangelización, esta renovación tiene que partir desde la verdad. Necesitamos escuchar y analizar todas las versiones, y hasta ahora sólo hemos escuchado una. Antes de apurar conclusiones, debemos preguntarnos si las publicaciones seleccionadas de algunas cartas constituyen el método adecuado y la prueba suficiente para incriminar al fundador. Como un fiscal acusador que elige sus mejores pruebas y deja de lado otras (como los múltiples testimonios de muchas hermanas de María que atestiguan la inobjetabilidad en los métodos y la persona del padre Kentenich), y probablemente sin conocer a cabalidad la historia de Schoenstatt, y en particular la relación del fundador con las hermanas de María, se dibuja un fundador manipulador, autoritario, y abusivo. Qué lejos a la imagen recibida por tantos testimonios de personas y comunidades, además de múltiples charlas y textos propios, y de tantas personas consagradas y no consagradas, en lo que más se destaca del fundador es su ejemplar coherencia de vida y la de ser un reflejo de la imagen del Buen Pastor. El padre Kentenich ha contribuido a cambiar la vida de muchos no sólo por su Obra, también por su ejemplo de vida e identificación con la persona de Jesucristo.

Necesitamos que se haga justicia en la verdad y la caridad, para no poner en riesgo la integridad y la dignidad de muchas personas, incluida la del padre Kentenich. Caminar en la verdad es la única manera que Schoenstatt, como obra de Dios, pueda emprender su rol de evangelización, como parte de una Iglesia más profética y esperanzadora, no a pesar de nuestro fundador, sino que con toda su persona.


Gonzalo Urcelay es médico, cardiólogo pediatra, y pertenece a la Federación de Familias de Schoenstatt en Chile

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6 Responses

  1. Patricio Young Moreau dice:

    Estimado Gonzalo, muchas gracias por tu reflexión. Es bueno que hayan distintas miradas frente a una realidad. Eso nos enriquece y nos saca de la monovisíon muy propia de nuestro Schoenstatt.

    En tu escrito señalas que Pedro Pablo asume una sola versión; la de la Dra. von Teuffenbach.
    1.-En honor a la verdad ella transcribe las vivencias de las hermanas Georgia (Georgina) Wagner, Gregoria,, Mariosa Boy, Elisabeth Thorbecke, Rosa Thorbecke, Agnes Möhler, Adela Elisabeth Eidt, Christa Nekes, Maria Wolter, Agnes Thröner y Elisabeth Semmelmann. Lo que ella solo hace es reunir la información de varias víctimas. Ahora, vale la pena agregar que la hermana Ana en otros documentos reconoce que increíblemente se destruyeron los testimonios de más de 20 hermanas. Lamentablemente esos testimonios ya no están. Por lo tanto la reflexión que hace Pedro Pablo no es sobre la opinión de una persona, sino el testimonio de 10 personas que coinciden en muchas de sus afirmaciones por lo que le da un carácter de verosimilitud .
    2..- Ahora, Pedro Pablo parte con la información de Treveris y la nueva comisión que se estableció, la que de alguna manera parece darle credibilidad, a estos testimonios de lo contrario no se habrían cambiado historiadores por psicólogos, psiquiatras e incluso la conforma el principal responsable de la Conferencia Episcopal Alemana en temas de abuso.
    3.- La Experiencia de los abusos de nuestra Iglesia Chilena de un calibre tal que por primera vez un Papa interviene directamente en un país de la manera como lo hizo y con la renuncia de todo el episcopado, nos enseñó claramente que hay que escuchar a las víctimas. Las mismas que fueron cuestionadas, vilipendiadas y tratadas indignamente por obispos y cardenales, fueron recibidas por él en el Vaticano y las acogió y escuchó paternalmente. El nos mostró el camino. Nuestro deber es primero escuchar y valorar sus testimonios, porque la reparación, aún cuando estén en la casa del padre, es el primero y más importante paso que debemos dar. Vale decir, reparación que tampoco hemos asumido en los casos de abusos de nuestros padres en Chile. Si miramos el caso Karadima existieron muchas voces que apelaban a la unilateralidad de la visión de las víctimas. A que el ex padre Karadima entregaba un tremendo aporte a la Iglesia. Fue defendido ferreamente por muchos obispos. Sabemos el resultado final. La experiencia Chilena, con todo lo dolorosa que ha sido, nos tiene mucho que enseñar en la manera de abordar estos problemas y no podemos repetir un camino ya erroneamente transitado. Por ello valoro profundamente el trabajo de Pedro Pablo porque se pone en el lugar de las víctimas.

  2. Margarida Santos Jorge dice:

    Conheces aquela terra, preparada para o combate,
    acostumada à vitória em todas as batalhas:
    onde Deus se desposa com os fracos
    e os escolhe como instrumentos;
    onde todos confiam heroicamente n’Ele,
    não se fiando nas próprias forças;
    e estão dispostos a entregar por amor,
    com júbilo, o sangue e a vida?
    Eu conheço essa terra maravilhosa;
    é o prado do sol, nos esplendores do Tabor,
    onde Nossa Senhora Três Vezes Admirável
    reina no meio dos seus filhos predilectos
    e retribui fielmente todos os dons de amor
    manifestando a sua glória
    e uma fecundidade ilimitada:
    É a minha pátria, a minha terra de Schoenstatt.

    Deixemos o Bispo e Juiz do Tribunal Eclesiástico de Tréveris fazer o seu trabalho! Não nos compete a nós, o povo, condenar e julgar.

    • Discrepo: Los laicos (con la debida formación espiritual y racional) tenemos el deber moral y evangélico por justicia y caridad de expresarnos sobre nuestra Iglesia para buscar salidas dialogadas, fraternas, científicas y que sean respetuosas de la Verdad y de la dignidad de las personas, en especial las más vulneradas en sus derechos fundamentales. Lo que sabemos en en muchos casos no ha sido así: sea por acción u omisión no sólo de consagradas/os sino de fieles laicos que por callarse ha sido o son hoy cómplices de brutalidades.

      Sino es caer en lo que el mismo Santo Padre Francisco ha criticado: un clericalismo que nos infantiliza y somete y que nos aleja de la Libertad del Evangelio de Jesucristo.

    • Estimada Sra Margarida
      Favor de escribir aqui en español o comentar en portugues en la version portuguesa del mismo articulo.

    • Verónica Vergara dice:

      Totalmente de acuerdo con lo expuesto. Que bueno es es u Gad todas las versiones Sobre todo considerar que todo esto no estaba escndido. Estaba en el Vaticano y fue estudiado. Muchas Gracias por esto. A Gonzalo Urcelay.
      Atte Verónica Vergara

  3. Juan Zaforas dice:

    Gracias Gonzalo por tu reflexión. No puedo estar más de acuerdo contigo en tu conclusión. Necesitamos la verdad para poder seguir adelante. No puedo estar de acuerdo contigo en que sólo hay una versión, la de la Sra. von Teuffenbach. Hay otra versión que se nos ha venido contando desde siempre y en la que ya se ha evidenciado que no era toda la verdad, incluso se ha insinuado que no estábamos preparados para saber más.
    Evidentemente cada uno es libre desde sus convicciones y análisis de posicionarse donde quiera y todas muy respetables.
    La desconfianza generada no sólo viene de las revelaciones de von Teuffenbach, sino de más cosas que cuesta reconocer.
    Por tanto urjamos a quien corresponda a qué los expertos nos den luz a todos cuanto antes y mientras esto ocurre, respetemos todas las opiniones y no demonícenos a nadie por lo que en conciencia piensa y opina.

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