«Santos» de la vida diaria

Jovenes rezando en la tumba de los heroes

«La familia de Schoenstatt no es una facultad teológica, ni sociológica. Es la patria de nuevos cristianos, hermanos de aquellos primeros benedictinos que crearon un estilo de humanidad como una forma de estar en el mundo. En este lugar que pisamos, están las raíces fraternas y ecológicas que iniciaron un nuevo árbol eclesial. Lo constituye una red de «minorías abrahámicas» que peregrinan ya por los cinco continentes. Esas personalidades fueron educadas por María, desde nuestros Santuarios. Tienen nombre y herencia: José Engling, Gertrud von Boullion, la Hermana María Emilie, el beato Carlos Leisner, el P. Franz Reinisch, Mons. Heinrich Tenhumberg, el P. Augusto Ziegler, Mario Hiriart, João Pozzobon, Sebastián Bitangwanimana…

Quisiera sugerir un «proyecto santidad». Éste apunta a nutrir nuestra confianza esperanzada. Ella crecerá si detenemos la mirada en los frutos de santidad, ya surgidos desde el Santuario, en la escuela del Fundador. Así, nos podremos dejar encender con el fuego santo de los Congregantes Héroes, y de tantos otros que nos preceden en el cielo. Puede ser que la Providencia tenga, con el Fundador, un plan singular. Él es un padre, y en el terreno de la santidad, los padres son fecundos por la capacidad de suscitar santidad, de tener hijos santos. Tal vez, de por medio, hay una estrategia del cielo. Tal vez, la Providencia quiera que numerosos hijos del P. Kentenich lo acompañen, o le preparen el camino del reconocimiento oficial de la Iglesia. En todo caso, aspiramos a una familia de santos.»

P. J. Alliende, Schoenstatt-Vallendar, 18.10.2009

Hay personas que a lo largo de la historia del Movimiento hanvivido la Alianza de Amorde maneraexcepcional. Muchas deellas son reconocidas y altamente valoradas tantopor los schoenstattianos comopor gente que noestá ligada al Movimiento,simplemente porquesu accionar ha sidoun claro reflejo del amor de Dios.

Algunos de ellos están en proceso de canonización: sus vidas muestran, de manera incontrastable, el obrar de la Madre Tres Veces Admirable en sus corazones por medio de la Alianza de Amor.

Sin embargo esta sección de la página está dedicada a todas aquellas personas que, a pesar de que no se encuentran en proceso de canonización, vivieron la Alianza de Amor y manifestaron el amor de Dios de forma tal que se vuelven modelos actuales y ejemplos latentespara todos nosotros.

Desde los primeros congregantes y las cruces negras – como Hans Wormer y Max Brunner – hasta los héroes más modernos – como el Padre Esteban Uriburu, Sebastián Bitangwanimana o Flora Anselmo – todas estas vidas sirven para ver las distintas formas en las que el amor de María y su Hijo se manifiestan en los que viven la Alianza de Amor.

«Con gran alegría y gratitud nos renovamos en la conciencia de que la esencia del ser de nuestra Familia es la Alianza de Amor con María. Este acto de fe silencioso del Padre Kentenich y un pequeño grupo de congregantes – el acontecimiento fundacional del 18 de octubre de 1914 en el Santuario original – sigue vivo en nosotros con todo su frescor original. Nos admiramos al constatar que en todas partes del mundo lo que mueve e inspira nuestras acciones, la fuente de nuestra fecundidad y la forma concreta de vivir nuestro seguimiento de Cristo es la profunda fe en la realidad de la Alianza de Amor con María. Esto es lo que queremos celebrar en el jubileo de 2014. –Mensaje 2014

Lo muestra un número creciente de testigos de la Alianza de Amor en la diversidad de sus carismas y misiones.

Francisco Grondona/hma – corr