Misiones familiares

misiones familiares, ArgentinaCuando tantas parejas y familias están en crisis, Dios impulsa a matrimonios a hacer del amor esponsal, un amor misionero, que se proyecta fuera de la propia familia.  Cuando el Padre Kentenich afirma que «por un nuevo orden social vivimos, luchamos y morimos«, no está diciendo una frase retórica, sino que señala algo esencial a su misión de padre y profeta y, por eso, a la misión de la Familia.

Una experiencia excepcional, desde Schoenstatt, la constituyen las «Misiones familiares». Éstas nacieron en Santiago de Chile por impulso del P. Hernán Alessandri en el ámbito de la Parroquia Nuestra Señora de los Dolores. Las denominó «Misiones familiares católicas», con la idea de que fueran abiertas a todo grupo de Iglesia que las quisiera asumir.

La familia se hace misionera

Misiones familiares, BrasilEn Paraguay primero y luego en Argentina se han extendido con un acento más schoenstattiano. ¿Cómo funcionan? Se determina un lugar de misión, generalmente un pueblo no muy grande y necesitado. Se coordina con el párroco y se definen las fechas de la misión y lo que se necesitará en infraestructura. El grupo misionero está constituido por familias, entre 8 y 10 matrimonios con sus hijos y amigos de sus hijos. Esto supone en la práctica entre 70 y 90 personas. ¿Dónde radica lo particular de la experiencia?, en que la familia se hace misionera. Padres e hijos trabajan juntos al servicio del Evangelio y de sus hermanos más necesitados.

La Peregrina se queda

Cuando me refiero a un «acento más schoenstattiano» es porque los misioneros quieren «dejar a alguien» en el lugar. Alguien que no sea un recuerdo, sino un programa de crecimiento espiritual. Por eso «queda en el pueblo la imagen de la Virgen peregrina». Una vez que los misioneros se van, es María la que sigue misionando y visitando las familias. El que se quede la Virgen, supone que los misioneros no se desentienden del lugar, sino que regresa cada tanto algún matrimonio con sus hijos para alentar y ayudar todo lo que María realiza.

La familia toda la que se hace instrumento en las manos de María

Envío misionero, ArgentinaNaturalmente, el impacto de estas misiones es doble: en las familias que misionan y en el pueblo. Padres e hijos se conocen a un nivel nunca experimentado: el de evangelizadores, el de servidores de sus hermanos. Esto hace nacer muchas fuerzas ocultas en el matrimonio, en los hijos y en toda la familia. Se trata de una verdadera experiencia «pneumática», la fuerza y el poder de amor del Espíritu actuando en y desde la alianza de amor matrimonial y el amor familiar.

Para los lugares misionados también es un impacto, se trata de una experiencia inédita: familia misioneras. Para muchos hogares debilitados, con problemas diversos, ver a padres e hijos trabajar juntos en un servicio de amor, les significa una renovación y una esperanza.

Se trata de la realización del imperativo que el Padre Fundador daba a la Familia en la Segunda Acta de Fundación: «Cuidar con gran dedicación la conciencia de misión divina y la conciencia de instrumento.» ¡La conciencia de instrumento! En las Misiones familiares, es la familia toda la que se hace instrumento en las manos de María.

Misiones familiares se realizan en Chile, Argentina, Paraguay, Brasil, Ecuador, Portugal, España.

P. Alberto Eronti, Lilita y Carlos Ricciardi

Grupo misionero, Brasil

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Carlos y Lilita Ricciardi, La Plata