ARGENTINA, Mónica Fiacchi •
Cuando las propuestas son claras, se comparten, se acuerdan, se abrazan, se logran los objetivos y se pone orden a la acción. Así ha ocurrido con el Cinerario, construido con el esfuerzo de muchos hermanos de Schoenstatt del Santuario Tierra de la Promesa en Rawson, Chubut, y de la Comunidad, dando lugar a un sitio santo, donde descansen las cenizas de aquellos que han partido a la Casa del Padre. —
El mismo fue bendecido por el Obispo de Rawson, Monseñor Roberto Álvarez, el 21 de abril, en medio de una emotiva ceremonia, ante una gran concurrencia, donde se depositaron las cenizas de Marta Jelicich, cuya familia, de comprometida participación en el Movimiento Apostólico de Schoenstatt en Rawson, anhelaba desde su deceso el momento en que este Cinerario, tan cercano al Santuario, las albergara.
El proyecto del Cinerario fue realizado por la Arquitecta Angélica Casino, que por razones personales no pudo estar presente en el acontecimiento, pero que envió unas sentidas palabras, compartiendo la emoción del momento.
Respuesta concreta a la Pastoral de la Iglesia
Bendición
Sus palabras, que a continuación se adjuntan, describen las características físicas del Cinerario, su ubicación y su importante simbolismo:
“Cuando en el año 2022 fui convocada por mis hermanos de Schoenstatt, a realizar el proyecto de un Cinerario en el predio del Santuario Tierra de la Promesa, la idea y propuesta me entusiasmó mucho, ya que proyectar un Cinerario era contribuir con mi granito de arena, como respuesta concreta a la Pastoral de la Iglesia, ante una situación cada vez más frecuente en nuestra sociedad: contar con un lugar para depositar las cenizas de un ser querido, en un espacio determinado.
El predio del Santuario está compuesto por distintos sectores espaciales y forestales que determinan todo el conjunto, dándole su identidad y destacando al Santuario como centro y corazón del lugar.
Dentro de la forestación existe un sendero de arbustos perennes llamados Casuarinas, que con tanto amor y dedicación plantó y cuidó nuestra querida Cristina Loustau. Sentí que al final de ese sendero era la ubicación perfecta del Cinerario. Ese sendero tiene hoy un destino.”
Un espacio de intimidad, recogimiento, memoria, de paz y oración
Después de la bendición
“La idea generadora del proyecto es a partir de la figura del círculo. Este representa la evolución como un proceso de transformación de la muerte al nacimiento, ya que el círculo no tiene principio ni fin expresando en este sentido la eternidad.
El cinerario abarca un espacio circular de 8 metros de diámetro limitado por canteros, solado y muro revestido en pórfido con un sector de banco, y en el centro de ese espacio circular se encuentra el cinerario propiamente dicho.
El muro en uno de sus extremos tiene calada la Cruz, pero inconclusa, para que cada uno que la observe, espiritualmente la complete. El espacio logrado, juntamente con la forestación existente, es un espacio de intimidad, recogimiento, memoria, de paz y oración, donde cada familiar pueda venerar y honrar a sus seres queridos cerca de Dios”.
Que Jesús, la Resurrección y la Vida, abrace en este paso a la Vida Eterna, a cuantos descansen en este lugar.
