CHILE, Rafael Mascayano M. •
Desde el año pasado, rondaba la idea de realizar “cursos de verano en la perspectiva de la dimensión social de la Alianza de Amor”, iniciativa del P. Juan Pablo Rovegno, desde la Dirección Nacional de Schoenstatt Chile, transformándose en el tiempo en jornadas denominadas “Campamentos Sociales”. —
Sin embargo, para este año y en una época en que para nosotros es vacaciones de verano, sí pudimos llevar a cabo un curso sobre Fratelli Tutti, tomando como línea central el “cómo esta encíclica nos cuestiona, interpela, demanda como schoenstattianos”, en un grupo heterogéneo de edad, de diferentes partes del país, incluyendo una participante de Paraguay y otra de Ecuador.
Comenzamos la tarea de entender el significado de “qué es una encíclica, las diferencias con otras cartas magisteriales, del por qué es una encíclica social, etc.”. Posteriormente trabajamos el cómo se escribió, las claves de lectura que nos permitiesen entender su lógica y estructura interna; la fundamentación que sostiene esta encíclica, a través de las citas de este documento. Finalmente, trabajamos gran parte de los capítulos, destacando la riqueza de cada uno de ellos.
El Papa Franciso firmando la enciclica «Fratelli tutti»
¿Cómo nos cuestiona como schoenstattianos?
Todos los análisis eran complementados por un profundo diálogo de los participantes que, a medida que avanzó el curso, se hizo mucho más rico y profundo. Como la línea principal era “¿cómo nos cuestionaba como schoenstattianos?”, estuvo siempre presente el pensamiento social del P. Kentenich y la realidad en la que estamos insertos.
Esta encíclica nos invita a un estilo de vida de fuerte compromiso con Jesús del día a día, en el encuentro claro y directo con nuestras hermanas y hermanos, especialmente con los más desfavorecidos. Clarificadora fue la riqueza del compartir experiencias concretas de este encuentro “entre” hermanos, colaborando en que las personas que están en situaciones de pobreza, no solo tengan algo de sustento, sino también puedan potenciar sus capacidades personales y educativas para superar esas condiciones de limitación a su dignidad.
Fue una hermosa experiencia de aprendizaje, de “vincularnos con las ideas”, que nos den criterios para nuestro accionar y, así ir nuevamente a la realidad cotidiana, para construir la nueva sociedad a que nos ha llamado el P. Kentenich a través de Schoenstatt.
Tomando en cuenta los comentarios de los participantes, en marzo pondremos a disposición un segundo curso sobre Fratelli Tutti.
