P. Enrique Grez, Chile •
Lacci (Lazos, 2021) es una película que trata sobre seres humanos comunes y corrientes. No es poco decir en estos tiempos, cuando las pantallas nos muestran sólo historias de superhéroes o narraciones de superación apenas creíbles. —
Esta película tributa a la tradición del realismo donde los protagonistas no son ni siquiera las personas, sino las relaciones que se establecen entre ellas. El nombre de la obra habla de aquello: lazos. Se trata de un sutil juego de palabras en italiano: lacci son los vínculos que unen a las personas. Pero lacci son también los cordones de los zapatos. Y el filme nos regala una escena entrañable cuando Aldo enseña a su hija a atarse los zapatos de un modo a la vez ridículo y tierno.
Esta es la historia de una familia y de sus heridas, de cómo se hizo trizas el amor, pero también de los contradictorios afectos que rebrotan en las cicatrices del pasado. La historia se cuenta una y otra vez durante una hora y cuarenta minutos que dura la película. Así vamos penetrando en el drama a través de los ojos de los padres, hijos y algunos testigos que se suceden a lo largo de unas cuantas décadas.
Fotograma de la película recogida en imdb.com
La pregunta si esos lazos valen la pena
No se trata de una película color de rosa. Ya muy al inicio de la película los lazos, los “románticos” vínculos personales, van a torcerse para transformarse en una fuente de inagotable dolor y hasta de locura. Como en tantas otras películas llegamos a preguntarnos si esos lazos valen la pena. Me temo que la respuesta sartriana (el infierno son los otros) sigue siendo tentadora y esta película, como casi todo el cine contemporáneo, se rinde quizás con demasiada facilidad en las lógicas del sinsentido. A pesar de esto el relato usa los matices y nos presenta los vínculos familiares como una realidad compleja en donde las simplificaciones no sirven de mucho cuando llega la hora de hablar de lo que nos une y nos separa. En estos lazos encontraremos también ingenuidad, complicidad y esperanza.
Los retratos
Los diálogos están muy bien, pero esta es una historia que se cuenta sobre todo a través de imágenes, de cuerpos que se mueven, de habitaciones repletas de libros, fotografías e instrumentos de cocina, de alfombras y persianas, de plantas y adoquines. Las ventanas de los departamentos nos muestran las callejuelas de Napoli y los parques de Roma, que se transforman en privadas escenografías de la vida familiar. Lacci tiene también sus ripios. El elenco es estupendo pero la transición de los personajes a través de los actores que los representan podría haber sido más cuidada. Algunas escenas parecen en exceso contrastantes con la línea argumental y exacerban el argumento de la venganza.
Lo mejor de la película son los retratos. No es sólo que los personajes estén bien construidos. Al resaltar los retratos me refiero sobre todo a cómo están filmados los rostros. El estilo comunica una notable calidez y respeto por las relaciones familiares. Cuando la cámara se detiene al costado de una de esas caras quisiéramos que se quedase ahí unos cuantos segundos más para admirar la vida que transcurre en aquella piel, para desentrañar toda la energía emotiva que habita en esos ojos.
Fuente: Wikipedia
Ficha Técnica
DIRECTOR: Daniele Luchetti
AÑO: 2020
TÍTULO: Lacci (Lazos, Ties)
PAÍS: Italia
ELENCO: Alba Rohrwacher, Luigi Lo Cascio, Laura Morante, Silvio Orlando, Giovanna Mezzogiorno, Adriano Giannini
GÉNERO: Drama familiar
GALARDONES: Apertura del 77º Edición del Festival de Venecia, Premio al Elenco
PLATAFORMAS: Cines, Prime
