Fernsehturm Stuttgart

Publicado el 2022-10-03 In José Kentenich

Otra mirada al Padre Kentenich: el arquitecto

P. Elmar Busse •

Si se utilizan los métodos de análisis de contenido cualitativo de la ciencia de la comunicación o la investigación de palabras clave (keywords) del marketing, analizando las publicaciones sobre el Padre José Kentenich, se encontrará a Kentenich con la barba blanca como la nieve como marca figurativa o logotipo, y en palabras clave como: «pronto a ser canonizado», «siempre», y desde 2020: «abuso». En la siguiente serie de artículos, nos gustaría echar una mirada diferente a Kentenich – ni la imagen de un San Nicolás con barba blanca, ni el candidato a la canonización, pero tampoco al sospechoso de abuso de poder o abuso espiritual. —

Estos textos fueron escritos hace aproximadamente unos 30 años atrás. La perseverancia de la Iglesia, cuyo respirar es muy lento, nos permite volver a poner en discusión estos textos con ligeras actualizaciones. Esperamos, más allá de las atribuciones habituales, hacer posible una mirada nueva y viva sobre la polifacética figura fundadora y despertar así la curiosidad por tratarla con mayor intensidad. ¡Creemos que vale la pena!

Un nuevo tipo – en la arquitectura

Cuando vamos de paseo por Alemania el fin de semana, en algún momento seguramente veremos una torre de telecomunicaciones en una cima: una delgada aguja de concreto con una «cabeza» que se asoma al cielo. Este nuevo tipo de torre fue inventado por el ingeniero civil de Stuttgart el profesor Fritz Leonhardt. En 1954 construyó para su ciudad natal la primera torre de telecomunicaciones, con un restaurante a gran altura, que termina en forma de una aguja delgada de hormigón con una «cabeza» en la punta. Entre tanto, este tipo de construcción ha sentado un precedente en todo el mundo. Solo en Alemania hay más de 275 torres de este tipo. No es de extrañar que no tengamos que conducir muy lejos para ver una.

Lo que quizás sepan solo estudiantes y expertos en la materia es que los seis volúmenes del profesor Leonhardt de “Cursos sobre construcción masiva” han sido traducidos a nueve idiomas. No sólo las torres son su especialidad, sino también los puentes. Ha construido más de 500 en los últimos 50 años. Y 34 patentes e innovaciones llevan su nombre. Quizás lo más conocido para nosotros es la audaz construcción del techo de carpa del Estadio Olímpico de Múnich.

Aunque este arquitecto le ha dado forma decisiva al paisaje diseñado por el hombre, muchos en Alemania no lo conocen.

Olympiastadion München

El gran desconocido – hasta 2020

Lo mismo sucede con el fundador del Schoenstatt, el padre José Kentenich, a pesar de los 20 millones de estampillas que se editaron para su centenario. Para ser precisos: sucedió, a pesar de los múltiples esfuerzos del Movimiento de Schoenstatt por darlo a conocer. Esto «se logró» de la noche a la mañana el 2 de julio de 2020 con la publicación de las acusaciones de ex miembros de la comunidad de las Hermanas de María por abusos por parte del fundador. Desconocido, conocido, unilateralmente conocido… Atrevámonos a mirarlo de otra manera.

Desarrolló un nuevo tipo de cristianismo en el panorama intelectual de Alemania y más allá. Los acentos que puso, los métodos que desarrolló, la forma de seguimiento a Cristo sentaron un precedente. Bajo sus manos creció una nueva espiritualidad. Un ingeniero debe conocer en sus edificios las leyes de la estática, la resistencia de los materiales utilizados, la influencia del viento, el calor, el frío y tenerlos en cuenta durante la construcción. Sobre esta base, puede volverse creativo e inventar algo nuevo, como lo hizo Fritz Leonhardt.

Quien desarrolla una nueva espiritualidad debe conocer las leyes sobrenaturales, la grandeza y los límites del ser humano, sus oportunidades de crecimiento, sus poderes intelectuales y espirituales, por un lado, y los puntos débiles, las tentaciones, las «leyes de la caída» de la naturaleza cargada por el pecado original, por otro; debe conocer y tener en cuenta la forma en que Dios trata a las personas, el estilo de trato con el hombre que es típico de Dios. En este contexto, también es útil el artículo del P. Jaime Vivancos, que arroja una luz particular sobre el Kentenich que aprende.

Realismo en los acentos de la vida de la iglesia

No existe un verdadero cristianismo sin aceptar la cruz, por un lado, y sin estar impregnado de la esperanza pascual, por otro. No hay verdadero cristianismo sin el mensaje alegre y esperanzador de que Dios nos amó primero y que Cristo resucitó de entre los muertos y nos regala a todos la vida eterna. Sin embargo, en el transcurso de la historia de la Iglesia ha sucedido una y otra vez que las verdades fundamentales han sido más o menos olvidadas, que insignificancias han sido demasiado enfatizadas, que ha habido unilateralidad en la proclamación. Retrospectivamente es más fácil observar las consecuencias desastrosas de algunas ideas una vez que se han apoderado e influido en los corazones y las mentes de las personas. De este modo, también es más fácil determinar a posteriori las causas de los daños estructurales en las construcciones.

Defectos de construcción como analogía

Dos ejemplos: cuando se derrumbó el puente de la autopista cerca de Kufstein (Austria), pronto quedó claro que la causa de este accidente era la velocidad de la corriente del río Inn, que estaba socavando los cimientos y esto no se tuvo suficientemente en cuenta. En 1954 se construyó en Berlín la sala de congresos diseñada por A. Stubbins, la “Auster”. Después de décadas, se derrumbó la audaz construcción del techo. Durante la investigación quedó claro que la construcción de acero no se había rellenado de hormigón con el cuidado suficiente, el acero se fue oxidando durante décadas, finalmente ya no pudo soportar la tensión y se agrietó.

Normandie alte Abtei in Jumieges

Antigua abadía en Jumieges, Normandía

“Ecclesia semper reformanda” – la iglesia siempre necesitada de reforma

Por otra parte, la historia de la Iglesia es también una historia de constantes innovaciones. La Iglesia, tantas veces declarada muerta, ha sabido renovarse y recobrar una nueva vitalidad. Personalidades fundadoras carismáticas desempeñaron un papel importante: San Benito, San Francisco, Santo Domingo, San Ignacio de Loyola, San Felipe Neri, la Santa Hildegarda de Bingen, Santa Teresa de Ávila y Santa Teresita de Lisieux han desarrollado un tipo de seguimiento de Cristo, han creado una escuela de formación del ser cristiano que ha pasado su prueba en la práctica y que también hoy atrae a las personas e invita al seguimiento. Son los ingenieros y constructores de Dios en el paisaje mental y espiritual de la humanidad.

Preguntémonos ahora por las características de la espiritualidad schoenstattiana

  • ¿Qué es lo nuevo, cuáles son las inquietudes tradicionales con un nuevo lenguaje?
  • ¿Cómo se vincula el fundador con los anhelos y preocupaciones básicos de la gente de hoy?
  • ¿Cómo adapta las formas de vida del cristianismo a las nuevas condiciones de vida de la gente de hoy?
  • ¿Cuál es el tipo de santo moderno que encaja en el panorama espiritual actual?
  • ¿Cómo logró el padre Kentenich no sólo presentar teóricamente este nuevo tipo, sino lograr llevar a otros a estas alturas de humanidad y cristianismo?

Instantáneas biográficas: cultivadas, no construidas

Kentenich

Foto: Focus Vallendar

Cualquiera que lo pregunte así, se encuentra al final del desarrollo. Al comienzo se encuentra el joven José Kentenich, que bien quería vivir como cristiano, incluso quería ser sacerdote, pero por tratar tanto de conocer a Dios en su profundidad, toda su fe comenzó a tambalearse. También se sumó el sentimiento de soledad porque realmente no tuvo a nadie que llegara a entender sus problemas.

A esto hay que añadir su incontenible ansia de libertad, que le hizo experimentar el orfanato y la escuela como un tormento. Con su talento intelectual y su capacidad de pensar independientemente, hizo que algunos de sus maestros y profesores se abochornaran. La tradición no era prueba para él. Quiso descubrir todo él mismo. Las cosas tenían que ser comprensibles para él mismo, para poder aceptarlas. En todas estas turbulencias de la adolescencia, en la que tuvo muchos admiradores pero ningún amigo, algo se mantuvo en equilibrio en su alma.

Esto fue su amor por la Santísima Virgen. En el punto álgido de la crisis, una entrega total a ella trajo la solución. Él pudo creer de nuevo. Después de ser ordenado sacerdote en 1910, reveló su talento psicopedagógico, primero en su labor docente y después como director espiritual, fue capaz de descubrir y desarrollar la vida incluso en sus más pequeñas emociones. Poco a poco, la escuela de formación y fe de la espiritualidad de Schoenstatt fue creciendo con gran independencia, aunque en constante diálogo con las discusiones y doctrinas psicológicas y pedagógicas vigentes. Sus nuevos acentos en la imagen de Dios, del hombre y de la sociedad no fueron nada nuevo en cuanto al contenido. Pero la síntesis novedosa hace agudizar los oídos.

Sufrió muchos de los problemas que aquejan a la mayoría de nuestros contemporáneos, y probablemente también a nosotros mismos, y encontró una respuesta a partir de la fe. Eso hace que esta respuesta sea tan interesante. La mano en el pulso del tiempo – el oído en el corazón de Dios, así es como el propio padre José Kentenich caracterizó su actuar. Por eso, la espiritualidad de Schoenstatt es, en efecto, la viva imagen de nuestro tiempo.

Un nuevo tipo de cristianismo

  • Frente a la postura de que Dios está muerto o sólo puede ser interpretado como un poder anónimo e impersonal, él anuncia un Dios poderoso en la historia, lleno de amor, misericordioso, pero también exigente, al que el hombre puede responder con una fe audaz, confiada y activa con la providencia.
  • Frente a las más diversas visiones del ser humano, él señala a María como imagen del verdadero ser humano tal como Dios lo concibió.
  • Frente a las tendencias y sentimientos destructivos de la vida, ya sea la sensación de ser un número cambiable, o de verse a sí mismo como un mero «producto del entorno», él hace hincapié en la individualidad y la libertad. Su doctrina del «ideal personal» ayuda a encontrar un equilibrio personal.
  • Sus consecuencias prácticas, extraídas del pensamiento de la alianza que caracteriza todo el Antiguo y el Nuevo Testamento, valoran al hombre como aliado de Dios y despiertan el sentido de la responsabilidad.
  • Ser instrumento en las manos de Dios y de la Santísima Virgen conduce a un abandono comprometido y supera los sentimientos de impotencia y resignación.
  • Su énfasis en la santidad de la vida diaria evita la santurronería, la compasión sensacionalista revestida de religiosidad y hace de la caridad práctica la piedra de toque de la verdadera piedad.
  • Sus consejos prácticos de vida, a partir de la alianza de amor, resultan útiles también en la relación de pareja, más aún, en muchas formas de convivencia humana, ya sea en la economía o en la política. Palabra clave: cultura de alianza.
  • Su reforma del concepto de obediencia para personas de vida consagrada lleva a una mayor corresponsabilidad y solidaridad.
  • Su énfasis en la libertad conduce a la novedad canónica de vincularse a una comunidad religiosa simplemente mediante un contrato de trabajo con el derecho del individuo a rescindir el contrato.
  • Su valoración de las tensiones como generadoras de movimiento y crecimiento lleva a nuevas estructuras federativas dentro de toda la obra de Schoenstatt, un tipo de modelo que él ve para la iglesia del mañana.
  • Su constante búsqueda de las huellas de Dios en la vida de las personas y en la historia de todo el Movimiento de Schoenstatt asegura la necesaria continuidad en estos tiempos acelerados. Esta lista podría extenderse indefinidamente, pero la gran cantidad de puntos probablemente podría confundir más que aclarar.

Dos ejemplos pueden ilustrar algo de lo nuevo

Una mujer que había sido bautizada como protestante, pero que había crecido más o menos sin religión, recibió clases de conversión de un sacerdote de Schoenstatt. Su marido era schoenstattiano. Aproximadamente cada tres semanas ambos venían a ver al sacerdote, y le contaban las cosas interesantes y hermosas que habían sucedido en el último tiempo, pero también los problemas que les habían surgido. A partir de estas experiencias personales concretas, el sacerdote schoenstattiano trabajó con la pareja para responder a la pregunta: ¿Qué quiere decirnos Dios a través de estos acontecimientos? Y redescubrieron la fe como ayuda de vida en sus respectivas situaciones. El encuentro concluía con una oración personal en el Santuario de Schoenstatt. Al cabo de unos meses, la pareja se trasladó a Baviera. Qué sorpresa se llevaron los dos cuando pidieron que las clases de conversión continuaran en su nueva ciudad y el párroco anciano de allí quiso que se respondieran las preguntas del catecismo y las clases de conversión siguieran siendo clases de catecismo. La pedagogía del movimiento, como es habitual en Schoenstatt, parte de la confianza en que, quien se compromete realmente con Dios, es guiado también por el Espíritu Santo de tal manera que las preguntas esenciales del seguimiento de Cristo surgen como preguntas personales -de acuerdo con el crecimiento interior- y luego pueden entonces ser respondidas.

En un foro schoenstattiano para empresarios, un participante que asistía por primera vez expresó su asombro: «Si hubiera escuchado de un sacerdote en la homilía del domingo lo que mi colega expuso hoy, eso no habría tenido ningún efecto en mí. Que en mi trabajo, para optimizar mi rendimiento profesional, podría tener una «reunión de trabajo» personal con Dios cada día, y cuando revise mi correo, podría tener presente la pregunta: Qué quiere decirme Dios con esto, o que uno puede sentirse como un instrumento para la realización de los planes de Dios y así reducir el estrés, que uno puede – para decirlo en pocas palabras – conectar el día de trabajo con Dios de esta manera, eso es realmente apasionante. Soy un poco escéptico sobre si esto funcionará conmigo”.

Ante la abundancia de lo nuevo que el padre Kentenich desarrolló, nadie puede decir con rapidez que lo ha entendido todo y menos aún que lo ha puesto todo en práctica. Redescubrí muchas veces a Schoenstatt; en la medida que maduraban en mí nuevos temas, descubrí al fundador como alguien que ya había recorrido antes que yo este terreno espiritual y que podía darme una orientación útil. De esta forma, a partir de mi propia experiencia, quisiera sugerirles que recuerden un pequeño verso suyo de Dachau:

<strong>Un verso de Dachau</strong>
«Otros podrán alabar sus comunidades y desarrollarse en ellas según su estilo;
para mí en esta tierra no hay dicha mayor
que esforzarme con magnanimidad por nuestros ideales”. (Hacia el Padre, verso 570)

¡No seamos golosos espirituales que buscamos lo que más nos gusta de las «ofertas religiosas de los grandes almacenes”! ¡Probemos la eficacia y utilidad de los pasos que él desarrolló en nuestro camino hacia Dios! Recién entonces seremos familia de un reformador y fundador de una nueva espiritualidad.

¡Gracias Padre Kentenich!

Cuando alguien habla hoy por teléfono y la voz de la otra persona se oye fuerte y clara, cuando se recibe una buena imagen de televisión en el rincón más alejado de nuestro país incluso sin una «antena parabólica», cuando mucha gente ve las esbeltas torres de televisión día tras día o al menos los fines de semana, ellos probablemente no piensan en Fritz Leonhardt.

Si los vecinos han recibido un buen consejo de una mujer que pertenece a la rama de madres de Schoenstatt, si una familia schoenstattiana puede entregar siempre un buen consejo en cuestiones de educación y se puede ver en sus hijos que eso no es sólo teoría sino también habilidad práctica, si un sacerdote schoenstattiano predica en forma cercana a la vida real, los demás probablemente no pensarán en el padre Kentenich. Pero nosotros sí podríamos darle las gracias personalmente cada vez que nos demos cuenta de que hemos podido ayudar a alguien con nuestros conocimientos. Al fin y al cabo, además de nosotros mismos y de nuestros esfuerzos, le debemos a él, el haber llegado a ser como somos: permanezcamos tranquilos en el orden natural y no atribuyamos todo inmediatamente a la gracia de Dios. Realmente le debemos mucho al fundador de esta nueva espiritualidad.

<strong>Palabras del Fundador</strong>

“Ella (la Santísima Virgen) es el don, que la sabiduría, bondad, omnipotencia divina ha querido regalar, de un modo especial, el 18 de octubre de 1914 a nuestra Familia y, por su intermedio, nuevamente al mundo entero.
Lo que se ha realizado desde acá es obra suya…
Ella nos hizo el don de la estructura monumental de nuestro sistema ascético y pedagógico que se adecúa con fina sensibilidad al carácter propio querido por Dios, del individuo y de la comunidad…
Ella ha creado las distintas ramas de nuestra Familia según las exigencias del tiempo…
Ella se preocupó de que, a pesar de los constantes fracasos, siempre tuviéramos el valor de alcanzar de nuevo las estrellas”.
18/10/1939, la llamada “Segunda Acta de Fundación” → Charla por la celebración de los 25 años de Schoenstatt

Original: alemán 29/9/2022. Traducción: Tita Andras, Viena Austria

 

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3 Responses

  1. Lena Castro Valente dice:

    Hay personas que añaden eso, arrojan luz sobre rincones recónditos que la mayoría no recuerda que existen. La verdad, tan a menudo no lineal, se enreda de alguna manera en las diferentes y proliferantes verdades individuales que oscurecen lo que realmente importa.

  2. Estimado Padre Busse y Queridos editores de Schoenstatt.org, sigo sus editoriales con mucho amor y trato de leer todas sus noticias en esta maravillosa pagina que teneis ,pero debo confesarles que cuando veo un escrito sobre nuestro querido padre Jose kentenich ,mi corazón tiene otro ritmo porque se que es la razón de existir de miles de hermanos y hermanas por el mundo ,que han seguido sus enseñanzas..esto me pasa al ver la editorial del padre Busse y analizar su maestria con que da forma a sus analogias con «las construcciones de los puentes y torres» …e aqui en este punto de los PUENTES que me detengo …y aporto mi pequeña reflexión No solo es Kentenich un puente entre dos mundos ,el natural y el sobrenatural ,sino que es un instrumento de » Dios nuestro Creador» , JK es un magistral arquitecto de Dios ,que siguió la inspiracción de» Vicente Pallotti sobre la Unidad Apostolica Universal «, diseñada en una maqueta como una gran ciudad de Dios en los milenios venideros y que cobijaria a toda la familia cristiana dando la protección de los embates furiosos de un tiempo apocaliptico (que en parte nos toca vivir.. sin dudas) esa Genial Creaciön «es la familia de Schoenstatt «,pero «no pensada como individualismo» sino pensada como proyecto integral de la obra maestra del Creador …y es asi que yo humildemente veo la exepcionalidad del aporte del Padre Jose , para la construcción de la Iglesia de las nuevas playas ..en esta idea de la Confederacion Apostolica Universal (CAU) esta resumida toda su obra ,y debe ser el faro de su Familia, con sus hombres probos,doctos y teologos siendo finalmente una donación gratuita a nuestra Santa Iglesia Catolica Apostolica .,esta generación pasará pero si permanecemos fieles la construccion continuara, esa es nuestra razon de ser ,el padre Jose kentenich ya esta junto a Vicente Palotti y todos los arquitectos de Dios, el y nuestra Mater seguira cuidandonos..solo preocupemonos del hoy , del ladrillo y la argamaza que podamos aportar….Saludos Fraternales. y muchas Gracias Padre Busse !

  3. Paz Leiva dice:

    «Al fin y al cabo, además de nosotros mismos y de nuestros esfuerzos, le debemos a él, el haber llegado a ser como somos».
    Gracias, querido P. Busse. Muy interesante la analogía con las torres.

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