18 DE OCTUBRE EN SCHOENSTATT, Maria Fischer •
“¿Cómo es esto para un argentino, que llega a Schoenstatt el 18 de octubre, cuando la misa y la homilía giran en torno al lema del año del Movimiento alemán?”. Daniel Martino, de la Federación de Familias, lo piensa un momento, sonríe y responde: “Es justo lo que esperaba. La ‘alemanidad’ de Schoenstatt. Después de todo, había auriculares y traducción. Y la homilía fue fuerte, reivindicó de forma radical la apertura. Daba igual que se tratara del lema del año alemán. Fue para todos nosotros”. Para todos nosotros, para todo Schoenstatt: una homilía en la mayor fiesta de Schoenstatt, que causa inquietud y aumenta la esperanza de que este viernes, 18 de octubre sea un “Friday for Future” (Viernes para el Futuro) para este lugar, para Alemania y quizá, aunque no seguro, más allá. —
No hay espacio para «un sueño festivo, soñoliento y feliz» antes de la misa, cuando Mons. Michael Gerber pide solidaridad con los jóvenes, que hoy, como todos los viernes, se han echado a la calle pidiendo defensa climática, y con el pueblo de Siria, que sufre bajo la fuerza de las armas; son asesinados, heridos y expulsados.
“Cambio climático: en Schoenstatt y desde Schoenstatt. ¿Qué imágenes interiores nos guían?», pregunta el obispo Gerber. «Una respuesta podría ser: ‘El clima se ha vuelto más duro en el mundo real y en el mundo digital. Aquí en Schoenstatt hacemos todo lo posible para garantizar que al menos entre nosotros, tengamos un clima diferente. En cualquier caso, no podemos cambiar el gran clima o el gran cambio climático’. – Cambio climático – ¿podemos entender eso unilateralmente como la preocupación por un mejor clima interno?»
La respuesta es claramente un no. No al “que a gusto estamos aquí dentro” y dejamos que los de afuera hagan lo que quieran. El obispo de Fulda, miembro del Instituto Secular de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt, no envía a los schoenstattianos a la llovizna para cambiar el clima, pero deja claro: «En el contexto del Sínodo de la Amazonia, el Papa Francisco comentó: ‘Jesús no vino a traer la brisa de la tarde, sino a traer el fuego a la tierra’. Este día de Alianza llama nuestra atención sobre el hecho de que los pasos decisivos de crecimiento de Schoenstatt no ocurrieron con la brisa de la tarde, sino en el duro clima de la Primera Guerra Mundial, así como en Dachau y Milwaukee. ¿Deberíamos temer un clima duro y períodos reñidos en nuestra iglesia? … Si celebramos la alianza en esta hora, entonces hagámoslo especialmente unidos, por una parte, a nuestra joven generación, que hoy, como cada “Friday for Future” expresa su preocupación por el clima del futuro y, por otra parte, unidos también con los participantes en el sínodo de la Amazonia, que se preguntan por el camino de la Iglesia, no sólo en aquella región”.
Las corrientes profundas de mi alma
El cambio climático, lo sabemos por estudios e informaciones científicas, no es en primer término el aumento del nivel del mar, aumento de temperaturas o tormentas. El cambio climático tiene que ver con corrientes profundas de los océanos que no se perciben, pero que marcan las condiciones vitales y el clima de nuestro planeta. Por eso, según el Obispo Gerber, antes de cada acción, antes de cada diálogo, debemos hacernos preguntas concretas sobre las corrientes profundas de nuestra propia alma y quizás también del «alma de Schoenstatt».
“Preguntemos entonces: ¿Cómo reacciona mi alma espontáneamente e inmediatamente ante los movimientos grandes y no tan grandes en la iglesia y la sociedad? ¿Es mi «corriente de Humboldt» el miedo? ¿…o son las humillaciones que experimento?”.
¿O gana espacio la “corriente de Humboldt” del 18 de octubre?
“Este 18 de octubre de hoy cuenta una experiencia original. Al principio, José Kentenich lo hizo de manera muy personal y luego, justo hoy hace 105 años, junto con los primeros cofundadores aquí en el santuario. Es la experiencia original: soy amado, Dios me regala, me ofrece su Alianza. Es una experiencia original mariana. Es la fe, la promesa de Dios a María, «Estás llena de gracia» también se refiere a mi vida. Alianza de amor y cultura de Alianza significa: esta experiencia debería ganar espacio en mi alma. Esto es más que un simple conocimiento al respecto. Al repetir regularmente la Alianza cada 18 de octubre, cada 18 de cada mes, y todos los días en mi santuario hogar, esta experiencia original intenta arraigarse más profundamente en mi alma y a partir de ahí, convertirse en la dinámica predominante de mi alma».
¿Qué quiere Dios de mí, qué nos quiere decir a través de las voces del alma de cada uno?
En una jornada pedagógica al comienzo de los años ‘30 del siglo pasado, el padre Kentenich presentó las reglas básicas para el auténtico diálogo. Una de ellas es: “Permito que el de enfrente tenga su punto de vista».
Aquí, el obispo Gerber es ahora muy concreto y señala algunas cosas en la sociedad y la iglesia, con las cuales algunos cristianos, probablemente también algunos de los miembros del Movimiento de Schoenstatt, tienen dificultades. A modo de ejemplo, menciona el movimiento Maria 2.0, un movimiento de mujeres en la Iglesia de Alemania, que buscan más derechos para las mujeres, hasta llegar a la ordenación.
En términos concretos:
«No nos preguntemos sólo sobre la posición de la otra persona, sino que honestamente preguntemos: ¿cómo llegó él o ella a esta actitud? ¿cuál es la historia que hay detrás de esto? ¿qué heridas pueden estar detrás? ¿dónde tuvo una experiencia básica distinta de la mía? Entonces, no sólo preguntemos por la posición de la otra persona, sino también por la experiencia original que hay detrás de ella. Creo que aquí, como iglesia, tenemos el desafío de no copiar algunas de las formas insanas de diálogo – o de la manera de hablar sobre otros – que prosperan en los foros de internet. Con demasiada frecuencia también en la Iglesia, los círculos que representan la misma posición, permanecen de facto entre ellos, refinando continuamente sus argumentos, posicionándose contra «los otros», pero no hay un intercambio real.
Cambio climático, preguntémonos de manera crítica: ¿dónde trato de encontrar un enfoque honesto y sin filtros para la argumentación de personas que tienen opiniones decididamente diferentes a las mías? ¿Qué revistas, qué artículos en Internet leo y cuáles no? ¿Asumo todo lo de segunda mano, ya comentado críticamente por los creadores de opinión de mi propia dirección, o también leo tales argumentos en el texto original?».
Es entonces cuando surge el diálogo, cuando surge la cultura del encuentro, que puedo permitir que el otro tenga su punto de vista, sin tener que compartirlo.
“Cambio climático: quiero animarles, querida Familia de Schoenstatt, queridas comunidades de nuestro Movimiento de Schoenstatt a buscar un intercambio inmediato con aquellos que a menudo están alejados de las opiniones de la Iglesia. (…) Nuestro fundador escuchó muy atentamente las corrientes de su tiempo. Vayamos con él a la escuela de escuchar. ¿Dónde me señala el otro un aspecto de la realidad que yo aún no conocía? ¿Qué nuevo impulso estoy tomando después de esta conversación?».
¿Qué impulso tomo yo, tomamos nosotros después de esta homilía? Una pregunta para la que queda poco tiempo después de la celebración de la misa, bajo la llovizna constante. Una pregunta que, sin embargo, sigue presente en las conversaciones de este día, en los momentos personales en el santuario original y en la renovación de la Alianza de la tarde.
Y tal vez más allá.
Cambio climático – Mons. Dr. Michael Gerber, obispo de Fulda, 18.10.2019 (texto completo en español)
Original: alemán, 20.10.2019. Traducción: Paz Leiva, Madrid, España
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Mil gracias a Schoenstatt. Org. Por el envio de este estupendo articulo de Monseñor Gerber, sobre el simbolismo del Cambio Climático. Me encanto y muy instructivo.