Reflexión 31 de mayo

Publicado el 2023-11-30 In Columna - Rafael Mascayano

Sobre la celebración de los 75 años del 31 de mayo

CHILE, Rafael Mascayano •

En estos días hemos sido “alertados” por la invitación a celebrar los 75 años de la “Misión del 31 de mayo”. Esta invitación a “vamos el uno en el otro” a “caminar juntos en unión a María”, nos motiva como laicos schoenstattianos a “participar creativamente”, no solamente a esperar lo que nos propongan, sino también nosotros a entregar propuestas al equipo que lo está organizando y a la vez a disponernos a vivir plenamente esta renovación de lo que se nos entregó en esos días de mayo y junio de 1949. —

Inserción por los editores

→ El autor se refiere a la siguiente información que hace poco se difundió en Chile:

El 2024 se cumplen 75 años del tercer hito de Schoenstatt, «el hito del 31 de mayo». Aquel día, el Espíritu Santo irrumpió de manera especial en el Santuario Cenáculo de Bellavista, día en que el padre Kentenich le confió a la Santísima Virgen el anhelo de que Schoenstatt pudiera abrirse a la Iglesia con toda su riqueza, regalando a todos la Alianza de Amor con María, que nos ayuda a unir vitalmente lo natural con lo sobrenatural. Hoy, la distancia nos permite contemplar con gratitud toda la vida y corriente misionera que ha surgido desde ese momento de la historia de Schoenstatt. Durante este último tiempo, percibimos que en el corazón de la Familia de Schoenstatt ha ido creciendo el anhelo por agradecer, celebrar y proyectar toda esta gran corriente de gracias. También el interés por actualizar y enriquecer los alcances de este hito con los nuevos antecedentes y documentos que han ido surgiendo en torno a esta etapa de nuestra historia. Es por esto que, como Familia de Schoenstatt de Chile, con el conocimiento y aprobación de la Presidencia Internacional, queremos convocar a una peregrinación y celebración para los días 31 de mayo, 1 y 2 de junio del 2024, invitando a todos los peregrinos, de Chile y del mundo, para que puedan hacerse parte de esta celebración jubilar. […]

→ Traducción de lenguaje interno (que en schoenstatt.org intentamos evitar, pero no podemos en citas literales):

  • la palabra “tercer hito” se refiere a la visión de la historia de Schoenstatt marcada por acontecimientos claves que marcaron un momento decisivo en el desarrollo del Movimiento.
  • 31 de mayo”: se refiere por un lado a la fecha del 31.05.1949, día en el que el P. Kentenich, en Bellavista, Chile, puso la primera parte de una carta importante a los obispos de Alemania sobre el altar del santuario. En el contexto de “misión del 31 de mayo” se refiere a actitudes y acciones del servicio en la Iglesia en el espíritu del carisma de Schoenstatt, o sea, de la plasmación de una cultura de alianza.

En ese espíritu, quisiera compartir algunos aportes a este proceso, que tienen una mirada, que junto a la de otros, podamos hacer vida la invitación a “vamos el uno en el otro”, y que nace del llamado del p. Kentenich: “Yo no quiero ser simplemente un señalizador en la ruta. ¡No! Vamos el uno con el otro”.

¿Qué estamos renovando?

En primer lugar, estimo que sería muy positivo, destacar el objetivo en cuanto a qué estamos renovando, para qué y el sentido que tiene el “vamos el uno en el otro”. En el triduo de mayo del 49, nos encontramos con las pláticas del 20 y 31 de mayo como también la oración de la coronación del 5 de junio. En ellas el p. Kentenich nos entrega una misión clara y fuerte, la cual sería muy interesante volver a colocar en la palestra, como gran objetivo de este “para dónde vamos”.

Quisiera destacar esto con algunas citas de esas pláticas y de la coronación:

El p. Kentenich en la plática del 20 de mayo[1] nos decía:

“Esta es la primera condición, la primera promesa que Ella hizo: me estableceré en este lugar para vencer desde aquí al demonio en el mundo; con ese fin formaré un gran movimiento de educación; a ustedes a quienes he llamado hasta aquí, los escogeré como instrumentos para realizar esta tarea”.

“A la vez, nos hizo una doble exigencia: debíamos estar dispuestos a dejarnos formar, y a entregarnos verdaderamente a Ella para que nos pudiese formar como instrumentos, para realizar sus fines”.

Es en este sentido que la Familia responde con las contribuciones al capital de gracias.

Y continúa con el encargo que nos quiere hacer:

“Cuán agradecidos hemos de estar al Dios Eterno que nos haya llamado a participar en esta Alianza; cuán agradecidos que haya elegido tierra chilena, para realizar aquí grandes obras de modo semejante a como lo ha hecho en el antiguo Schoenstatt”.

“Nuestro santuario quiere, sin embargo, traernos a la conciencia que no se formarán personas virginales-maternales, si la Santísima Virgen, la gran educadora maternal, no ejerce su poder en la vida del pueblo chileno”.

“Está entonces en nuestras manos, que surja también desde aquí un gran movimiento de renovación y que con este fin se ofrezcan personas en Chile a la Santísima Virgen”.

Y en la plática del 31 de mayo[2] nos insta a:

“Sí, santo es este lugar, y seguirá haciéndose más y más santo; tierra santa es ésta, porque la Santísima Virgen ha escogido este terruño; tierra santa, porque en el transcurso de los años, de los decenios y de los siglos, desde este lugar surgirán, crecerán y trabajarán fecundamente hombres santos. Este es un lugar santo, finalmente, porque desde aquí se impondrán santas tareas, es decir, tareas que santifican, sobre débiles hombros”.

“¿Será acaso un don que nos hace en pago, un reconocimiento y un honor para nosotros, si creemos que Ella nos quiere usar desde acá, a partir de este día, para ganar una influencia más poderosa en la forjación de los destinos de la Iglesia en el espacio cultural de Occidente?”.

“¿De qué tarea se trata? Se trata de desenmascarar y sanar radicalmente el germen de la enfermedad que aqueja al alma occidental: el pensar mecanicista”.

“Creemos que tenemos que ofrecernos como instrumentos para impulsar una contracorriente que vuelva a los países de los cuales también nosotros hemos sido abundantemente beneficiados…”.

“La Santísima Virgen está desvalida, ella sola nada puede. Es un honor para nosotros poder ayudarla”.

“Es como si sólo ahora empezáramos a vivir, como si todo lo que hemos vivido hasta este momento fuese sólo un trozo de prehistoria. Ahora comienza propiamente la historia, la historia del nuevo Schoenstatt. Así como en Schoenstatt en los años 1914/15. Qué contentos hemos de estar todos nosotros de formar juntos la generación fundadora y que queramos sumergirnos en los fundamentos del Santuario con nuestro ser y nuestra vida…”.

“Yo no quiero ser simplemente un señalizador en la ruta. ¡No! Vamos el uno con el otro. Y esto por toda la eternidad. Cuán errado sería ser sólo señalizador en el camino. Estamos el uno junto al otro para encendernos mutuamente. Nos pertenecemos el uno al otro ahora y en la eternidad; también en la eternidad estaremos el uno en el otro. ¡Es éste el eterno habitar del uno en el otro propio del amor! Y entonces, permaneciendo el uno en el otro y con el otro, contemplaremos a nuestra querida Madre y a la Santísima Trinidad”.

Y en la oración de Coronación nos ratifica:

“Ella dio la vida a Cristo histórico, fue una tarea única y su tarea permanente es darle vida al Cristo místico. Y en Schoenstatt tiene además la tarea de ser la gran Educadora de los pueblos para conducirlos a Cristo”.

“El pequeño acto de hoy ha de ser una solemne declaración de que, en adelante, la elegiremos más que hasta ahora, como la Reina del Reino schoenstattiano y la Educadora del pueblo chileno”.

“Como Educadora de las naciones, como Reina del pueblo chileno, eres la que tomas en tus manos la educación de cada uno y de toda la sociedad. Al recibir la corona garantizas que se realizará el triple mensaje de Schoenstatt el que has puesto hoy en nuestras débiles manos”.

“Así te pedimos con todo el fervor de nuestras almas: acepta la corona. Hazte cargo de la responsabilidad que implica la aceptación de la corona y ayúdanos para que nunca olvidemos nuestro deber de poner a tu disposición toda nuestra fuerza, pero siempre en perfecta dependencia de tu bondad, de tu sabiduría y de tu poder”.

¡Cuán importante es tener como sentido de estos 75 años, este triduo tan relevante, conocerlos, estudiarlos, compenetrarnos en esta misión y llevarla a la práctica cotidiana. Allí nuestras contribuciones al capital de gracias tendrían el sentido de lo que estamos renovando.

¿Cómo podemos renovar esta misión que el P. Kentenich nos muestra y para que sea de la mano de María y en el corazón de Jesús?

Cómo renovar

En segundo lugar, si miramos con atención lo que dicen esos documentos, veremos que el P. Kentenich constantemente nos orienta desde la Fe Práctica en la Divina Providencia, a tener una conexión permanente con la realidad eclesial, nacional y mundial. Nada de lo que sucede es ajenos a Dios y a nuestra responsabilidad por educarnos y actuar. Por ello, el contexto histórico hoy, es un llamado al cómo renovar estos 75 años del 31 de mayo:

A nivel eclesial nacional y mundial, insertos en el proceso sinodal de escucha, diálogo y propuestas, que van tanto en la línea de una concreción de los vínculos con Dios, con los hermanos y la creación (Fratelli tutti, Laudato si y Laudate deum).

¿Cómo podemos hacer realidad el 31 de mayo en nuestra Iglesia sinodal? 

A nivel nacional, con todos sus conflictos, anhelos y esperanzas. Una sociedad con menos diferencias sociales, con mayor sentido por los migrantes, una sociedad que se cuida de la corrupción y de la violencia, para ser más fraterna, en que los vínculos tienen consistencia y coherencia evangélica.

¿Cómo podemos hacer vida una mentalidad y acción de vínculos fraternos en nuestra sociedad chilena? 

A nivel internacional, en que la guerra atenta contra la dignidad de las personas, incluyendo los más débiles, superar el individualismo, y construir formas y situaciones de “encuentro” y no de “desencuentro”.

¿Cómo podemos educarnos en todo momento por actitudes que promuevan la paz en nuestra sociedad? 

Ante los avances tecnológicos y científicos, que muchas veces nos hace mirar con temor lo que se está entregando, y que nos vuelve a asumir la preocupación y ocupación por el ser humano en todas sus dimensiones.

¿Qué acciones podemos vivir para hacer de la tecnología y la ciencia una realidad más humana?

La preocupación por el cambio climático y una acción decidida por la creación, en todas sus dimensiones.

Ya en la última Jornada de Dirigentes (Chile), vivimos algunas acciones concretas y hemos visto que en muchas familias schoenstattianas de Chile se han comenzado a difundir…

¿Qué nuevos pasos podemos dar?

Con los contextos mencionados y con otros aportes, estimo puede mirarse de mejor manera, qué “contribuciones al capital de gracias” podemos realizar, asumiendo que estamos en una Alianza de Amor que nos invita a infundir con el Evangelio a nuestra Iglesia y sociedad.

Vínculos

La mirada de los vínculos (tema central del 31 de mayo), se orienta hacia el vínculo con los sobrenatural (especialmente con Dios), con los hermanos, con el trabajo, con la creación (terruño), en una concepción orgánica y no mecánica, por lo cual todo nuestro accionar va unido: no son oraciones separadas de las visitas al santuario y propósitos personales.

“La cruz que queremos tomar es la de Bellavista: ella es ante todo la cruz que tomado el padre de la Familia. Ustedes lo han expresado con mucha sencillez y, de ese modo, demostrando que conocen los contextos. ¿Qué cruz era ésta de Bellavista? Una cruz que promueve una “misión”, una misión por un pensamiento y un vivir orgánicos. Ésa es también la cruz que lleva el padre (Kentenich). Y ustedes ayudan al padre (Kentenich) a llevarla. Quizás ahora no alcancemos a comprender la plenitud de contenidos de esa cruz. Pero al contemplar el trasfondo de la confusión reinante en estos tiempos en el campo de las ideas, comprendemos un poco más lo que significa “misión por un pensar orgánico, un amar orgánico y un vivir orgánico”[3].

Comparto estos aportes, invitando a otros más a presentar los suyos, en la confianza que esta celebración del 31 de mayo de 1949, sea una renovación que este mensaje tiene para todo Schoenstatt, a la luz de la Fe Práctica en la Divina Providencia en el aquí y ahora, tanto a nivel del movimiento, de la Iglesia y de la sociedad.

Se despide este hermano en la Alianza de Amor,

Rafael Mascayano M.


[1] Kentenich, José “Plática del 20 de mayo”, en Documentos de Schoenstatt, 1970, pp. 159 – 172

[2] Kentenich, José “Plática del 31 de mayo”, en Documentos de Schoenstatt, 1970, pp. 173 – 185

[3] Kentenich José, “Alocución a las Señoras de Schoenstatt” 1967, en el libro de Wolf Peter “Su misión nuestra misión”, ed. Nueva Patris.

Etiquetas: , , , , , , ,

4 Responses

  1. Alejandro Mendoza dice:

    Es prudente (siendo la prudencia una virtud cardinal) esta celebración con todas las sombras sobre JK , si integridad y lo que realmente implicó ese 31 de mayo que aún no es claro?

    • José María Fuentes dice:

      Sería imprudente no agradecer, celebrar y renovar lo que Dios nos ha regalado a través de él porque algunas personas han tenido conflicto con él.

      • Las acusaciones, aún no totalmente clarificadas y esperemos un día la Madre Iglesia lo haga, son gravísimas.
        No considerar el dolor de otros no es cristiano. Y ante todo debemos ser cristianos.
        Además no son «conflictos» de algunas personas hacia JK sino posibles situaciones graves de el hacia ellas. Revertir responsabilidades es , en psicología, perverso. Y además inhumano y antievangelico.

  2. Alejandra Diaz Burgos dice:

    Creo ciertamente que antes de nacer ,Dios ,Padre Misericordioso,ya me había elegido como un instrumento de la MTA.Ya estaba destinada a hacer mia esta Alianza de Amor con Maria.
    Fue mi primer vínculo orgánico.En el camino he ido encontrando otros y he podido alejar de mi vida el pensar mecanicista que tanto daño hace en lo personal y en la sociedad.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *