Kentenich

Publicado el 2020-07-12 In Columna - Rafael Mascayano, José Kentenich

No quiero un P. Kentenich perfecto

Por Rafael Mascayano, Chile•

Hace algunos años atrás un sacerdote schoenstattiano me comentaba que un recién ordenado sacerdote, le preguntó al P. Kentenich qué le aconsejaba para su primera misa. El P. Kentenich, muy seriamente lo había mirado y le dijo: vaya al baño. Me encantó esa naturalidad, verlo concreto, directo, humano, conectado con lo cotidiano, con la realidad. —

Por eso, todo lo acontecido, más que alejarme o problematizarme, me ha acercado más a su persona. Verlo que se ha equivocado, que haya sido imprudente, que se enojaba, que muchas veces quizás no contestó adecuadamente…

¿Por qué el discípulo debiese ser mejor que su maestro? Los evangelistas nos relatan a un Jesús que lloró, que se enojó, que trató de “satanás” a Pedro, que echó a latigazos a los mercaderes del templo, que no tenía un lugar donde dormir, que fue denigrado por sus contemporáneos, que trató de sepulcros blanqueados, de hipócritas… Y, por el contrario, queremos mostrar un P. Kentenich intachable, que nunca se enojó, que nunca cometió un exabrupto, que nunca tuvo pena ni preocupación alguna, es decir, hasta casi inmaculado.

Acercarme al Kentenich de carne y hueso

Eso aleja cualquier posibilidad de ser santo, ya que esa posibilidad no está en mí, no está en mi diario vivir, no está con mis equivocaciones y esfuerzos por ser mejor. ¡Cómo me gustaría revisar el Horario Espiritual del P. Kentenich! Ver en qué se esforzaba cada día, qué buscaba mejorar, qué buscaba superar, cuáles eran sus debilidades, para acercarme al Kentenich humano, al Kentenich de carne y hueso, al cual también le costó el camino en su búsqueda por la santidad. Quisiera que no me alejen de su humanidad, quisiera escuchar a muchas más personas que no estuvieron de acuerdo con él, que quizás se sintieron mal con algo que les dijo, con alguna actitud suya, y así entenderlo desde su realidad cotidiana, y no como un ser extraterrestre que no tuvo nada que ver también con mi humanidad, con nuestra humanidad.

El p. Joaquín Alliende, contaba tiempo atrás de una discusión que había tenido con el P. Kentenich en relación a Mario Hiriart. El p. Joaquín le manifestó que se debía llevar a Mario a Bellavista, para así tenerlo más cerca y crear una mayor vinculación con él. El P. Kentenich insistía que no, que primero los chilenos tenían que conquistarlo y después llevarlo. Dos porfiados se enfrentaron con argumentos sólidos, y finalmente el P. Kentenich cedió considerando que los argumentos del p. Joaquín podían tener mucha razón. ¡Qué maravilla!

Bendito el momento que estamos viviendo

¡Cuántas veces nos dijo que uno de los puntos para llegar a Dios era también la decepción con las personas! Quizás se esté riendo a mares, diciéndonos una vez más, mientras no entiendan a Schoenstatt no seré santificado, mientras ustedes no sean mi carta de presentación, no se preocupen por mi canonización. Quizás nos volvería a insistir “…mientras no se solucione la pobreza en los países latinoamericanos, Schoenstatt no cumpliría su tarea”, por lo tanto, salgan a construir el nuevo orden social al cual los he invitado, no se encierren en la sacristía, no se encierren en el santuario… ¡Recuerden!, acogimiento, transformación y ¡envío! ¿Cómo está nuestra formación y madurez laical? Hay mucho por hacer, hay mucho por hacer realidad Schoenstatt al interior del Movimiento, en la Iglesia y en el mundo, para que el P. Kentenich realmente sea reconocido en su propuesta para una persona nueva en una nueva comunidad.

Bendito el momento que estamos viviendo y ojalá, podamos seguir indagando y conociendo sobre sus errores, sus dificultades, sus esfuerzos, sus luchas, su entrega por cada día, avanzar un paso más en su autoeducación. Todo esto será un gran aliciente, para que, desde nuestras debilidades, desde nuestro trabajo personal y comunitario realmente podamos ser testimonios de lo que él deseaba entregarle a la Iglesia y al mundo.

 

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8 Responses

  1. Johm Hitchman dice:

    Me parece obvio que el Padre Kentenich
    Debió terner su cuota de “imperfecciones”
    como que también no tenia l respuesta cabal a
    todas las interrogantes humanas
    De hecho no se entendió con el
    Padre Richard Haenked hoy beatificado Pallottinque estuvo con el en Dachau
    Pero el peligro está que esa aseveración es generalizada y discutible y ha nacido ante las graves acusaciones de su integridad de castidad
    que es arbitraria como esperamos que se aclare con documentos en base de las denuncias ante el visitador
    Que mostró cierta acentuada convicción de su misión no nos faculta para inventarle cargos
    Lo que debemos destacar que todos los que lo conocieron nunca observaron conductas desviadas o egoístas
    Nos cum Prole Pia
    Benedicta Virgo María
    John Hitchman

  2. Jose Miguel Vicentela Vilches dice:

    Es cierto que los seres humanos buscamos a alguien que nos ayude sobrellevar las situaciones que para nosotros son malignas o insostenibles y que mejor un contemporaneo en estos tiempos donde el ser humano se ve sobrepasado por una economia donde el Sr. Don Dinero es quien manda o ordena, te da directrices y lo que es peor te ofrece o te seduce para que lo sigas. Aparece alguien igual a uno con limitaciones, que se equivoca, que se enoja, y que tambien tiene muchos defectos; un Sacerdote llamado Jose Kentenich, que nos enseña que atraves de la autoedcaccion, aprendemos a autoformarnos y ademas nos muestra a la Virgen Maria como la Gran Intercedora ante Nuestro Padre Dios. Creo sinceramente que el PJK se equivoco muchas veces y quien no, si hasta los mas grandes santos tambien equivocaron y fueron perdonados, nuestra Iglesia esta llena de estos y estas, basta con recordar que nuestra Iglesia Catolica tuvo un pasado bien pecador, donde hasta los Papas han tenido que salir a pedir disculpas. Y recuerden que todavia recien se estan desclasificando estos archivos donde se exponen estos hechos, por favor todo lo que se diga antes se saberse toda la verdad … es limpiarse la boca de comer.

  3. Yo tampoco quiero un padre Kentenich perfecto. Sobre todo si su perfección se basa en la poca transparencia o en la construcción de un mito. Tenemos la oportunidad de pedir explicaciones y de darlas. Tenemos la oportunidad de ser radicales, con lo que él nos enseñó: buscar la verdad, lograr una familia con estructura federal, ejercer la justicia y el amor solidario, sin escatimar esfuerzos.

  4. eduardo dice:

    «….queremos mostrar un P. Kentenich intachable, que nunca se enojó, que nunca cometió un exabrupto, que nunca tuvo pena ni preocupación alguna, es decir, hasta casi inmaculado.» Yo cambiará el «queremos» por un: «nos mostraron». Habría que preguntar por que lo hicieron.

  5. Mi comentario no va dirigido a Rafael, sino a todos los Schoenstattianos «comprometidos». Soy partidario de hacer una completa investigación de los hechos y circunstancias en las que ocurrió esta situación. Descarto de pleno la opción de que hayamos sido engañados, ya que los documentos que aparecieron no eran de conocimiento publico y además estaban reservados por el hecho de estar en proceso la causa.
    En el momento en que el Vaticano releva y da por terminada la investigación del Santo Oficio, liberando al PK de las acusaciones que contenía, sus discípulos están en su derecho de pensar con convicción de que no hay mas que investigar ni nada mas que dar a conocer.
    Esperemos los resultados de la investigación que se pueda establecer de aquí en adelante y no emitamos juicios condenatorios hasta saber la verdad. No nos hace bien ni a nosotros ni a nuestra causa ni a nuestra Iglesia.
    Al contrario: leamos al PK, ya que hay miles de páginas respecto de su vida que nos pueden ilustrar y aclarar muchas de nuestras dudas e inquietudes. Busquemos en la fuente y no hagamos eco de lo primero que se publique. Mantengámonos en oración y hagamos realidad nuestro «NADA SIN TI, NADA SIN NOSOTROS». Nuestra Matter se glorificará una vez mas.

  6. Luz María Suarez dice:

    Estimado Rafael, creo que todos estamos de acuerdo en que valoramos la espontaneidad y la “humanidad”… equivocarse, enojarse o ser imprudente pertenecen a una sana humanidad. Ningún tipo de abuso, acoso, violencia, sexual o de cualquier índole, pertenecen a una sana humanidad sino a una humanidad enferma con vínculos no sanos. Ningún hecho que entre dentro de esa categoría debería ser apañado por una comunidad o echarle un manto de piedad. Venga de quien venga, fundador, consagrados o laicos. Cuanto menos de alguien a quien postulamos para santo.

  7. El pto. amigo Rafael, del que estamos hablando, es de un «abuso» , es algo grande, grave, y en un sacerdote y mas aun , un fundador de un movimiento que quiere un nuevo destino para los pueblos , no es una debilidad menor y entiendo que todos somos debiles pero tambien, estamos llamados a ser mejor…En honor a la verdad creo que esta acusacion requiere un profundo y objetivo estudio partiendo por definir que entendemos por «abuso» .. Te menciono de pasada el problema social de inequidades en nuestro pais y te pregunto ¿acaso esa situacion no tiene en su raiz un tema de «abuso» de los mas poderosos hacia los mas debiles socialmente hablando??
    Gracias por leer mi comentario

    • Patricio Suazo dice:

      El M. A. de Shoenstatt es una obra excepcional de hombres como el padre J.K. y otros(as) que ha contado además con la Mano Divina de la Mater, y que se empeña en mejorar el mundo.
      Desde hace un tiempo, los enemigos de la Iglesia intentan por todos los medios dañar sus instituciones, como una forma de asegurar la degradación de la sociedad, en especial atacando la institución base que es la familia.
      Afortunadamente, el padre J. K. se preocupó SIEMPRE de separar el desarrollo del M. A. de Shoenstatt como tal, de los hombres que lo fundaron y especialmente de él. Vale decir que la canonización del padre J. K. no es requisito para que el M. A. de Shoenstatt se desarrolle y proyecte; sino el trabajo de todos los Shoenstatianos alrededor del mundo.
      Los enemigos de la Iglesia podrán enfrascarse todo lo que quieran en dañar la imagen del padre J. K., y probablemente postergar su canonización, pero no podrán menoscabar el trabajo apostólico del M. A. de Scoenstatt en el mundo.

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