¡Hermosa María! ¡Nunca dejas de sorprenderme!

MÉXICO, Mayra Delgado de Yamallel •
Me llamaron anoche para que lleve la Virgen Peregrina de bebés a una pareja que no ha podido tener familia y que ahora están embarazados de 5 meses, de trillizos. Ella tiene amenaza de parto y está en el hospital.

“¿Por qué no quieres que te pegue, Mater?»

La Virgen la tenía otra pareja. Temprano por la mañana de hoy, me lanzo a recogerla y poderla llevar con la mami de los trillizos. Al salir, quien me la iba a entregar, ante mis ojos, trastabilla y la Mater se desprende de su base. ¡Oh no!
Tranquilamente trato de resolver la situación. Llego al negocio de móviles de mi cuñada y pido silicón caliente… ¡Nada! No pega. Me traen el silicón frío, con el que pegan zócalos de madera…. ¡Tampoco! Me decido a irme a una papelería a comprar un pegamento más potente. Hago 3 intentos y…¡Tampoco pegaba!
La encargada de la Campaña de la Virgen Peregrina me dice que la mejor manera sería poner un clavito, pero no se me ocurría quien lo pudiera hacer en ese preciso momento.
Me empieza a entrar un apuro, una urgencia, no sé porqué….¡Tenía que encontrar quien me hiciera el trabajo pronto!

Me lanzo a una ferretería y como broma de mal gusto, no había quien me atendiera. Voy a otra y el dependiente me dice que él no hace ese trabajo de poner el clavito, pero que me recomienda un pegamento BUENÍSIMO con el que él había pegado su comedor sin un solo clavo.
Le pongo el pegamento maravilloso, hago presión 5 minutos (contados con cronómetro del celular) sobre la imagen, para que pegara y….¡nada!. Le quito los residuos y vamos por segunda vez…¡NADA!
¡Increíblemente, NO PEGABA! Hablo de plano con Ella y le pregunto cara a cara: “¿Por qué no quieres que te pegue Mater?»

El carpintero

Un cliente, al lado mío (desconocido para mí) me observaba… Me pregunta qué Virgen es y me sugiere ponerle un clavo. Yo le digo que esa era la idea pero que no sé quien lo pudiera hacer, porque me urgía llevarla al hospital donde la estaban esperando. Él se ofrece a arreglarla. Me dice que vive a la vuelta y que con gusto me la arregla. Y como si la inseguridad no estuviera a todo lo que da, ahí voy en mi camioneta detrás del desconocido y encontradizo carpintero. Llegamos a su casa, le doy la imagen y al cabo de unos minutos sale con ella lista. Me dice que no la pudo limpiar muy bien (tenía muchos residuos de los 4 pegamentos) para no moverla mucho. Le doy las gracias infinitas y me dirijo al hospital. Llego junto a la pareja, les platico toda la odisea y les digo que algo nos quiere decir la Virgen con todo esto.

Les comparto, que creo que Ella quiso presentarse ante ellos con «marcas», «con heridas», para recordarnos que Ella sufrió mucho también, y que nadie mejor que Ella para entender y consolar al que sufre.Rezamos y ellos con mucha disposición la reciben.

A Ella le duele lo que a nosotros nos duele

Cuando le cuento a Marcelo, mi hijo de 13 años, se queda pensando y me dice: «Yo creo, mami, que la Virgen no quiso que la pegaras con pegamento, porque Ella quería que le pusieras unos clavos igual que se los pusieron a Jesús. Porque quiere sentir el mismo dolor de su Hijo, y con eso nos dice que a Ella le duele lo que a nosotros nos duele». Esa reflexión se las quedé debiendo a los papás de los trillizos.
Terminamos nuestra plática y le digo que lo «terco» que tenemos todas las mamás ¡se lo aprendimos a Ella! Así como ella se aferró a que le construyeran un templo JUSTO en el Tepeyac, que JUSTO Juan Diego les pasara su mensaje; no se movió de su idea de que Jesús hiciera su primer Milagro JUSTO ese día…¡Alerta cuando a una mamá se nos mete algo en la cabeza!

Hace un par de horas, me escribieron que los trillizos ya nacieron. Pesan entre 650 y 750 gramos. ¡Ella llegó muy a tiempo a acompañar, a consolar, a interceder…!