Publicado el 2020-05-17 In Alianza de Amor Solidaria en tiempos de Coronavirus

No podemos dejar que la gente duerma en el puente

PARAGUAY, María Fischer en conversación con Juan Vicente Ramírez •

“Estamos llegando ya a las últimas partidas de alimentos”, me comentó Juan Vicente Ramírez, vicepresidente de la Cámara de Comercio de Ciudad del Este, miembro de la Comunidad Internacional de Empresarios y Ejecutivos Schoenstattianos (CIEES). “Nos quedan 4.500 kits de alimentos para este mes, y ya terminamos.” Terminan no porque a él y a los demás se les hayan acabado las ganas de actuar solidariamente, sino porque ya cumplieron su misión. “Ahora ya llegaron programas de asistencia del Gobierno para los más carenciados”. Cuando le comenté que, durante estos casi dos meses, hasta que llegó la ayuda estatal, salvaron a miles de familias de Ciudad del Este, dijo que simplemente hicieron lo que hay que hacer cuando uno ve una necesidad, y que ya están con otra urgencia…

Puente Internacional de la Amistad. Fuente: Wikipedia. De Ekem, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=2915114

La situación por la pandemia de COVID-19 y las consiguientes medidas de protección es difícil en todo el mundo, pero especialmente en los países más pobres, como Paraguay, y para familias que viven al día de un trabajo que ya no pueden realizar.  Paraguay decretó cuarentena sanitaria y mantiene el cierre de sus fronteras con Brasil, Argentina y Bolivia para contener la difusión del coronavirus. Sin embargo, en Ciudad del Este, situada en la “triple frontera” entre Paraguay, Brasil y Argentina, casi todos viven del flujo de mercancías entre las fronteras y su cierre, explicó Juan V. Ramírez, significará la muerte de los negocios en la zona. Afirmó que no existen alternativas inmediatas para salvar la situación, pero que actualmente se está analizando la implementación de una plataforma virtual de ventas.

“En 30 años que llevo aquí, nunca se ha vivido un momento de crisis de este tamaño en Ciudad del Este y realmente estamos preocupados, pero se están viendo las posibilidades que restan”, dijo, “Según las indicaciones que hemos recibido del Gobierno, la reapertura de las fronteras es casi imposible hasta agosto o septiembre. Eso sería marcar la defunción de Ciudad del Este, no hay manera de poder resistir, no hay fórmula para que se pueda salvar esto”.

Por eso fue tan urgente la iniciativa de repartir alimentos entre aquellos que de un día al otro perdieron sus ingresos. “En el condominio donde vivo hemos distribuido 2.000 kits en los dos meses y en la Cámara de Comercio serian en total 15.000 kits. Ahora, explica, desde el Gobierno les dan 90 dólares a más de 1.2 millones de personas y a los empleados una ayuda por cesantía de 180 dólares por una vez, y ahora van a ver si lanzan una segunda tanda de ayudas. La vivencia que más le impresionó a Juan Ramírez es que,  una vez llamados a la acción, cientos de empresarios, que además luchan por la sobrevivencia de sus empresas, juntaron fuerzas para salir en ayuda a los más necesitados.

Ahora esta parte de la campaña solidaria, la de repartir alimentos, terminó. Pero no ha terminado el actuar solidario.

Buscar albergues

Tras el cierre de fronteras, ingresaron a Paraguay unos 3.000 ciudadanos repatriados del extranjero, en su mayoría desde Brasil, y fueron obligados a cumplir la cuarentena sanitaria en albergues. El Puente de la Amistad, que une Ciudad del Este (Paraguay) con Foz de Iguazú (Brasil) a través del río Paraná, se llena a diario de personas que buscan volver a territorio paraguayo. Escapan de la peligrosa propagación del virus en Brasil, que supera los 14.000 muertos y 200.000 casos, en su mayoría en el estado de Sao Paulo (54.329), donde trabajan y residen cientos de paraguayos.

De los menos de 800 contagiados en Paraguay, el 80% proceden de Brasil, específicamente de São Paulo, donde muchos paraguayos han quedado desocupados por la pandemia y que ahora buscan volver a su país, pero no tienen permiso para ingresar. Juan Ramírez observó que muchas personas se quedan en el Puente de la Amistad, que conecta y ahora separa a Brasil y Paraguay, y pernoctan ahí al aire libre, bajo la lluvia y con bajas temperaturas.

Así, la gran campaña solidaria de la Camera de Comercio sigue dando una mano, o concretamente, un lugar donde quedarse, a estas personas “del puente”. En un esfuerzo en conjunto, habilitaron un almacén con colchones, mesas, duchas, alimentos y todo lo necesario para que más de 200 personas pudieran quedarse ahí para las dos semanas de cuarentena. El día siguiente se vivió el mismo escenario en el puente, así que habilitaron el Colegio Libanés como albergue para 80 mujeres y sus niños. Como algunas personas tienen problemas de salud, como la diabetes, también recolectaron medicinas para ellos. “Hacemos todo lo posible para que todos juntos salgamos de esta pandemia que ahora nos toca como ciudad”, dice. “Cuando tenga otros emprendimientos sociales te aviso”.

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