Publicado el 2020-04-20 In Alianza de Amor Solidaria en tiempos de Coronavirus

Mi estancia familiar … ¡mi capilla!

MEXICO, Gabriela de la Garza •

Si en enero pasado alguien me hubiera dicho que mi mundo, el mundo, se paralizaría, que a la gente sana se nos iba a pedir permanecer en casa y tener distanciamiento social, que la economía alrededor del planeta se vería afectada por un pequeño e invisible enemigo llamado Covid-19, hubiera pensado que eso solo era posible en una película de ciencia ficción. Sin embargo, la realidad ha superado las pesadillas más locas. —

Esta pandemia que nos tiene confinados en nuestros hogares ha sido un gran reto, no solo para los negocios y para un sinfín de planes personales, sino también para la vida familiar. En mi caso, estoy pasando la cuarentena con mi esposo Guillermo y dos hijos profesionistas trabajando ahora desde casa, así que la mayor parte del día oigo juntas con clientes, discusiones, negociaciones o trámites y casos por resolver.

Sin embargo, también hemos descubierto algo diferente en un espacio de nuestro hogar: nuestra estancia familiar. Aquí donde usualmente solo veíamos tele, leíamos, platicábamos y jugábamos juegos de mesa, ahora es desde donde nos conectamos a través de internet y nos unimos con la familia de Schoenstatt Monterrey en el rezo del Rosario, la misa diaria y desde donde seguimos y vivimos todos los oficios de Semana Santa. Esto ha sido un gran consuelo y alimento para nuestro espíritu, pues además de oír la palabra siempre viva de Dios, escuchamos las voces de gente conocida que canta y lee las lecturas y ya no nos sentimos tan aislados.

Nos sabemos entrelazados con ella por la Alianza de Amor

Siguiendo la corriente que en varios países surgió, el sábado 18 de Abril, durante el segundo día de Alianza estando en cuarentena, las familias de Monterrey y Chihuahua – y quizá de otros lugares- coronamos cada uno en su casa, a nuestra querida Madre como Reina de la Salud y de la Vida, implorando su intercesión ante este tiempo  tan difícil y desafiante que vivimos, porque nos sabemos entrelazados con ella por la Alianza de Amor, poniendo nuestros anhelos, temores, retos….¡todo! en su regazo maternal. La imagen de la Virgen que desde hace casi veinte años está en nuestra estancia familiar, ahora luce una sencilla corona que hicimos con material que teníamos en casa, así como la imagen de un pequeño retablo que tenemos en una mesita, también recibió su corona.

Nos sentimos ahora más que nunca, amados, cobijados y cuidados porque la Reina está con nosotros.

Reina de la salud y de la vida, recibe tu Corona, ¡Manifiéstate y vence!

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1 Responses

  1. pablo luis d'amico dice:

    Felictaciones Gabriela por la historia que nos ha compartido. Ahora esto me inspira para crear algo similar en nuestra Casa para mi esposa Laura y nuestra hija Celina. Gracias! Pablo desde Seattle, USA.

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