Las dos moneditas de la viuda pobre

PARAGUAY, P. Pedro Kühlcke •

La Navidad es un tiempo difícil para los jóvenes privados de libertad en la cárcel de menores, cerca de Tupãrenda, cargados de culpa, soledad y añoranza… Como todos los años, con la Pastoral carcelaria “Visitación de María” nos estamos preparando para ofrecerles una buena cena navideña, con regalos, cantos y oraciones: ¡el Niño Dios quiere nacer en los corazones de ellos también! —

Navidad en la carcel, 2020

Ayer en la Misa dominical en Tupãrenda pedí ayuda para poder financiar esa cena y los regalos. Me emocioné mucho cuando después de la Misa, al costado, medio escondida, me estaba esperando una mujer muy humilde con un anciano.

– Pa’i, soy la mamá de Pepito, del pueblito de XX. Mi patrona a veces me trae a la Misa aquí en Tupãrenda. ¿Te acordás de mi hijo? Hace mucho tiempo había estado en la cárcel de menores, y también empezó el programa de ustedes en la Casa Madre de Tupãrenda.

– ¡Claro que me acuerdo! Lamentablemente desertó del programa al poco tiempo… ¿Qué pasó con él?

– ¡Ay, pa’i!

Casi llorando de quebranto me contó que Pepito nunca pudo superar su adicción a las drogas; entra y sale de la cárcel, ahora ya la de mayores; casi nunca está en su casa.

– Pero siempre me acuerdo de cómo ustedes les ayudaban a Pepito y a los demás, con las visitas de los sábados, y la cena navideña. No tengo casi nada, pero les quiero ayudar para la Navidad en la cárcel.

Me dio un billete de 5.000 Guaraníes, y el abuelo, otro de 10.000: en total, menos de dos euros. Yo sentí que la pobre viuda del Evangelio (Mc 12) se hizo presente en la iglesia de Tupãrenda, y que ¡nada va a faltar este año para nuestra cena navideña en la cárcel de menores!

¡Gracias a todos ustedes, que siempre nos apoyan, porque así Jesús va a poder nacer en muchos corazones en esta Navidad!

P. Pedro Kühlcke

13 de diciembre de 2021

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