Publicado el 2019-04-20 In schoenstattianos

«La lágrima del alma». El libro de poesías de Maria Lucrezia Rallo

ITALIA, Pamela Fabiano •

Hace unos días se publicó el libro de poesías “La lacrima dell’anima” (Ed. La Zisa, Palermo 2019) de Maria Lucrezia Rallo, una chica de sólo 17 años que fundó la Juventud Femenina y las Pequeñas Apóstoles de Schoenstatt en Sicilia. —

Nos hemos encontrado con ella para que nos cuente sobre esta aventura y darles un mensaje de esperanza a nuestros lectores: nuestros jóvenes italianos son realmente, como dice el Santo Padre, no solo el futuro sino también el «hoy» de nuestro país. A través de la literatura, el arte, la cultura, los jóvenes pueden cambiar el curso de la historia italiana. Maria Lucrezia vive esta hermosa responsabilidad de schoenstattiana, poniendo en práctica esa cultura de la Alianza que genera vida y mejora la sociedad.

Aquí está la entrevista:

Maria Lucrezia, eres la fundadora de la Juventud Femenina de Schoenstatt en Sicilia y de las Pequeñas Apóstoles de María. ¿Cómo comenzó tu amor por la MTA y por las enseñanzas del Padre Kentenich? ¿Cómo continúa la aventura?

-Mi gran historia de amor con María comenzó cuando era muy pequeña, luego de una gran prueba que afectó a mi familia. Todos hemos redescubierto en ella ese cálido abrazo, que te acuna en el momento de desesperación, y el hombro sólido en el que fundar todo tu viaje de la vida.

A partir de ese momento, ha sido un crecimiento, un continuo descubrimiento de uno mismo como criaturas de Dios, y de una vida espiritual brillante y viva.

¿Cómo surgió la idea del libro «La lágrima del alma»? Además de las poesías, también hay hermosas tomas hechas por ti. Cuéntanos la génesis del proyecto y, sobre todo, el espíritu que te anima a componer poesías.

– Escribo porque siento la necesidad de moldear mis sentimientos. Creo que la poesía, de un modo particular, sublima todo lo que es negativo, y también positivo, en mi vida. «La lágrima del alma» es el fruto de un sueño que hasta hace poco definí como «prohibido» y que recientemente, gracias a la editorial La Zisa, se ha convertido en realidad. Es una alegría para mí tener la oportunidad de decir y decirme a mí misma. Incluso las fotos no son más que el complemento de la presentación completa de mi “yo”.

¿Hay algún poema en particular que nos quieras presentar? ¿Por qué?

– Cada poesía es particular y es diferente. Estoy ligada a cada palabra que la compone, porque a veces ha sido realmente agotador expresar todos los sentimientos que giraban en su entorno. Pero quizás una muy particular sea precisamente «Mamá» (página 36 del libro «La lágrima del alma»).

Es la carta de un hijo que, por desgracia, está sufriendo mucho por una madre igualmente sufriente…

No es mi historia, sino la de muchos niños que hoy, a causa de la inmigración, no pueden vivir serenamente. Elijo esta poesía porque es un argumento que me afecta mucho, y se lo debo a las muchas personas maravillosas que he conocido.

¿Cuánto tiene que ver tu ser de Schoenstattiana con tu vida? ¿En la escuela, entre los amigos, en tu compromiso social, escribiendo poesía y tomando fotos?

– Ser una «schoenstattiana» no es tanto una condición como una forma de ser. E inevitablemente esto tiene repercusiones en todo lo que hago y en todo lo que vivo.

No siempre es fácil, pero la presencia viva de Jesús y María en mi vida me ayuda a enfrentar los problemas con una conciencia diferente. Una alegría en el corazón que antes creía imposible.

Escribir es un regalo, y le agradezco a Dios por esto, y también es un acto de amor hacia quienes aún necesitan redescubrirse a sí mismos enamorados de María y de la vida. Y luego, como solía decir nuestro padre fundador, siempre trato de mantener «el oído en el corazón de Dios y la mano en el pulso del tiempo». (P. J. Kentenich)

 

Original: Italiano, 19/04/2019. Traducción: Ana María Ghiggi, Santa Fe, Argentina

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