CHILE, Carmen Rogers. A-Dios, Mónica Fernández, militante de la Rama de Profesionales de Santiago Cordillera y misionera predilecta de la Mater Peregrina… Había comenzado su peregrinación hacia el 18 de octubre de 2014… y quiso el Padre que llegara antes que muchos.
«… y el cielo tocó la tierra». Así encabezaba Mónica su relato de la peregrinación de 23 profesionales a Schoenstatt en el año 2000.
Y concluía de esta manera: «las interrogantes que emergieron a lo largo del viaje, al fin estaban contestadas. Conocer el lugar fue conocer al Padre Fundador y su obra, como también la humildad de aquel hombre santo. La palabra amor era el común denominador en todas las personas que aquí conocimos, ya que nos hicieron sentir realmente como las hijas predilectas del Padre».
Chofer de la Mater
«Amor» es también la palabra que retrata a Mónica. Amor profundo y coherente a Dios y a su querida Mater. Amor y entrega total a Schoenstatt en la Campaña de la Virgen Peregrina, donde se convirtió en «chofer de la Mater», como decía, desde que la Imagen Auxiliar llegó desde Brasil a nuestro Santuario Cenáculo de la Providencia. Llegó a cambiar su auto este verano por uno con más espacio para acoger a la Imagen Auxiliar.
Amor que la llevó a convertirse en ejemplo de entrega y servicio a la Mater, llevando su Imagen Auxiliar a colegios, municipios, cárceles, coordinando horarios y buscando lugares nuevos.
Amor convertido en horas confeccionando rosarios para tantas personas…
Amor traducido en oración permanente, vinculación diaria al Santuario.
Amor expresado en amistad sincera a sus hermanas de grupo, su Rama y su grupo de apostolado.
En brazos de la Virgen Peregrina
El 8 de marzo, «esta vez ella en brazos de la Peregrina», Mónica Fernández, después de dos derrames cerebrales, se ha ido al cielo.
Mónica, del Grupo Sendero del Tabor, llegó a la fiesta partiendo desde la Capilla de las Hermanas junto al Colegio Mariano. Había comenzado su peregrinación hacia el 18 de octubre de 2014… y quiso el Padre que llegara antes que muchos, ¡seguramente porque en el cielo, bendito sea, no hay relojes ni calendarios y el tiempo de Dios es todo el tiempo!
Un gran A-Dios a nuestra amiga Mónica, fue un ejemplo de fidelidad a la Alianza de Amor, valiente y asemejada a su Madre y Reina. Es una más de tantas semillas que quedan en la Tierra fértil de Schoenstatt, y hoy sigue dando maravillosos frutos con su ejemplo que ha marcado nuestras vidas. Que bendición fue haberla conocido. Gracias Schoenstatt por esta gran familia.
Nuestra querida Mónica era una excelente misionera, pero además era nuestra querida compañera en el viaje hacia el Padre. Compartimos muchas misiones, pero sobre todo mucha amistad sincera,la entrega de Mónica era total y siempre decía que estaba lista para partir hacia el hogar definitivo, te extrañamos mucho pero sabemos que vas con nosotros al 2014.
Si bien no he conocido a Mónica, me maravillo una vez más sobre la delicadeza de nuestra Reina: el acompañarla Hacia el Padre, justamente en el Día Internacional de la Mujer. La manera en que ha descripto a Schoenstatt es la que, según mi humilde opinión, mejor refleja nuestro Teruño. Con nuestra MTA, ésta, nuestra Misionera, nos ayudará en el camino hacia 2014.