Cuando Jesús felicitó a María en el día de su santo

H3M, Maria Fischer •

12 de septiembre, fiesta del Dulce Nombre de María. Durante muchos años Maria Tedeschi (+ 2016) y yo nos habíamos felicitado con mucha alegría en este día, orgullosas de celebrar nuestro onomástico en este día, que casi nadie más tiene en mente. Con un poco de tristeza pienso en esos hermosos momentos este 12 de septiembre mientras hago la visita de todos los domingos en el hogar de ancianos. —

No conozco su verdadero nombre. Entre nosotros le llamamos «Jesús» por sus cabellos blancos como la nieve y sus gestos, que tienen algo de bendición. Como siempre, él está sentado en silencio en su silla de ruedas en el comedor del grupo de residentes, saludando como siempre con un fino gesto…

Me despido con un par de frases simpáticas. Lo hago siempre, una forma de distraer la atención de la pena que produce la despedida. Como siempre, converso con los residentes y surge un comentario respecto a mi día de santo. “¿María?”, preguntó uno de los residentes”. “ ¿Usted se llama María?”. Sí, le contesté yo. “¡Feliz día de su santo! Yo le tengo mucho cariño a la Santísima Virgen”.

Como si fuera una señal, «Jesús» comenzó a moverse, se acercó alrededor de la mesa en su silla de ruedas y extendió su mano. «Él quiere felicitarla», dijo el residente, que le tiene cariño a la Virgen.

«Jesús» no dijo ninguna palabra. Me agarró la mano con firmeza, con mucha fuerza, me miró, apretó nuevamente mi mano. Fue sólo un momento, sin palabras, sencillo, conmovedor.

Jesús saludó a María en el día de su santo.

Original: Alemán 14/9/2021. Traducción: Tita Andras, Viena, Austria