Publicado el 2014-04-04 In Temas - Opiniones

¿ES USTED “APOSTOLABLE”…?

Carmen M. Rogers. No busques en el diccionario de la RAE; ni siquiera en Google. La palabra no está porque es nueva, recién nacida para un momento determinado. Nace del verbo portugués “apostolar”, más directo, más breve, más simple, más cercano.

 

El Papa Francisco comenzó quitándole ropajes solemnes a la evangelización-catequesis invitándonos a compartir  “la alegría del Evangelio”. Esa alegría que no se puede menos que regalar porque surge desbordante del corazón. Esa alegría que es solidaria por esencia; que mira al otro, que busca aquello (pequeñito) que el otro necesita hoy, ahora, aquí.

 

  • Apostolar es… detener el auto para ceder el paso aunque tengas la preferencia.

  • Apostolar es… invitar a dar unos pasos de baile a esa niña feúcha que se ve tan sola en medio de una multitud.

  • Apostolar es… decir “voy a comprar” por si alguno quiere ahorrarse el viaje y encargarte algo.

  • Apostolar es… escuchar. Y si puedes, aconsejar.

  • Apostolar es… darse la lata de ir a visitar a esa tía viejecita que ya ni te oye, pero se aferra a tu mano cuando tienes que dejarla. Y echar una mirada a los medicamentos para ver si no le falta nada.

  • Apostolar es… pagar los impuestos,  respetar las leyes, conducir a la velocidad indicada aunque no sea vea ningún policía.

  • Apostolar es… vivir la cultura de alianza estés donde estés y con quien estés.

No es tan simple. La única forma de convertirlo en un hábito se busca  en el Santuario.
Allí aprendemos a regalarnos siempre como instrumentos de amor en las manos de la Mater.

¿Nos desborda ese amor? ¿Empapa toda nuestra vida? ¿Se trasluce en nuestro actuar?
¿Somos los schoenstattianos “interrogantes irresistibles” (¿qué tiene esta persona que es así… que sólo siendo me alegra la vida?).

Apostolables son los hijos, los amigos y enemigos, el almuerzo con  los abuelos el domingo, los nietecitos bulliciosos que me “depositaron” en casa cuando me disponía a tomarme  la tarde del sábado para mí.
Apostolable es la telefonista del call center que eternamente llama en el peor momento para venderte algo que no quieres.
Apostolable… ¿verdad que sería iluso pretender evangelizar con una sola sonrisa?

Sin embargo,  apostolar se puede. Y es más viral que twitter. O más contagioso si ya pasamos los 50 años.

Cientos y miles de situaciones, momentos, lugares y personas apostolables esperan por ti. Es tu regalo jubilar.

Y el regalo para ti: cuando compruebes que todo el mundo y todo en el mundo es apostolable… ¡verás el mundo de otro color!

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¿ES USTED “APOSTOLABLE”…?

Carmen M. Rogers. No busques en el diccionario de la RAE; ni siquiera en Google. La palabra no está porque es nueva, recién nacida para un momento determinado. Nace del verbo portugués “apostolar”, más directo, más breve, más simple, más cercano.

 

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