BRASIL, Marcos y Cassiane Weizenmann. Pocos días después de la Jornada Nacional de la Rama de Familias de Brasil, se vivió una alegría especial: El Sr. Paulo Cunha (Jefe de la Liga de las Familias de Niterói) tuvo un encuentro con el Papa Francisco el 7/4/2014. El acompaño al Cardenal de Rio de Janeiro, Mons. Orani, en la visita al Papa, para agradecerle la JMJ Rio 2013.
Regaló al Santo Padre una foto del Padre Kentenich con el ideal nacional de las Familias de Brasil: SANTUARIO VIVO DE SCHOENSTATT, UN NUEVO NAZARET, TABOR PARA EL MUNDO.
¡Alegría que se transforma en compromiso!
DISCURSO DEL SANTO PADRE FRANCISCO A LOS MIEMBROS DEL COMITÉ DE LA XXVII JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD EN RIO DE JANEIRO
Palacio Apostólico, lunes 7 de abril 2014
Queridos amigos,
Nueve meses después de mi inolvidable viaje a Brasil, donde fui recibido con los brazos abiertos por el pueblo carioca, siento una alegría especial hoy dando la bienvenida a este grupo, dirigido por el arzobispo cardenal Orani Tempesta, que representa a todos lo que de alguna manera colaboraron en XXVIII Jornada Mundial de la juventud, haciendo posible que el amor de Dios toque – literalmente – el corazón de millones de personas. Hablando de corazón, tengo una confidencia que hacerles: Cuando llegué al Brasil, en mi primer discurso oficial, dije que quería unirme al inmenso corazón del Brasil pidiéndole permiso para tocar suavemente la puerta y pasar la semana con el pueblo brasileño.
Sin embargo, al final de esa semana, regresando a Roma, lleno de nostalgia, me di cuenta de que los cariocas ¡son unos «ladrones»! ¡Sí, «ladrones”, que se robaron mi corazón! Tomo su presencia aquí hoy para darles las gracias por este «robo”: Gracias por haberme infectado con su entusiasmo allí en Río de Janeiro, y por ayudarme hoy a «matar » las nostalgias del Brasil.
Como ya he dicho, cada uno de los aquí presentes representa a los laicos, religiosos, sacerdotes y obispos que dieron sus generosas contribuciones durante la Jornada. Sé que no fue fácil de organizar un evento de este tamaño. Me imagino que a veces, algunos pensaron que no podría salir bien. Por lo tanto, basta mirar atrás y ver que las horas de trabajo, los sacrificios, e incluso los desacuerdos pasajeros son poco, en comparación con la grandiosa acción de Dios en nuestros pobres recursos humanos. Es la dinámica la multiplicación de los panes.
Cuando Jesús pidió a los apóstoles que diesen de comer a la multitud, ellos sabían que era imposible. Sin embargo, fueron generosos. Dieron al Señor todo aquello que tenían. Y Jesús multiplicó sus esfuerzos. ¿No fue lo eso que pasó con la Jornada Mundial de la Juventud? Pero no sólo debemos mirar hacia atrás. Más bien debemos mirar hacia el futuro, fortalecidos con la seguridad de que Dios siempre va a multiplicar nuestros esfuerzos. Jesús nos repite constantemente: «Dadles vosotros mismos de comer » (Mc 6 , 37 ) .
Así este milagro vivido en la Jornada de la Juventud se debe repetir todos los días, en cada parroquia, en cada comunidad, en el apostolado personal de cada uno! No podemos estar tranquilos sabiendo que todavía hay «muchos hermanos que viven sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, y sin una comunidad de fe que los acoge, sin un horizonte de sentido y de vida » ap ( Apostólica . Evangelii Gaudium , 45 ) .
Por lo tanto, es necesario repensar esas tres ideas que, en cierto sentido, resumen todo el mensaje de la Jornada Mundial de la Juventud: idos, sin miedo, para servir. Debe ser una «Iglesia en marcha » ( cf. ib. , 20 ) , como discípulos misioneros que no tienen miedo de las dificultades , porque hemos visto que el Señor multiplica nuestros esfuerzos , y siempre estamos más motivados para servir , dándonos sin reservas , llenos de la alegría del Evangelio .
Queridos amigos, en la realización de este compromiso, miramos el ejemplo de José de Anchieta , el Apóstol del Brasil, recientemente declarado santo. En una de sus cartas, escribió: «Nada es difícil para aquellos que arden en sus corazones y cuya única finalidad es la gloria de Dios y la salvación de las almas, por las cuales no dudan en dar su vida » (Carta al P. Tiago Laynez). Porque es a través de su intercesión que les animo a seguir adelante con alegría y coraje, en la hermosa misión de mantener vivo en el corazón de los brasileños la llama del amor por Cristo y su Iglesia.
Nuevamente agradezco la presencia de ustedes y les pido que no dejen de rezar por mí. ¡Muchas gracias!
Traducido del portugués. Kikito Vazquez, Asunción – Paraguay
