PARAGUAY, redacción •
Algo más de mil peregrinos hubo en Tupãrenda a lo largo del 18 de octubre. Los 18 de octubre en el santuario nacional de Paraguay son de novela, normalmente, con miles y miles de personas. Pero la pandemia ha cambiado todo. El año pasado solo hubo celebración virtual. Debido a las restricciones sanitarias que impiden la concurrencia masiva de fieles en Tupãrenda, este 18 de octubre asistieron 400 personas en cada una de las misas de la mañana y del mediodía, que se celebraron dentro de la Iglesia Santa María de la Trinidad. —
Así se festejó el 40° aniversario de la bendición del santuario. El lema de la fiesta de este año es, “Desde el Santuario, forjando la Nación de Dios”, y las misas estuvieron a cargo de monseñor Joaquín Robledo, obispo de la diócesis de San Lorenzo, el P. Pedro Kühlcke, el P. Oscar Saldívar y el P. Martín Gómez Asencio.
La segunda misa fue especialmente dedicada a la juventud. Estuvo presidida por el padre Pedro Kühlcke, capellán del Centro Educativo Itauguá y director de la casa de reinserción personal y laboral “Casa Madre de Tupãrenda” ubicado en el mismo predio, que alberga a jóvenes de 16 a 20 años que estuvieron presos. En dicha institución, durante nueve meses, los jóvenes aprenden a mejorar su calidad de vida y a realizar trabajos de habilidades blandas, horticultura, confección industrial y panadería.
Proyección social de la Alianza de Amor
Durante la homilía, el P. Pedro refirió que “la juventud como futuro de una nación debe ser una atendida, educada con valores y principios morales elevados, de acuerdo a la palabra de Dios. Solo de esa manera se podrá desarraigar la violencia, la corrupción, y los males que afligen a nuestra sociedad actual, ya que los jóvenes son el futuro”.
‘‘Queremos que Paraguay sea cada vez más “nación de Dios”. Si miramos la realidad de nuestro querido Paraguay, vemos algunos signos de esperanza. Por ejemplo, en esta última campaña por las elecciones municipales, a mí me dio alegría ver muchas caras nuevas, mucha gente comprometida que realmente quería jugarse y quiere jugarse por este nuevo Paraguay. El tema de las listas desbloqueadas, todo un símbolo de más democracia, de más poder para el pueblo. Hubo cambios muy positivos en algunas ciudades’’, refirió.
Pero también, mencionó la otra realidad, la negativa, afirmando que nuestras campañas políticas siempre fueron sucias, pero esta última le impresionó porque no solo fue sucia sino también sangrienta. ‘‘En mis 16 años de vivir en este bendito suelo nunca había registrado eso, que se peleen literalmente a muerte por el poder, que haya candidatos asesinados. Yo no me acuerdo de eso. Siempre corrían ríos de dinero sucios, ahora también corrieron ríos de sangre’’, comentó.
También manifestó que ‘‘duele mucho’’ ver que los corruptos vuelvan a ser elegidos como si nada pasara y se preguntó ‘‘¿De dónde viene todo ese dinero con el que se pagan los votos? El que paga para ganar, roba para seguir… o algo así, dice un dicho que anda dando vueltas bastante. ¿Koa piko ñande paraguái jaipotáva? ¿O queremos una nación de Dios?”, lanzó el interrogante.
Seguidamente hizo referencia a la forma de ver el poder y la política que tienen muchas autoridades. ‘‘Conocemos a varios que creen que son los dueños de Paraguay, que creen que Paraguay es de su propiedad privada. Hay algo muy humano en esa pelea por el poder, por estar en los primeros puestos, por tener la manija, pero hay algo muy demoníaco también porque el poder pervierte y el poder absoluto, absolutamente, como decía un filósofo’’, precisó.
El sacerdote recordó a los fieles que, para Jesús, poder es igual a servicio, el primero es igual al último y todo lo demás proviene del demonio.
Gran atención medial
Como cada año, los medios de comunicación se hicieron presentes con entrevistas y reportajes, antes y después del 18 de octubre en la prensa nacional y varios canales de radio y televisión.
Aunque genera un sentimiento raro ver el gran predio del santuario de Tupãrenda casi vacío un 18 de octubre, esta “celebración en modo Covid-19” da esperanza. Los peregrinos volvieron, aun no en grandes números, pero volvieron. Y que los medios destacaran la proyección social, especialmente desde la prédica del P. Pedro, es aún mejor signo de esperanza.
