Publicado el 2015-11-13 In Vida en alianza

Un corazón alegre que se entrega a María

BRASIL, Gabriel Felipe Oberle •

El pasado 31 de octubre, el Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt vivió un momento muy fuerte e importante: la ordenación diaconal de un brasileño. Con el lema «mi espíritu se alegra en Dios mi Salvador, porque vio la pequeñez de su sierva» (Lc 1, 47-48), Ailton Alves Brito se ordenó diácono en el Colegio Mayor Padre Kentenich en Santiago, Chile. La alegría de María en su conversación con Isabel resplandece en la alegría de Ailton mientras se prepara para servir a Jesús.

En los días previos a la ordenación, Ailton estuvo de retiro en el monasterio de los Padres de Schoenstatt, que está al lado del Colegio Mayor. Allí él se pudo preparar con mayor intensidad para ese gran paso que daría en su vocación. Al abrir el corazón como un pequeño siervo, en su retiro, los hermanos seminaristas prepararon todos los detalles para la celebración: organizar los bancos de la capilla para que todos pudieran participar en la Misa, poner flores a la Mater, ensayar las canciones para que todos pudieran cantar juntos… éstos eran no solo los pedidos de Ailton, sino también fue el clima que marcó la ordenación: ¡una fiesta para todos! Ailton era la representación de la alegría que todos sentíamos con él.

Pero ¿de dónde salió tanta alegría? Del Corazón de María! De cada día que Ella pasó al lado de Ailton y lo guió en la vocación sacerdotal.

Un poco de su historia

En el año 2006 entró al noviciado de los Padres de Schoenstatt, viajando al interior del Paraguay, a un lugar llamado Tuparenda («Tierra de Dios» en guaraní), donde vivió durante dos años. También como período probatorio trabajó en un hospital en la Argentina. Este tiempo fue notable para él y para su familia. Su hermano, Genoílson Brito Alves dice: «Al principio mis padres sentían un poco de inseguridad, ¿dónde va a ir? ¿Cómo será? ¿Quién lo cuidará? Pero, como siempre lo han hecho, confiaron y le permitieron que abriera sus alas». La familia siempre ha sido un punto importante para Ailton. Sus padres, María y Manuel, y sus hermanos, Genoílson y Lucas Brito Alves, son parte de este viaje, aunque toda la formación haya tenido lugar lejos de la patria, de São Bernardo do Campo, SP. Por supuesto, la Juventud Masculina de San Bernardo fue también uno de los pilares de esta vocación – y en el contacto con la Juventud Masculina de Schoenstatt, ( Jumas) es donde María comienza a conquistar el corazón de Ailton.

Los otros pilares que lo ayudaron durante ese tiempo fueron la propia Madre de Dios, el llamado a ayudar a la gente como Jesús ayudó a su entrega por la comunidad. Estas características hacen de Ailton un carácter único entre los Padres de Schoenstatt – no porque los otros padres no sean únicos, sino debido a que no se compara a ningún otro. Todas las personas que, en algún momento, tuvieron la oportunidad de hablar con Ailton, no salieron sin antes dar una buena carcajada.

Otros momentos importantes marcaron su camino vocacional. En 2011 hizo su internado pastoral en Londrina, PR, en colaboración con la Juventud Masculina de la Regional Paraná, acompañando de cerca a varios miembros de la Juventud. En 2014 vivió en Puente Alto, en una pequeña casa en un barrio sencillo de Santiago, junto con otros tres hermanos de curso, por supuesto, allí los cuatro trabajaban en la capilla Señor de la Misericordia y en el Colegio José Kentenich, que está al lado de la capilla. En estos dos períodos Ailton creó lazos de amistad que son evidencia de ese espíritu alegre y entregado.

Con la mirada misericordiosa de Cristo

De su ordenación, un detalle llamó la atención desde la invitación para la Misa. El lema elegido por el ordenado era una frase del Magnificat, pero la imagen que estaba abajo no tenía ninguna conexión visible. Solo este detalle permite reconocer en Ailton, el desorden ordenado, que tiene muchos significados ocultos.

El diseño elegido fue una pintura de un sacerdote alemán, conocida como «La cena de los pecadores», que representa el encuentro de Jesús con las personas marginadas que son retratadas en la Biblia (como el fariseo, el extranjero, la prostituta, etc.) a los ojos del mismo Cristo. Y así Ailton quiere vivir su futuro sacerdocio con alegría entre las personas que más necesitan del amor del Padre.

Día de acción de gracias

En la ceremonia de ordenación diaconal abundaron los momentos que llevaron a los asistentes a sentir la emoción que el joven sentía. En el canto de la Letanía, cuando se pide la intercesión de los santos para el ordenando, mientras está postrado en el suelo, o cuando se pone por primera vez la estola y la dalmática (vestimentas propias del diácono) con la ayuda de su hermano Lucas, del compañero de siempre y hermano de comunidad Deilton Coelho y del amigo P. Pablo Mullín. En su homilía, el obispo Pedro Ossandón, obispo auxiliar de Santiago, dio a Ailton algunos consejos para ese momento: dormir temprano, ser amable con la gente y confesarse siempre.

La presencia de un nuevo diácono, que se ordenará sacerdote en breve, es una gran alegría para todo Schoenstatt. Genoílson representa este sentimiento que es parte también de la familia, «que tener un hermano sacerdote, además de ser peculiar, es una garantía inconsciente de unión dentro de la familia y por la persona de él, le damos la bienvenida con gran orgullo a todos los Padres de Schoenstatt que tanto contribuyen en nuestras vidas», no solo para los padres, sino también a toda la familia de Schoenstatt que se une a la alegría de este nuevo sí.

Con profunda gratitud a la Familia de Schoenstatt dio gracias al buen Dios y María por esta vocación que se dedicará al servicio de la Obra, también a todos los que colaboraron en el camino vocacional de Ailton, especialmente sus padres, Manuel y muy profundamente, la señora Maria do Socorro Alves de Brito, quien regresó al Padre esta semana y junto al amor de Dios canta el Magnificat con la Madre Tres Veces Admirable por la entrega de su hijo como un diácono de la Iglesia. Nos regocijamos con ustedes por esta vocación que le dio su corazón para llevar el amor de Dios a todas las personas.

 

Fuente: www.maeperegrina.org.br

Original: portugués. Traducción: Kikito Vázquez, Asunción, Paraguay

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