Publicado el 2015-10-18 In Vida en alianza

Fue ordenado el primer Padre de Schoenstatt del nuevo siglo: Julio Fabiano Rodrígues Afonso

BRASIL, Karen Bueno y Nikolas Oliveira Garcia •

“Señor, Tú sabes que te amo”. Esta frase del Evangelio de Juan (21, 15) inspira y orienta la vida sacerdotal del nuevo Padre de Schoenstatt brasileño: Julio Fabiano Rodrígues Afonso, ordenado el sábado 10 de octubre. Con gran alegría la Familia de Schoenstatt se reunió para celebrar ese momento único para toda la Obra en el Brasil y dar gracias a Dios por otro sacerdote que se consagra al servicio de la Iglesia por medio de Schoenstatt.

En esta solemnidad, celebrada en la parroquia de San Juan Bautista, en Atibaia, San Pablo, participaron representantes de las comunidades del Movimiento provenientes de diversas ciudades y estados del país unidos en una sola Familia. Además llegaron algunos chilenos de Santiago para acompañar la ordenación, y por Internet asistieron en directo personas de todo el mundo.

El P. Afonso Wosny dio la bienvenida en nombre de la parroquia, de la Familia de Schoenstatt de Atibaia y del Instituto Secular de los Padres. En la procesión de entrada estaban todos los Padres de Schoenstatt de Brasil, sacerdotes de la diócesis de Braganza Paulista, seminaristas, diáconos y Padres de Schoenstatt de la Argentina y de Chile. Cerró la procesión el obispo diocesano, Mons. Sergio Aparecido Colombo, que presidió la Eucaristía.

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“Nunca se canse de ser misericordioso”

El rito de la ordenación comienza con un diálogo entre el obispo y el superior de los Padres de Schoenstatt en el Brasil, P. Vandemir Meister. El obispo pregunta si el candidato al sacerdocio es digno de este ministerio y el superior confirma que sí y da testimonio de su vocación.

Sigue la homilía, Mons. Sergio da consejos al diácono y futuro sacerdote sobre la vida ministerial y el cuidado con los sacramentos. Las palabras del Santo Padre son la base de su reflexión: “Permítame ahora hablarle a su corazón, como lo hizo el Papa Francisco al ordenar a un grupo de presbíteros: nunca se canse de ser misericordioso. Por favor, busque siempre la capacidad de perdón que el Señor le dio, Él no vino a condenar, sino a salvar”. Y añade: “No lo olviden: solo amamos porque Él, Dios, nos amó primero. No con un amor abstracto, sino con un amor creativo, que lleva al encuentro con el otro para experimentar la solidaridad, la misericordia; un amor capaz de superar el odio, la mentira, un amor que salva”.

Lee el Evangelio (Jn. 21,1-19) de donde tomó su lema sacerdotal el P. Julio Fabiano. El Obispo destaca la figura de San Pedro: “Consciente de su infidelidad, pequeñez y flaqueza, Pedro ciertamente ama a Jesús con su pobre amor. Se sabe indigno de su Señor, pero es así como Él lo quiere. Quiere que le entregue su pobreza y Pedro comprende que a Jesús le basta su pobre amor, lo único que es capaz de darle. Es así como Jesús quiere a Pedro, confía en él, confirma su primer llamado”.

Continúa Mons. Sergio Colombo diciendo que es el espíritu osado del apóstol el que debe contagiar el corazón del sacerdote. “Como Pedro, que su ministerio sea rico en la gratuidad, en la pobreza, que entregue diariamente su ser a Aquel que lo llamó: en la pobreza y en la gratuidad será capaz de llegar hasta el fin. Sea de verdad un siervo de Jesús, elegido para anunciar el Evangelio, también para el Instituto de los Padres de Schoenstatt, y, como María, cultive la espiritualidad del abandono y de la entrega confiada de su vida y de su ministerio en las manos de Dios”.

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Un pequeño instrumento

Continuando con el rito de la ordenación Mons. Sergio interroga al diácono Julio, que libremente manifiesta su deseo de asumir el ministerio sacerdotal. Seguidamente hace la promesa de obediencia y se postra en el suelo en una demostración de confianza plena y de entrega total a Dios. Es un momento de profunda oración de todos los presentes, que acompañan de rodillas esa hora sagrada.

Después de la imposición de manos, que es el momento en el que el obispo comunica el Espíritu Santo al diácono y reza consagrándolo sacerdote, los padres del P. Julio llevaron al altar los ornamentos, entregándolos al obispo. El P. Pedro Cabello y el P. Clodoaldo Kamimura fueron los elegidos para revestir al nuevo sacerdote con los ornamentos sacerdotales. Ellos fueron los primeros asesores de Julio cuando él ingresó al Movimiento de Schoenstatt.

Con la unción de las manos del nuevo sacerdote y la entrega del pan y del vino, concluye el rito de la ordenación del P. Julio Fabiano Rodrígues Afonso, el primer brasileño ordenado en este nuevo siglo de Schoenstatt.

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“Sión es mi Familia, Sión es nuestra Familia”

Las primeras palabras del neo sacerdote son de gratitud. Manifiesta cuán importante es que estén presentes en esta ocasión sus amigos, familiares, conocidos, hermanos en la Alianza de Amor. Se emociona al agradecer a los Padres de Schoenstatt: “Sión es mi familia, Sión es nuestra familia, somos hijos de la promesa, hijos de la Providencia, hijos amados del Padre; me llena de orgullo y de esperanza el sacerdocio compartido con ustedes”. El momento más fuerte es cuando agradece a Dios y a la Madre y Reina Tres Veces Admirable, con profunda emoción: “Señor, Tú sabes todo, sabes que te amo y que quiero dar testimonio de ese amor”.

Para el Instituto Secular de los Padres de Schoenstatt y para toda la Obra en el Brasil es un momento de gratitud y alabanza: “Esperamos que Julio sea un Padre bastante carismático, amplio para captar la vida, para entregarse en las manos de Dios y también para transmitir la gracia, ofreciéndolas en las manos y en los corazones de los demás”, dijo el P. Vandemir.

En ese momento surgieron muchos sentimientos para el nuevo sacerdote, sobre todo la gratitud: “El corazón desborda de alegría, de gratitud al Dios del amor que fue fiel conmigo, fue fiel a tantas personas. Creo que el sacerdote del nuevo siglo tiene que ser un sacerdote de Jesucristo, como fueron los del primer siglo, de ese Jesús que nos enseñó a estar atentos a la vida de los demás, a mirar al mundo, a las personas, con los ojos de Dios y así transmitir su bendición”.

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Un poco de la historia del P. Julio Fabiano

Julio Fabiano Rodrígues Afonso nació en Atibaia el 11 de mayo de 1979. Sus padres son Julio y Emilia. Es el menor de tres hermanos. Juliano, el mayor, está casado con María Aparecida y tiene dos hijos: Guillermo y Thiago. Marcos está casado con María Oxana y tiene dos hijas: la pequeña Luisa y la recién nacida Helena.

El primer contacto de Julio con el Santuario de Schoenstatt ocurrió en la catequesis, pero solo algunos años más tarde, cuando tenía 13 de edad, integró el primer grupo de Pioneros de Schoenstatt en Atibaia. Sus años de juventud estuvieron marcados por los encuentros, campamentos y actividades de la JUMAS, como también por su interés por la música: tocar la guitarra y cantar. Por ese motivo Julio dio clases de guitarra antes de ingresar en la universidad, donde se graduó en tecnología informática. Los cuatro años de universidad fueron de mucho estudio, monitoreo de clases, experiencias laborales y luego el discernimiento vocacional al sacerdocio.

En 2005 ingresó al postulado de los Padres de Schoenstatt, y al año siguiente en el noviciado íbero americano en Tupãrenda, Paraguay. Con sus hermanos, formó el curso Dilectio Patris vivens ex Sion: Amor vivo del Padre desde Sión. En 2007 hizo su práctica de noviciado en el Centro Providencia de Montevideo, Uruguay.

En 2008 se trasladó a Chile, al Colegio Mayor Padre José Kentenich. Comenzó los estudios de filosofía y teología en la Pontificia Universidad Católica de Santiago, y realizó un apostolado con la juventud masculina del Santuario Nuevo Belén. En agosto de 2010 llegó a Jaraguá, en San Pablo, para realizar su práctica pedagógico-pastoral con la JUMAS de la Región Sudeste. En 2012 hizo el terciado en Schoenstatt y algunos estudios más profundos sobre Schoenstatt y el Padre Kentenich en Florencio Varela, Argentina. En el segundo semestre de 2012 volvió a Santiago de Chile para terminar sus estudios de teología, realizando a la vez un apostolado con los enfermos del hospital Sotero del Río. En 2014 hizo una experiencia de inserción, viviendo en una comunidad pobre de la región metropolitana de Santiago, llamada Puente Alto, acompañado por tres hermanos de curso. Allí realizó diversas actividades tanto en el barrio como en la capilla El Señor de la Misericordia.

En marzo de 2015 recibió el título de teólogo en la Universidad Católica de Santiago y el 25 de abril fue ordenado diácono en la misma ciudad. Actualmente realiza su trabajo apostólico en la parroquia Ntra. Sra. de la Concepción, en Jaraguá, San Pablo, donde continuará trabajando después de la ordenación sacerdotal.

Más fotos

Fuente: www.maeperegrina.org.br e jumasbrasil.com.br

Fotos: Cristian Rebolledo

Original: portugués. Traducción: aat, Argentina

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