CHILE, entrevista al P. Carlos Cox, por Susy Jacob •
Como una forma de apoyar la dimensión amplia del trabajo con el Movimiento de Schoenstatt, el P. Carlos Cox fue nombrado este año como encargado del Movimiento popular de peregrinos en Chile. —
El P. Carlos Cox nació en mayo de 1948 en la oficina Salitrera Victoria y estudió en los colegios de los Padres Franceses. Ingresó a Schoenstatt en 1966 y se decidió por el sacerdocio el año 1972. Fue ordenado en 1981 y su primer encargo fue en el Santuario de Nuevo Belén (Carrascal de la época) y con la Juventud Masculina. Luego fue enviado por nueve años a trabajar en la fundación de Schoenstatt en México, desde donde también atendió a varios países de Centroamérica (Panamá, Costa Rica, El Salvador y Guatemala). Volvió a Chile y con la Juventud Masculina comenzó la fundación de Schoenstatt en Cuba. Estuvo 15 años en el templo de Maipú y en la actualidad su tarea es trabajar con el Movimiento Popular de Peregrinos y acompañar a la Federación de Hombres en Chile como su asistente.
Bolsas de caridad, Santuario de Quito
¿Por qué es tan importante preocuparse de la Pastoral de los santuarios y ermitas?
– Si uno quisiera definirlo en forma simple, debemos decir que Schoenstatt es más bien un “santuario con movimiento”, que un “movimiento con santuario”. El santuario, como lugar de encuentro privilegiado de Dios con su pueblo, es donde surge la vida, la espiritualidad, la pedagogía que anima al movimiento y las múltiples iniciativas que desde allí surgen. Por eso es más que la “capillita” de una organización.
Mientras más potente es ese encuentro, más rica, fuerte y potente es la vida personal y comunitaria que Dios, a través de la alianza, desata en nosotros. Dicho en otra forma, a mayor vinculación al santuario/ermitas, mayor crecimiento en la espiritualidad y pedagogía de Schoenstatt.
¿La Pastoral es sólo para acoger a los peregrinos que llegan o hay algo más de fondo?
– El santuario no es un “club con membresía”, su acento está en el encuentro más que en la pertenencia. El papa Francisco lo explica con palabras muy sencillas y profundas cuando dice: “…La Iglesia «en salida» es una Iglesia con las puertas abiertas. Salir hacia los demás para llegar a las periferias humanas no implica correr hacia el mundo sin rumbo y sin sentido. La Iglesia está llamada a ser siempre la casa abierta del Padre. Uno de los signos concretos de esa apertura es tener templos con las puertas abiertas en todas partes. De ese modo, si alguien quiere seguir una moción del Espíritu y se acerca buscando a Dios, no se encontrará con la frialdad de unas puertas cerradas…” (EG 46, 47).
Las parroquias tienen territorios a quienes atender; los colegios recintos y horarios. Los santuarios buscan estar abiertos lo más posible, los 365 días del año, de manera que “si alguien quiere seguir una moción del Espíritu y se acerca buscando a Dios, no se encontrará con la frialdad de unas puertas cerradas”.
Los santuarios son cada día más “oasis”, en medio de nuestro agitado tiempo, como bellamente lo expresa el Papa: “Estos lugares, a pesar de la crisis de fe que afecta al mundo contemporáneo, todavía se perciben como espacios sagrados hacia los que ir como peregrinos para encontrar un momento de descanso, de silencio y de contemplación en medio de la vida, a menudo frenética, de nuestros días. Un deseo escondido hace que surja en muchos la nostalgia de Dios; y los santuarios pueden ser un verdadero refugio para volver a descubrirse y recuperar las fuerzas necesarias para la conversión” (Sanctuarium in Ecclesia, n 3).
¡Cómo resuenan las palabras del padre Kentenich a los jóvenes congregantes en los inicios de Schoenstatt!
¿Qué aportan nuestros santuarios y ermitas a la Iglesia?
– La iglesia ha descubierto y valora cada día más los santuarios como lugares privilegiados de encuentro con Dios. El documento de Aparecida describe muy delicada y profundamente lo que experimentamos muchas veces cuando vamos al santuario: “La mirada del peregrino se deposita sobre una imagen que simboliza la ternura y la cercanía de Dios. El amor se detiene, contempla el misterio, lo disfruta en silencio. También se conmueve, derramando toda la carga de su dolor y de sus sueños. La súplica sincera, que fluye confiadamente, es la mejor expresión de un corazón que ha renunciado a la autosuficiencia, reconociendo que solo nada puede. Un breve instante condensa una viva experiencia espiritual. Allí, el peregrino vive la experiencia de un misterio que lo supera, no sólo de la trascendencia de Dios, sino también de la Iglesia, que trasciende su familia y su barrio. En los santuarios, muchos peregrinos toman decisiones que marcan sus vidas. Esas paredes contienen muchas historias de conversión, de perdón y de dones recibidos, que millones podrían contar. (DA 259-260).
Nuestra red de santuarios es un enorme aporte a la iglesia en esta línea.
Santuario en Santa Cruz do Sul, Brasil
Como schoenstattianos, ¿en qué debemos crecer?
– Frente al tiempo que tenemos, a la invitación de ser “Iglesia en salida”, a la dimensión apostólica de nuestra Familia, a vivir la gracia del envío apostólico, creo que se abren tres líneas de desarrollo en los santuarios. Técnicamente son tres A:
1. Abrir santuarios
Aquí hay campo para una “gran creatividad pastoral”. Tomando en cuenta que muchos peregrinos no vienen del movimiento organizado, junto a la belleza y limpieza (muy valorados en los estudios sobre santuarios), y avisos organizativos (baños, librería, horarios…), es fundamental que haya letreros evangelizadores generales, como: “Vengan a mí los que están cansados y agobiados”, “Amo a los que me aman” …; y también aquellos que cuentan el acontecimiento fundante de ese santuario. Este tema lo queremos profundizar en el equipo de Pastoral de santuarios.
2. Acercar la alianza a muchos
Una de las realizaciones más geniales que he conocido es un gran muro pintado a la entrada del santuario de Schoenstatt en Querétaro (México), que explicaba qué era Schoenstatt y la Alianza de Amor con sus seis dones y exigencias. En una mirada, todo peregrino se informaba de qué es Schoenstatt y qué significa la Alianza.
3. Abrir la espiritualidad y pedagogía a muchos
Cursos, talleres… Hoy, muy especialmente, mediante una pastoral digital desde los santuarios.
Santuario de Corrientes
¿Cómo podemos ser más acogedores en nuestros santuarios y ermitas?
– Lo más importante es el espíritu de familia, propio especialmente del Movimiento organizado y de los propietarios del santuario, expresado en un equipo de apoyo y en un ambiente como el padre Kentenich lo describe en el “Cántico al terruño”. Es una de las tareas propias de nuestros grupos de élite, como lo describe el padre: “Lo ideal es educar cuidadosamente a los grupos de élite para que éstos capten luego a la masa (…). He aquí nuestro ideal: Élite a causa de la masa; educar una élite para luego poder captar y elevar a fondo la masa” (P. Kentenich “Pedagogía para educadores católicos”, pág. 228s.).
En los santuarios y su entorno, ¿de qué tenemos que preocuparnos especialmente?
– Uno de los aspectos más importantes, junto con la belleza, orden y limpieza, son los horarios en que están abiertos los recintos y dependencias donde hay santuarios. Hay que buscar las mejores formas, sobre todo no cerrar a horas de flujo del peregrino “típico” por razones administrativas (mediodía, temprano en la tarde).
Las ermitas, ¿tienen una misión distinta a los lugares que tienen santuario, o es la misma?
– Las ermitas son una prolongación del espíritu del santuario, lugar de encuentro y celebraciones de la familia local, especialmente de entrega de las contribuciones al Capital de gracias, y no necesariamente el lugar donde estará un futuro santuario.
Una de las conclusiones de la jornada de verano de los Padres de Schoenstatt de Chile fue “reforzar la pastoral de los santuarios”, ¿cómo quieren hacerlo?
– En la jornada de los Padres se tomó la decisión de poner más fuerza en la pastoral de los santuarios. Allí se dijo: “Es nuestro principal tesoro y tenemos la impresión de no estar tan presente como debiéramos. Nuestro anhelo es buscar caminos y generar los espacios necesarios para poder hacerlo, especialmente en los santuarios donde estamos presentes con nuestras casas filiales”. Cada filial y cada equipo están buscando la forma de hacerlo y de evaluar el desarrollo de este ámbito pastoral.
Fuente: Vínculo Octubre 2023. Con permiso.
