Sarah-Leah Pimentel. “El mandato de Jesús a sus apóstoles después de la resurrección “volved a Galilea” es el mandato de releer todo a partir de la cruz y de la victoria, de este supremo acto de amor” , dijo el Papa Francisco en la homilía de la celebración de la Vigilia de Pascua la noche del sábado. También es un llamado a todos los cristianos a “redescubrir nuestro bautismo como fuente viva, sacar energías nuevas de la raíz de nuestra fe y de nuestra experiencia cristiana”, dijo. También es una llamada a todos los cristianos a redescubrir su bautismo «como una fuente viva , dibujo nueva energía a partir de las fuentes de nuestra fe y de nuestra experiencia cristiana «, dijo.” Volver a Galilea significa sobre todo volver allí, a ese punto incandescente en que la gracia de Dios me tocó al comienzo del camino. “Volver a Galilea significa también “renovar la experiencia personal con Jesucristo, que nos llamó a seguirle y a participar de su misión… significa revivir el recuerdo de ese momento en que sus ojos se encontraron con los míos, el momento en que me di cuenta de que me amaba”. Su homilía de la Vigilia Pascual inspiró el siguiente poema.
Exsultet
El silencio de un nuevo amanecer.
El sepulcro vacío, abierto al misterio de la vida.
El ángel que me dirige a Galilea –
Origen del primer amor
La esperanza que me hace volver a creer.
La pasión que calienta a un corazón frío.
El valor de caminar hacia lo desconocido –
Origen del primer amor
El amigo que me encuentra en el camino.
El fuego que incendia mi alma adormecida.
El milagro que me hace recordar de dónde vengo –
Origen del primer amor
La alegría que aleja a la tristeza.
La paz para contemplar los ritmos de la vida.
La libertad para sumergirse en un océano de plenitud –
Origen del primer amor
La luz que ilumina el vacío del corazón.
La ternura que rompe las cadenas del miedo.
La vida que da sentido a mi existencia –
Origen del primer amor
El principio, el fin, la razón de mi vivir.
¡Resucitó! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
Sarah-Leah Pimentel
Original: portugués. Traducción: Eduardo Shelley, Monterrey, México