Publicado el 2011-07-10 In Temas - Opiniones

«Y así» – una esperanza

Dra. Alicja Kostka. La decisión de detener el proceso de José Engling, por el momento causó algo de consternación entre sus devotos seguidores. El grupo de personas responsables de la página web www.engling.pl preguntaron si esta información debería ser publicada.

 

 

 

La gente en Polonia, donde se encuentra  la casa de Engling  hoy día, se muestra escéptica sobre las posibilidades de su proceso de beatificación. La decisión de las autoridades romanas competentes parece confirmar la cautela. Yo sólo salgo de mi decepción cuando recuerdo una frase de Horst Meyer, antiguo amigo de José Engling que ahora pertenece al Instituto de Familias. Citó un verso de la denominada “Oración de los Jefes” del “Hacia el Padre” mientras enfatizaba las palabras “y así

Esta es la oración del Padre Kentenich:
«Haz que pronto sea canonizado José Engling,
y así quiebres todos los obstáculos que coartan la eficacia de tu Obra
e impiden mirar con fe el plan del Padre».

La decisión en Roma a mediados del Año del Padre – ¿una invitación?

¿Por qué nos ha llegado esta información a mediados de nuestro Año del Padre? Podemos hacer esta pregunta a través de la fe en la Divina Providencia. Para poder responder esta pregunta debemos mencionar la relación de padre e hijo que existía entre el P. Kentenich y José Engling, así como la fe de P. Kentenich y su confianza en que Schoenstatt es una obra de Dios y, por ello, un regalo para la iglesia.

El P. Kentenich citó al P. Schulte, «Engling personalmente creyó firmemente en el llamado especial de Schoenstatt. Esta fe fue el motivo de su manera específica de decir las cosas, por su certeza en la victoria y su fuerte conciencia de misión. Su convicción inquebrantable en esta misión especial le dio la fuerza para soportar cualquier sacrificio, incluso para ofrecer su vida a la Santísima Virgen por la realización de esta idea…” (Carta de 1954). La beatificación de José Engling, la cual el P. Kentenich siempre esperó “en el futuro previsible”, se mantuvo, en su opinión, como la autentificación de Schoenstatt como obra divina. Así como el P. Peter Wolf enfatiza, “Esta es la única manera de entender la segunda línea, que ‘y así quiebres todos los obstáculos…'» (Oración de los Jefes, Hacia el Padre P. 168)

José Engling se mantiene como ejemplo para la cooperación de toda la familia con la nueva iniciativa divina y el nuevo derrame de gracias divinas sobre Schoenstatt (“nada sin nosotros”). Él se encuentra a inicios de la historia de Schoenstatt “como un modelo divino gigantesco con el cual Dios … constantemente se orientaba para la formación y dirección de la familia” (cf. Notas Crónicas para el Archivo, 1957). Este modelo nunca perdió actualidad ya que nos recuerda en este tiempo de preparación para el jubileo de las Reglas del Juego de Dios, con las cuales él seguirá construyendo su trabajo; y claro, en este tiempo de gracias, a lo mejor se deban enfatizar.

El Tercer Milagro de Nochebuena – ¿con José?

En el tiempo del exilio, José Engling era un puente hacia el P. Kentenich, un puente que desarrolló la Corriente del Padre y se mantuvo substancialmente por “el hijo”. El regreso de Milwaukee fue – de acuerdo a las palabras del mismo Padre Kentenich – a través de Cambrai: El 12 de septiembre de 1965 se bendeciría el Santuario de la Unidad en el lugar donde José Engling murió; un día después, el P. Kentenich recibió el telegrama que lo llamaba de Milwaukee a Roma. Saliendo de Milwaukee, mientras su avión volaba sobre Francia se percató, en la altura, del saludo de José Engling desde Cambrai. El “Segundo Milagro de Noche Buena” tuvo lugar a través de la cooperación de toda la familia que se mantuvo junto al padre con una lealtad filial. Y si José siempre se mantuvo conectado al Padre, ¿no debería también incluirse esencialmente en el “Tercer Milagro de Noche Buena” y allanar el camino del Padre hacia la Iglesia? Ahora que se espera un nuevo “Cor unum in Patre” ¿no debería su hijo dar un paso más fuerte hacia adelante? La repentina detención de su proceso ¿no llama la atención, aunque una atención de sorpresa y desaliento, pero con una invitación para ello?

«¡Canonícenlo ustedes!»

Cuando a Juan Pablo II la familia de Schoenstatt le pedía la beatificación del P. Kentenich para celebrar el centenario de su cumpleaños, él respondió en la Plaza de San Pedro: «¡Canonícenlo ustedes!» ¿No podemos decir hoy, con la mirada en José Engling y en la actualidad de su proceso “¡Vuelvan a comenzar el proceso!”, a través de una vivencia del espíritu de Engling? ¿No es ésta una invitación para volver a descubrir el espíritu de Engling e integrarlo más fuertemente en la manera en que pensamos, vivimos y amamos? ¿Podríamos, a lo mejor, darle una nueva forma, creativa y desarrollada?

¿Qué significa el espíritu de Engling hoy en día?  Voy a intentar resumirlo en cuatro puntos:
1. La realidad de la Alianza de Amor con María. La invita seriamente a su vida cotidiana,  a vivir y compartir todo con Ella.
2. Una conexión filial con el Padre y Fundador. En camino hacia la santidad personal.
3. Intentar seriamente en confiarnos, los que nos rodean y los que cuidamos, al espíritu del ideal personal. Como Dios nos quiere ver.
4. Identificación con la misión de Schoenstatt y la presteza, como la de José Engling, para dar todo por ella, incluso la vida.

Para ello, el P. Kentenich diría: “¡Vive tu primer amor!” Muchos de nosotros hemos tenido una verdadera amistad con José Engling, ahora nos toca refrescarla, re-descubrirla, hacerla fructífera por el Kairos 2014. Nuestro amigo que ha sido puesto a prueba nos sorprenderá y recompensará.

Para el año 2012 habrán ya pasado cien de años desde la llegada de José Engling a Schoenstatt de Prositten. ¿No debería venir a Schoenstatt una vez más a través de nuestra confianza filial hacia nuestro Padre? Su llegada se podría comparar con la primavera, como el P. Kentenich lo formulaba: “En la primaveras de la historia de Schoenstatt, el mundo floreció con maravillosa gloria en él y luego, junto a él, otros crecieron lentamente para cobrar vida” (Carta de 1954). ¿No es el trienio el tiempo más adecuado para preparar una nueva primavera con José y como él, con el Padre? Como José, podríamos adueñarnos del trabajo del Padre para llevarlo hacia la Iglesia, y así “beatificarlo” en nuestros pequeños grupos.

«El que me ha visto, ha visto al Padre» (cf. Ju 14,9b)

Los participantes de la “Conferencia 2014” describieron el año de Jubileo 2014 con muchas etiquetas y palabras coloridas. Una de ellas se repetía en distintos idiomas y sonaba particularmente interesante. Decía “volverse un pequeño Kentenich”. Si cada uno de nosotros en su propio estilo, se convierte en un “kentenichiano/a”, avivaría el espíritu del Fundador, dándole una oportunidad para que con su carisma se haga eficaz a través de cada uno de nosotros y el “estilo de vida de Kentenich” se haría una realidad de distintas caras y formas. En este sentido, José Engling era el hijo más fiel del Padre, quién dijo sobre Engling: Personalmente, creo que puedo testificar honestamente (algo que ninguno de nosotros tendría el valor de hacer) que él no sólo tomó todas las ideas esenciales de mis charlas y discusiones, sino que fielmente recordaba y asimilaba constantemente” (Notas Crónicas para el Archivo, 1957). Los hijos e hijas fieles del Padre, al igual que José no tienen miedo de ser “las flores preciosas de la generación” (J.K.), con el fin de propagar el “aroma Kentenich” y apuntar hacia él.

¿No incluye el Evangelio de la Octava del Domingo de Misericordia de este año un mensaje inspirador y poético para todos nosotros que somos hermanos y hermanas de José Engling e hijos de nuestro Padre? “El que me ha visto, ha visto al Padre”.

¡A través de Cambrai (y Prositten) hacia Roma!

Este espíritu vive expresivamente plasmado en las imágenes del santuario de Eswars, en Francia. Es una expresión del programa de vida de la Federación de las Señoras de Schoenstatt: ¡en las calles de este mundo, en unión espiritual, llevar una vida espiritual profunda!” En 1966 se las puso en las calles de Eswars (hoy en día se encuentran en el cementerio de Eswars) a la sombra del arbusto en donde José Engling escribió sus últimos apuntes en su horario espiritual horas antes de su muerte y donde su último camino comenzó, es una muestra duradera de la presencia de esta comunidad en Cambrai/Eswars.

“A través de Eswars hacia Roma” da la impresión de espera para que José Engling se envuelva con la entrada de nuestro Padre a la Iglesia a través de su beatificación, de la misma manera que hizo en su retorno del exilio. Desde 1975 esta intención estuvo fuertemente conectada con el Santuario de Belmonte, el precursor del Matri Ecclesia en Italia. Es una copia del de Eswars. Un curso de sacerdotes de la Federación “descubrieron” este símbolo antes de la bendición del Santuario de Belmonte el 2004, y a través de él descubrieron el ideal de su curso. El camino a Roma va a través de Cambrai/Eswars: a lo largo de las calles en que se desenvuelve la vida cotidiana de los schoenstattianos. Esta forma moderna de santidad se personifica permanentemente en José y encuentra inspiración de él todo el tiempo.

Sin embargo, este camino también va a través de Prositten. José escribió en su diario: “Tanto amor (el que encontró en su familia) tiene que reinar también en Schoesntatt”. A pesar del caos de los años post-guerra, su hogar se mantuvo como propiedad de la familia de Schoenstatt. Aunque su familia ya no esta ahí, esta casa aún respira esa atmósfera de esta familia en la cuál José Engling se crió. Al mismo tiempo es un símbolo sencillo de la visión del P. Kentenich: Schoenstatt (la Iglesia) – una familia, un hogar. La simplicidad de lo exterior significa, con corazones abiertos para todos los que vengan. Que nos unamos junto a José para preparar el camino para nuestro Padre al corazón de la Iglesia, al corazón de Schoenstatt, pero también – y sobre todo – hacia nuestros corazones. Luego se harán los milagros.

 

Todas las citas, con excepción de las del diario, fueron tomadas de una colección de textos hechos por el P. Josef María Klein, titulados: P. José Kentenich, José Engling, Textos Coleccionados» (aún no traducidos).

Traducción: José Barriga, Estados Unidos/Bolivia

1 Responses

  1. HMA - Argentina dice:

    ¡Excelente artículo! José Engling no podía pasar desapercibido en este año de la corriente del Padre. ¡Él fue el primer hijo espiritual del Padre Kentenich, el que le dio el ‘sello’ a su carisma profético: ser Padre!
    Si el exilio fue decisivo para comprender la posición del Fundador como Padre de su Obra, también esta dificultad debería impulsarnos a TODOS los schoenstattianos a revitalizar el espíritu de José en cada uno, en cada comunidad…Muchas gracias y felicitaciones a la autora!

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