mkf. Este tipo de celebración es la más apropiada para el Rector Egon Zillekens y para la «colorida red de vínculos» que lo ha rodeado hasta ahora», así lo comentó en su prédica el compañero desde sus días de juventud, el sacerdote Franz Heister: una celebración ligera y profunda, espontánea y reflexionada, improvisada a pesar de su buena preparación, profundamente religiosa y profundamente humana, amistosamente cercana, sincera y sin carecer de ese humor que diferencia a cada discípulo de Jesús (y del P. Kentenich) de aquellos «santos tristes»… El 24 de junio se cumplieron cuarenta años desde que el primer Obispo de Essen y más tarde Cardenal Dr. Franz Hengsbach ordenara sacerdote a Egon Zillekens en Gelsenkirchen, su ciudad natal. Ese día y por ese motivo él celebró una acción de gracias junto a muchas personas.
En realidad se había pensado celebrar la Eucaristía en el jardín frente al Santuario Cana-Patris, sin embargo debido a la inestabilidad del clima, se decidió celebrar la Santa Misa en estrechez familiar en la capilla de la casa de Marienau. ¡La fuerte lluvia en medio de la celebración hizo desvanecer toda duda de que ésta fué la mejor decisión!
Todos llegaron – la vida en su variedad de vínculos
La tarjeta de invitación – y la vela sobre el altar – muestran los símbolos que en ese entonces y ahora son importantes para el homenajeado – el Santuario de Marienau, el cáliz de la primera Eucaristía, los motivos de las tarjetas de la primera Misa – la Virgen dorada de la Catedral de Essen, el relief del altar de la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús en Gelsenkirchen-Huellen y al reverso el lema del curso de ordenacion: el camino a Dios no pasa delante del mundo, sino en el servicio a las personas.
Cuarenta años de Ordenación Sacerdotal, » jubileo de miedo «, así lo llamó el Rector Egon, quien en realidad no quería celebrarlo, sin embargo escuchó finalmente el consejo del Padre Noethen: ¡quién sabe si dentro de diez años tú estarás con vida – y quién estará vivo de los que tú quieras invitar!
El Rector Zillekens saludó a todos los que él quiso invitar y a todos los que llegaron en gran cantidad, una idea viva de la vida en sus múltiples relaciones, en una red de redes, en la cual cada uno es centro de una pequeña o gran red, unido y uniendo… Están los compañeros de niñez y juventud en Gelsenkirchen, están los familiares, están los camaradas de los años en los Padres de Schoenstatt, luego los sacerdotes de la Federación de Sacerdotes, la comunidad de feligreses de las Misas vespertinas en el Santuario de Marienau, están los amigos y colaboradores de la diócesis Essen y del lugar de Schönstatt, del terreno de iradiación de Marienau, lugar de acción del Rector Zillekens desde hace siete años, además de su reciente trabajo con la Casa de Alianza. Una gran vela recuerda su parroquia en Ecuador, donde la vida de Schoenstatt crece silenciosamente, un regalo de despedida que le hizo su comunidad. Faltó sólo el equipo de fútbol de Schalke 04…
El grupo musical de alianza (la banda aún sin nombre, compuesto por tres sacerdotes de la Federación de Sacerdotes y algo así como seis instrumentos) le dio forma a la Santa Misa con un gran dinamismo musical.
Pequeños profetas que plasman la vida
El sacerdote emérito Franz Heister – de la misma parroquia en Gelsenkirchen que el Rector Zillekens – dijo en la homilía que en esta comunidad el homenajeado recibió su amor por la Iglesia y por Schoenstatt. El párroco de su antigua diócesis, un sacerdote de Schoenstatt y un «pequeño profeta» del Padre Kentenich, el Reverendo Josef Stahlschmidt, al que el Padre Kentenich ya conocía desde los años veinte, tocó el alma de muchos y llevó también a mucha gente a Schoenstatt, incluyéndolo a él mismo, al Rector Zillekens y a muchos otros. Los testimonios que se dieron de éste sacerdote – con todas sus fallas y defectos – fueron preciosos, especialmente aquellos donde se muestran cómo el Padre Kentenich valoró, protegió y fomentó su compromiso con Schoenstatt.
Su familia, la amistad con Jesús y la vida a la sombra del Santuario – esas, así lo dijo el Párroco Heister, son las fuentes de las que el Rector Egon Zillekens se nutrió y alimentó en su vida sacerdotal y que se encontraron simbólicamente en la tarjeta de invitación…
«En la eternidad de Dios todo lo que hemos vivido permanece presente», dijo el Reverendo Heister al finalizar. «No hay límites en la memoria de Dios – y el Dios de la vida y de los vínculos es missericordioso».
Que no haya discursos durante el almuerzo
«Ojalá que no haya discursos durante el almuerzo». Este deseo del Rector Zillekens al final de la Eucaristía y al invitar a la recepción con champán seguido de un almuerzo, causó mucha risa. Un breve discurso de felicitación del Rev. Baumann (Federación de Sacerdotes) y de Rainer Gotter, regalos cantados y naturalmente un libro de fotos de su equipo de fútbol favorito «Schalke», y luego la encantadora actuación musical de la Dra. Agathe Hug (Schoenstatt-TV) (si no se pueden hacer discursos, entonces se canta) en un espléndido ‘colorido estilo de noche’. Carcajadas aseguradas y pensamientos sonrientes – y de pronto todo este «colorido trenzado de vínculos» una red, una familia.
Esta sensación de ligereza permaneció durante el almuerzo en los distintos comedores y quedó suspendido un buen rato sobre el Marienau… y Schoenstatt.
¡Muchas felicidades Rector Zillenkens y gracias de todo corazón!
Traducción: Tita Andras, Viena, Austria
 |
| Jun 30, 2011 40 Jahre Priesterweihe Rektor Egon Zillekens |
