Publicado el 2018-11-17 In José Kentenich, schoenstattianos en red

1.000 km con María, peregrinando con el Padre

PK4U, Glaucia Ramirez •

Glaucia Ramírez, brasileña, vive en Ciudad del Este, Paraguay. Junto con su esposo son miembros del primer curso de la Federación de Familias en esta región. Hace unos meses se sumó al equipo de colaboradores de Schoenstatt.org. Es sabido que hace falta una cierta porción de locura para trabajar en esta aventura que es Schoenstatt.org… Así fue que Glaucia se ofreció a hacer un viaje de mil kilómetros por todo Paraguay, solo para un encuentro con la directora operativa de Schoenstatt.org. Pero se transformó en un encuentro especial con el padre Kentenich, con el “Padre peregrino”, el padre Kentenich en salida. El encuentro que se transformó en misión.

Hoy hace tres meses que me encontré con María Fischer en Asunción. Soy de Ciudad del Este, así que hice un viaje relámpago, para encontrarla y llevarle a Encarnación. Empecé el viaje a las 5:00 a.m. Llovía a cántaros, por todos lados, pero jamás me crucé con la lluvia en la ruta.

Foto: Así era el cielo cuando buscaba a Maria.

Por favor, pasa, hagamos una oración en el Santuario Hogar

Por dondequiera que miraba, había lluvia. En la búsqueda de Maria, solo su reflejo se veía. Llegué a Asunción, siguiendo mi GPS, jamás le entendí, varias veces me perdí, y cuando por fin, pude saludar a María Fischer, fue pura alegría. En el momento de traer la maleta, su anfitriona, la Sra. Mirta Contini de Etchegaray me dice: “Por favor, pasa, hagamos una oración en el Santuario Hogar”. En verdad, era hermoso, era encontrar hogar, fuera de tu casa. Yo entré feliz, cobijada y emocionada, miraba todo, cuando mi mirada se cruzó con una mirada paternal, plasmada en un busto del P. José Kentenich.

El busto del Padre Kentenich para todos

Entonces me pregunta Maria, “¿Ves algo diferente?”. En verdad quise, contestar, ¡no! Pues lo que veía era algo muy idéntico a nuestro fundador. Parecía tener vida. Maria me explicó que ese busto era una obra muy exclusiva, del escultor chileno Juan Fernández. A pedido de una señora de Argentina, él había creado un Padre Kentenich para el Santuario Hogar. “¡Uau! Es divino” expresé. Se ofrece a todos.

Entablamos una conversación y la Sra. Mirta nos dio varios testimonios de vida, de cruces e de entregas, nos explicó que, entre sus apostolados, uno se llama Dilexit Ecclesiam, que consiste en llevar el “Dilexit Ecclesiam” a las periferias. Quiere llevar al Padre. Seguimos hablando, cuando nos dimos cuenta, que habían pasado dos horas “de cielo” y teníamos por adelante, más de 700 km de ruta, para retornar a casa.

Abandonarse a la aventura de caminar en lo desconocido

Salimos de Asunción rumbo a Encarnación. Yo pensaba que conocía el camino que me llevaría a la ruta, pero grandemente me equivoqué… Esa parte del trayecto estaba en reparaciones, y jamás llegaría a la ruta sin la ayuda de Maria, con su GPS, guiándonos en alemán. Aprendí que, para llegar al destino, sin conocer el camino, uno debe buscar al que sabe llegar y abandonarse a la aventura de caminar en lo desconocido, siguiendo lo que dice el guía.

Era tarde, teníamos hambre y no sabíamos dónde comer. Nos informamos y nos ofrecieron comer algo en una estación de servicio, ya que habíamos tomados otro camino. Para nuestra sorpresa, en muy poco tiempo, nos deparamos con un restaurante, de hermosa vista y buena comida.

Por el camino, hemos disfrutado la alegría de vivir Schoenstatt, la naturaleza de Paraguay, la calidez de pueblo y ninguna gota de lluvia. Muchos nos llamaban para preguntar, cómo estábamos, ya que, por todos lados, caía abundante lluvia.

Camino a Encarnación

Misión cumplida… ¿o no?

Llegamos al destino, siempre guiadas por una voz en alemán, a la “casita” de la Mater, en Encarnación. Llamativamente, nuestro punto de referencia era el hotel “La Misión”. En ese momento, confirmé que la mía estaba cumplida: buscar a María en Asunción, llevarla a Encarnación.

Llegué de regreso a casa, después de más de 1.000 km, en pocos más de 18 hs, con algunas paradas, infinitas carcajadas, muchas y variados temas, llegamos a la conclusión que, desde antes, ya éramos amigas. Gracias, Maria, hasta la próxima. Y la lluvia me alcanzó, sí… pero como cántaros de bendiciones.

El Padre Peregrino en Ciudad del Este

Hoy, exactamente 90 días después del encuentro con Maria Fischer, tenemos la visita del busto del padre Kentenich, en Ciudad del Este. Mucho ha peregrinado, visitando, viendo y bendiciendo a sus hijos.

Estuvo en el Primero Congreso de CIEES en Paraguay, escuchó a los empresarios, con sus proyectos entusiasmados, realizados y por realizar, en colaboración al nuevo orden social.

Estuvo en reuniones de grupos, de cursos, en un Retiro de Estilo de Vida e Ideal Personal.

Qué gran regalo, en los 50 Años de su Partida, el P. Kentenich nos ha visitado, como obra de arte. Como dice su creador Juan Fernández: “Su misión es plasmar una figura auténtica y “viva” del Padre Kentenich”.

Que algo del padre Kentenich quede en cada uno que toma en su mano esta estatua, esta imagen suya, que le mira, que le abraza. Que algo de cada uno quede en el Padre Kentenich, y que él así quede vivo.

Que Schoenstatt no empequeñezca a su fundador, que no lo achiquemos según lo que nosotros podemos entender y concretizar. Que no le moldeemos a lo que nosotros podemos aceptar o pensamos que sea aceptable, sino que nos moldeemos según su figura.

Su figura paternal, se hace presente, hoy, ante la tercera generación, que se involucra y busca encontrar su originalidad, el ideal, para el cual nuestro Padre Dios nos ha creado y de la mano de la Virgen Maria nos moldea, como cera blanda, a través de la pedagogía de nuestro padre fundador.

También hemos hablado de un estilo de vida que nos lleve a vivir y profundizar el espíritu de la Jornada de Hoerde, hoy casi llegando a los 100 años, enfocándonos en 5 aspectos fundamentales: lo comunitario, lo apostólico, la aspiración a la santidad, la libertad y la magnanimidad.

Gracias, padre José, por cada visita, por cada bendición, por cada impulso. Mas allá del Santuario hogar, nos ha hecho un llamado, a pensar en la Misericordia infinita de Dios Padre y así seremos fieles peregrinos, actuando confiados en la providencia divina, con la mano el pulso del tiempo y el oído en corazón de Dios.

Y terminamos con la oración del retiro que dice:

Bajo la protección de María,

queremos aprender a autoeducarnos

como personalidades recias, libres y sacerdotales

Como Instrumentos de Maria

Seremos Portadores de Luz y Alegría

En tu barca Maria

Si, de Maria Patris

En camino con la Mater

Queremos ser semillas del Reino

Con corazones fieles a María

Retiro Liga Apostólica

Nivel Autoeducacion

¿Qué sucederá cuando haya 20, 25, 30… en Paraguay?

Si un busto del PK4U, del Padre Kentenich para el Santuario Hogar, del Padre Kentenich en salida, ya puede mover tantos y tanto… ¿qué sucederá cuando haya 20, 25, 30… en Paraguay? Lo veremos, pues los habrá. Desde enero de 2019.

¿Cómo recibir un busto del Padre Kentenich?
Para pedir un busto

Paraguay: Mirta Contini de Etchegaray mirtacontini@tigo.com.py

Todos los demás países: PK4U@schoenstatt.org

El costo es de 460 € / 520 US$.

Se pueden enviar desde enero de 2019, desde el taller en Alemania, a todo el mundo.

 

 

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1 Responses

  1. Alexandra Kempff dice:

    Qué bendició leer esta experiencia! Vivir Schoenstatt es eso, dejarse guiar por las voces de las circunstancias, abandonarse con confianza en que Èl es quien elige el mejor camino aunque a veces creemos que lo sabemos todo, crear vínculos y sentirse en familia aunque apenas nos conozcamos.
    Gracias por tan hermoso artículo!

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