ESTADOS UNIDOS/ESPAÑA, Miguel Ángel Rubio •
Esta pasada Semana Santa estuve en Nueva York. Un día, paseando por la calle 41 junto a la 5ª avenida, donde se encuentra la Biblioteca Pública, observé que el suelo está decorado con placas metálicas que contienen citas de personajes ilustres. Una de ellas me llamó la atención con la siguiente inscripción: “El universo está hecho de historias, no de átomos” (Muriel Rukeyser 1913-1980. “La velocidad de la oscuridad”). La inscripción estaba sobre un fondo que asemejaba una red molecular en la que los átomos tenían forma de libros abiertos. —
Un paralelismo con nuestro Movimiento
Instintivamente me vino a la mente establecer un paralelismo entre la imagen de la placa con el Movimiento de Schoenstatt: una red de átomos en los que estos, en lugar de libros abiertos, tenían forma de santuarios: una red de santuarios. Pero, de manera inmediata, deseché esa idea, porque la clave me la dio la inscripción de la placa: “El universo está hecho de historias, no de átomos”. Así pues, el paralelo que me surgió fue: “El Movimiento está hecho de historias, no de santuarios”.
Ciertamente, el santuario es un elemento esencial dentro del Movimiento y hay muchos santuarios en los cinco continentes que están unidos entre sí constituyendo un ente orgánico. Sin embargo, esos santuarios quedarían en simples construcciones y en “átomos” aislados y sin vida, si no hubiera detrás algo que los mantuviera vivos, en “Movimiento”. Naturalmente Dios y, de manera especial, la Santísima Virgen están presentes en ellos, pero su sola presencia no basta para que cobren vida. En muchos santuarios, en el frontal del altar, está escrita la siguiente leyenda: “Nada sin ti, nada sin nosotros”. Y precisamente el “nada sin nosotros” es lo que conforma todas esas historias que, a la sombra del santuario, hemos vivido cada uno de nosotros y que, en intimidad con la Virgen María, dan testimonio de Dios.
Sentido y misión de nuestra página web
Son nuestras historias -en la que nos acompaña la Virgen María- las que nos dan vida y las que dan vida a los demás cuando las compartimos con ellos. Y precisamente ahí, es donde juega un rol esencial nuestra página web. Es una página donde lo fundamental es contar historias que queremos compartir con los demás. No son simples crónicas o anécdotas, ni un foro de opiniones; son historias que nos hacen despertar y que despiertan vida en los demás, porque según nuestro padre fundador “la vida se enciende en la vida”. Y en el centro de esas historias, indefectiblemente, encontramos a Cristo.
«El universo está hecho de historias, no de átomos«: Esta cita se encuentra a lo largo de Library Way, un tramo de la calle 41 Este, que conduce a la Biblioteca Pública de Nueva York. La placa fue esculpida por Gregg LeFevre | Foto: Miguel Ángel Rubio
Querido Miguel Angel, que gran regalo tuviste en el viaje a N. Y. Era Semana Santa, y Jesus quería hacerse presente en ese viaje a la ciydad de los rascacielos y el ajetreo de ir y venir por esas grandes avenidas. Y te hizo el gran regalo de «observar» y hacer un hermoso paralelismo con el movimiento, los santuarios, pero lo más importante, con el aporte de nuestras historias vividas con el Señor. Precioso, querido amigo, observación hecha vida. Jesucristo es el centro de nuestra vida.