Publicado el 2017-11-04 In José Kentenich

Educar personas – descubrir tesoros – despertar vida

EUROPA, Pilar Bacigalupo, Corina Blankenberg •

Casi a finales de agosto se celebró, en la Casa Marienau en Schoenstatt, un seminario para educadores. Los participantes se sintieron en todo momento a gusto y, desde entonces ya han cosechado frutos del encuentro.

Descubrir y transmitir la pedagogía del P. Kentenich. Presentar las distintas facetas de su pedagogía, que pueden emplearse no sólo en la dirección espiritual, sino también, en el colegio, la empresa y la educación de los propios hijos.

Con este deseo y esta visión nació la idea de un seminario pedagógico para un amplio espectro de educadores: para todos los que se dedican a conducir y educar, no sólo dentro de la propia familia, sino también a escolares, estudiantes y colaboradores.

El equipo, formado por matrimonios y una joven (profesores, directivos, trabajadores sociales y educadores) trabajó en este proyecto, motivado por la Hna. Gertrud Maria Erhard. Su meta era desarrollar un evento pedagógico, que no fuera solamente teórico, sino que integrara una parte práctica, donde lo escuchado pudiera ser aplicado y ejercitado. También era fundamental, que la persona del  P. Kentenich no quedara lejana, sino que su presencia fuera palpable y concreta.

Participación internacional

El resultado: un encuentro del 23 al 27 de agosto de 2017 en Marienau, en Schoenstatt, treinta participantes (más 15 niños y jóvenes), de diferentes partes de Alemania, que , siendo un grupo heterogéneo, crecieron juntos durante cinco días. Todos los participantes aprendieron juntos unos de otros. La diversidad también inspiró a los organizadores. La ponente principal fue la Dra. Pesci, responsable de 30 colegios en Hungría, desde donde se desplazó, a pesar de que justo al comienzo del encuentro, tocaban a su fin las vacaciones de verano en ese país. Fue para ella un gran esfuerzo, pero, como dijo al final del encuentro, mereció la pena.

El primer día, el equipo de organización saludó cordialmente a los participantes, dándoles la bienvenida.

Tras una primera presentación, la Hna. M. Doria Schlickmann hizo un resumen de la pedagogía Kentenich. Demostró lo que resuelve esta pedagogía y cómo el P. Kentenich se destaca de otros “pedagogos reformadores” de su tiempo, porque tiene en cuenta la realidad de Dios y de la gracia como “fuerza formadora”. ”El hombre es un ser que se realiza en el crecimiento hacia Dios”. Desde este punto de vista se crea una visión optimista y orgánica del hombre. El P. Kentenich le da la vuelta a la pedagogía convencional de su tiempo, en tanto en cuanto él actúa con completa transparencia e invita a los jóvenes a autoeducarse y convierte el objeto en sujeto (educador), la autoridad a la altura de los ojos, amor y libertad. “Corresponde a mi autorrealización, que yo me autoeduque, es mi derecho”, dice el  P. Kentenich literalmente.

“¿Cómo educaba el P. Kentenich?”

El P. Ángel Strada continuó con la respuesta a la pregunta:

A continuación algunas muestras de los axiomas que se nombraron:

  • ”El convencimiento personal de que la lucha personal es la base para la autoridad moral de un pedagogo. Pero nadie debe pretender que yo haga todo lo que digo, sólo que yo me esfuerce seriamente. Tengo derecho a hacer tonterías, cometer faltas”.
  • “Educar significa educar relaciones. Alguien que educa debe de estar dispuesto a regalarse en el trabajo pequeño, en cercanía y respetuosa distancia”.
  • “Una profunda confianza sólo es posible, cuando no se quiere nada para uno mismo“.
  • “Dejar que Dios sea el que gobierne“.
  • “El educador es buscador de tesoros en los otros y en sí mismo“.
  • “Lo que ha surgido en Schoenstatt, lo he percibido en cada una de las almas y en los miembros. Todos los que han colaborado son cofundadores”.
  • Confianza en la Madre de Dios, como el secreto de mi eficacia personal: “Resuelve lo tuyo, todo lo demás es su tarea. La obra y el instrumento en su mano”.

 

Educar con la Pedagogía Kentenich

En cada uno de los tres días siguientes se acentuó un aspecto del proceso educativo: El yo (educador), el tú (educando) y el nosotros (el grupo).

Cada día comenzaba con un testimonio de un contemporáneo del P. Kentenich, que pudo experimentar en primera persona lo que significaba para el P. Kentenich conducir y educar. Cada testimonio mostraba un P. Kentenich, que no era sólo un director espiritual, sino un entrenador, en el sentido moderno. Dejó profunda impresión en aquellos que lo conocieron personalmente.

También aquí algunas muestras:

La Hna. M. Matthia Amrein voló a Milwaukee tras terminar sus estudios, para conocer al P. Kentenich. Decía sobre él: “Junto a él uno se encontraba en casa…yo sabía, que si yo me confiaba a él, él me llevaría allí donde estaban mis anhelos, a donde con mis propias fuerzas no llegaría…Él sabía ayudar a descubrir la voluntad de Dios y despertar el anhelo de seguirlo…surgía en nosotros un nuevo sentimiento vital: ¡soy hijo de Dios, soy amado!

La Sra. Inge Bernemann, del Instituto de Nuestra Señora, vivió su primera jornada pedagógica con el P. Kentenich, siendo estudiante. Entonces dijo para sí: “A este hombre puedo creerlo. Habla desde la vida, no desde los libros…su posición fundamental era su sinceridad frente a los otros, sin intenciones ocultas”.

Durante una difícil decisión ella tuvo la oportunidad de hablar con el P. Kentenich. Y contaba: “estaba sentado y me acogió. Dijo: ’Si, ahora todo esto vive en mi’. Y yo tuve la sensación de que puedo vivir en él con todo lo positivo y lo negativo”. “´Él resolvió el problema con preguntas concretas, iluminó todos los aspectos. Finalmente dijo:”Tengo la impresión de que está usted en el lugar correcto, pero decidir tiene que decidir usted sola”.

Tras los testimonios continuó una charla de la Dra. Pesci. Aunque el alemán no es su lengua materna, entusiasmó con su energía y su conocimiento de la pedagogía Kentenich. Con ella aprendieron los participantes, que educar es un servicio a la vida, que nunca termina y que empieza con nosotros mismos, con nuestra autoeducación.

Entrenamiento

Las tardes estaban dedicadas a ejercicios prácticos y a la lectura de textos del P. Kentenich. El primer día se colocó el foco sobre el “yo” del pedagogo. Un cuestionario sirvió de ayuda a la reflexión personal. El segundo día se trabajó el método de coaching GROW, que estimula, tal como lo hace el P. Kentenich, la iniciativa y la libertad del educando. El tercer día, que acentuaba la comunidad, se trabajó en pequeños grupos, dando respuesta a preguntas surgidas en los días anteriores.

Tras los impulsos de la noche, Klaus Hagmann ofreció “Life Kinetik”, un método que mejora el rendimiento cerebral, mediante ejercicios de coordinación, que fue acogido con entusiasmo por los participantes. “El carácter integral de la jornada estuvo siempre presente”.

El final del seminario fue coronado con la santa misa, celebrada por el P. Ludwig Güthlein, que dedicó su homilía al tema del Buen Pastor, que había acompañado todo el encuentro.

Comentarios de los participantes en la ronda de evaluación:

  • “Han sido días maravillosos, hemos oído mucho sobre el Buen Pastor y mi equipaje está ahora lleno para seguir trabajando, también en mi”.
  • “Me siento como la hija amada del P. Kentenich. Tengo el deseo de trabajar con él y transmitir también lo que hemos aprendido en el intercambio recíproco”.
  • “Me siento colmada a todo l nivel. Desde el primer momento me sentí integrada. Tuve conciencia de que no estoy sola en este camino. Aquí estoy en casa, me he sentido acogida por el grupo. Nunca me había sentido en Schoenstatt tan en casa”.

 

Original: alemán, 15.10.2017. Traducción: Paz Leiva, Madrid, España/cmrs

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