Foto JMJ Lisboa 2023, Sebastiao Roxo

Publicado el 2023-08-05 In JMJ Lisboa

La Iglesia tiene espacio para todos. Todos.

JMJ LISBOA 2023, María Fischer

“La Iglesia tiene espacio para todos”, dijo Francisco a los miles de jóvenes congregados en la tarde del jueves 3 de agosto. La bienvenida al Papa y a los jóvenes de todo el mundo tuvo lugar en el Parque Eduardo VII, en la llamada Colina do Encontró. Un entusiasmo compartido entre el Papa y los jóvenes. Se agitan las banderas, se ven lágrimas de alegría, se canta a plena voz. Una iglesia que canta no está muerta.

Es el momento culminante de un día lleno de encuentros, encuentros en el verdadero sentido de la palabra. Destacamos tres en este día lleno de encuentros.

La iglesia tiene espacio para todos

La iglesia tiene espacio para todos | Foto: P. Rafael Mota, Brasil

Encuentro con jóvenes de Ucrania

Antes de abandonar la Nunciatura, el Papa Francisco se reunió con un grupo de quince jóvenes peregrinos de Ucrania acompañados por Denys Kolada, consultor para el Diálogo con las Organizaciones Religiosas del gobierno ucraniano. Es increíble, jóvenes de un país asaltado, bombardeado, un país con ciudades destruidas y tantas familias llorando la muerte de familiares, amigos, vecinos… Tras escuchar sus conmovedoras historias, el Papa dirigió a los jóvenes unas palabras y manifestó su cercanía en el dolor y la oración.  El grupo ofreció a Francisco una bandera de Ucrania al final del encuentro, y el Papa y los jóvenes recitaron juntos el Padre Nuestro, con el pensamiento dirigido a la martirizada Ucrania.

El Papa se reunió con jóvenes de Ucrania

El Papa se reunió con jóvenes de Ucrania | Foto: Vatican Media /JMJ Lisboa 2023

Si la fe no genera estilos de vida convincentes, no hace fermentar la masa del mundo

Oasis. Expresión muy querida en nuestro Schoenstatt … y eliminada rigurosamente hace años en las publicaciones de schoenstatt.org. La vocación del schoenstattiano, como la de cada cristiano, es salir, es ir hacia las periferias… no buscar un oasis fuera de la realidad del mundo.

Es el mensaje que el Papa da a los estudiantes este día:

“Preocupémonos más bien cuando estamos dispuestos a sustituir el camino a recorrer por el detenernos en cualquier oasis —aunque esa comodidad sea un espejismo—; cuando sustituimos los rostros por las pantallas, lo real por lo virtual; cuando, en lugar de las preguntas que desgarran, preferimos las respuestas fáciles que anestesian. Amigos, permítanme decirles: busquen y arriesguen. En este momento histórico los desafíos son enormes y los quejidos dolorosos, pero abrazamos el riesgo de pensar que no estamos en una agonía, sino en un parto; no en el final, sino al comienzo de un gran espectáculo. Sean, por tanto, protagonistas de una “nueva coreografía” que coloque en el centro a la persona humana, sean coreógrafos de la danza de la vida. Las palabras de la señora Rectora han sido inspiradoras para mí, en particular cuando ha dicho que “la universidad no existe para preservarse como institución, sino para responder con valentía a los desafíos del presente y del futuro”. La autopreservación es una tentación, un reflejo condicionado del miedo, que hace mirar la existencia de un modo distorsionado. Si las semillas se preservaran a sí mismas, desperdiciarían completamente su potencia generadora y nos condenarían al hambre; si los inviernos se preservaran a sí mismos, no existiría la maravilla de la primavera. Tengan, por tanto, la valentía de sustituir los miedos por los sueños; ¡no sean administradores de miedos, sino emprendedores de sueños”.

Exige, anima, motiva a los estudiantes – y a cada uno de nosotros, a todos que se identifican con una “Iglesia en salida”:

“Si la fe no genera estilos de vida convincentes, no hace fermentar la masa del mundo. No basta con que un cristiano esté convencido, debe ser convincente. Nuestras acciones están llamadas a reflejar la belleza —a la vez alegre y radical—del Evangelio. Además, el cristianismo no puede plantearse como una fortaleza rodeada de muros, que alza sus bastiones frente al mundo”.
Todos

Foto: P. Rafael Mota, Brasil

Jesús nunca cierra la puerta, nunca

Al final ha llegado el encuentro tan esperado: los jóvenes y el Papa, juntos. Entraron las banderas de los países de los diferentes jóvenes presentes. La Cruz Peregrina y el Ícono de Nuestra Señora Salus Populi Romani, símbolos de la JMJ, partieron del centro de la Colina do Encontro y subieron por los corredores centrales. Mientras la Cruz se dirigía hacia el altar, Tiago Bettencourt interpretó la canción «Viagem» (Viaje).

El Papa vuelve a pronunciar el mensaje de la Iglesia de todos, abierta a todos, que ya escuchamos en el Monasterio de los Jerónimos: el mensaje del “todos”, como escribe el P. Rafael Moto desde la Colina del Encuentro. El mensaje de un día en una palabra, el mensaje talvez de toda una Jornada Mundial de la Juventud, de todo un pontificado: Todos.

“Somos llamados como somos, con los problemas que tenemos, con las limitaciones que tenemos, con nuestra alegría desbordante, con nuestras ganas de ser mejores, con nuestras ganas de triunfar. Somos llamados como somos. Piensen esto: Jesús me llama como soy, no como quisiera ser. Somos comunidad de hermanos y hermanas de Jesús, hijos e hijas del mismo Padre.

Amigos, quisiera ser claro con ustedes, que son alérgicos a la falsedad y a las palabras vacías: en la Iglesia hay espacio para todos. Para todos. En la Iglesia ninguno sobra. Ninguno está de más. Hay espacio para todos. Así como somos. Todos. Y eso Jesús lo dice claramente. Cuando manda a los apóstoles a llamar para el banquete de ese señor que lo había preparado, dice: «Vayan y traigan a todos», jóvenes y viejos, sanos, enfermos, justos y pecadores. ¡Todos, todos, todos! En la Iglesia hay lugar para todos. «Padre, pero yo soy un desgraciado, soy una desgraciada, ¿hay lugar para mí?». ¡Hay lugar para todos! Todos juntos, cada uno, en su lengua repita conmigo: Todos, todos, todos. No se oye, ¡otra vez! Todos. Todos. Todos. Y esa es la Iglesia, la Madre de todos. Hay lugar para todos. El Señor no señala con el dedo, sino que abre sus brazos…”

Palabras que deberían estar puestos en las puertas de cada iglesia:

“Jesús nunca cierra la puerta, nunca, sino que te invita a entrar; entra y ve. Jesús recibe, Jesús acoge. En estos días cada uno de nosotros transmite el lenguaje de amor de Jesús. Dios te ama, Dios te llama. ¡Qué lindo es esto! Dios me ama, Dios me llama. Quiere que esté cerca de Él”.

Palabras que deberían ser dichas a cada joven, a cada anciano, a cada enfermo, a cada persona que siente fracasos en su vida:

“Dios nos ama, Dios nos ama como somos, no como quisiéramos ser o como la sociedad quisiera que seamos. ¡Como somos! Nos llama con los defectos que tenemos, con las limitaciones que tenemos y con las ganas que tenemos de seguir adelante en la vida. Dios nos llama así. Confíen, porque Dios es Padre y es Padre que nos quiere y Padre que nos ama. Esto no es muy fácil. Y para esto tenemos una gran ayuda, la Madre del Señor. Ella es nuestra Madre también, Ella es nuestra Madre “.

Gracias, Dios, por nuestro Papa Francisco de la Iglesia abierta a todos, de la Iglesia de brazos abiertos, de la Iglesia Madre.

Photo: ©️ Arlindo Homem /JMJ Lisboa 2023

Photo: Arlindo Homem /JMJ Lisboa 2023


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Cerimónia de acolhimento ao Papa Francisco JMJ 2023 | Welcoming ceremony for Pope Francis WYD 2023

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