JMJ LISBOA 2023, Stefanie Rottler •
En Lisboa sólo hay dos direcciones: arriba o abajo. Cualquiera que haya caminado por las encantadoras calles de Lisboa del 1 al 7 de agosto de 2023 nos habrá conocido, un grupo de 150 personas formado por jóvenes del Movimiento de Schoenstatt de Alemania, Austria y Australia. —
El gran festival internacional de Schoenstatt en la capilla de Lisboa fue nuestro impresionante evento de apertura, en el que la familia de Schoenstatt portuguesa no escatimó en gastos ni esfuerzos para darnos una colorida bienvenida a la vibrante ciudad. De allí pasamos a nuestros colegios, en cuyas aulas nos alojamos. Nos duchábamos al aire libre con una manguera contra incendios; reforzados con “pastéis” de nata, las tradicionales tartitas de crema pastelera crujiente. Después de las oraciones matutinas diarias, salimos en pequeños grupos a participar en las variadas actividades alternativas de la JMJ: catequesis, conciertos, adoraciones, visitas turísticas…
La Jornada Mundial de la Juventud como contraejemplo esperanzador
La JMJ brindó un esperanzador contraejemplo a los disturbios mundiales, los conflictos armados y las crisis de la Iglesia: es posible que personas de todo el mundo puedan pasar una semana pacífica y entusiasta juntas. Aunque estuvieron presentes cristianos de una amplia variedad de organizaciones y movimientos espirituales, sigue siendo la única constante inmutable que nos une: Jesús. Intercambiamos diligentemente pensamientos, conversaciones, fotos y pequeños obsequios, por ejemplo, pulseras de colores o lápices.
Cuatro grandes eventos, cuatro mensajes clave
Hubo cuatro grandes eventos en kilómetros de parques, a los que asistieron más de un millón de jóvenes. El Papa Francisco pronunció un discurso en el que transmitió a los jóvenes un mensaje central de la fe cristiana, por ejemplo: “Hay lugar en la Iglesia para ti y para mí. En la Iglesia hay sitio para todos.” – “Sed radiantes, escuchaos unos a otros y no tengáis miedo. Ve con valentía hacia el futuro.” – “Nada en el mundo es gratis, excepto el amor incondicional de Jesús”. El Vía Crucis de la tarde del viernes sorprendió de una manera particularmente moderna con sus expresivos bailarines y el traslado de las estaciones a lo que los jóvenes se enfrentan hoy en día. Inolvidables son las fiestas de baile espontáneas antes y después del programa, así como el sacerdote que, como un DJ ultra “cool”, desempolvó sus ritmos para despertar a los 1,6 millones de personas que dormían en la explanada, después de la celebración de la vigilia el sábado por la noche.
Mejor, experimentarlo uno mismo
Este es solo un intento de capturar las imágenes y emociones del día en pocas palabras. Cualquiera que desee experimentar el festival más grande del mundo, la emoción que rodea al Papa y la oportunidad de fortalecer su relación personal con Dios está cordialmente invitado a la próxima JMJ en la capital de Corea del Sur. Allí los jóvenes creyentes de este mundo se reunirán nuevamente en 2027. Para celebrar a Dios y nuestra fe, para percibir el aire animado de autobuses y trenes abarrotados, para disfrutar de sonidos suaves o de guitarra, para hacer cola durante horas a 30 grados para una comida de peregrino o un buen asiento en la explanada.
Porque vale la pena ser signo de que la fe vive en nosotros y nos hace vivir. En todo caso, vale la pena por ampliar el propio horizonte y por descubrir nuevas emociones, antes desconocidas, de la propia personalidad.
