Publicado el 2018-08-28 In Dilexit ecclesiam

Presentes y en diálogo

ENCUENTRO MUNDIAL DE LAS FAMILIAS, P. José Luis Correa/Maria Fischer •

“El Encuentro Mundial de las Familias nos ha dado gran esperanza y nos ha estimulado sobre el hecho de que las familias son cada vez más conscientes de su papel irremplazable en la transmisión de la fe. La transmisión de la fe se realiza principalmente en la familia; la fe se va transmitiendo ‘en dialecto’, el dialecto de la familia”, dijo el Papa Francisco el domingo 26 de agosto, en su encuentro con los obispos de Irlanda, después un encuentro de dos días con familias de todo el mundo y con los temas más ardientes de este tiempo histórico de la Iglesia.—

El Encuentro Mundial de las Familias también fue un momento de encuentros y de esperanza para los schoenstattianos allá presentes. “Hace bien juntarnos”, dijo el P. José Luis Correa el sábado 25 en el encuentro de la familia de Schoenstatt. Destacó la importancia del Stand o en verdad de los dos stands que hubo, el del Movimiento internacional y el de la pequeña Campaña de la Virgen Peregrina de Irlanda. Este stand fue un lugar de encuentro entre los schoenstattianos de diferentes países presentes en el Encuentro Mundial y muchos otros participantes.

En el encuentro, con mucha entrega preparado por la delegación de Costa Rica, el padre Alexandre Awi dio un discurso de unos 15 minutos, y luego vino el testimonio del matrimonio  Moser. En su prédica, el P. José Luis Correa destacó tres puntos siempre actuales, cuando Schoenstatt sale al encuentro en actitud del Dilexit Ecclesiam.

Agradecer por lo recibido y desarrollado en Schoenstatt en la Obra de Familias

El Santuario Hogar, la Academia de la Familia, las Misiones Familiares, el Fortalecimiento matrimonial, el Ehe-Weg (Camino Matrimonial): no solo en el stand, sino también en la consciencia de los schoenstattianos, estos proyectos y realidades ya probados, brillaban con nueva intensidad. Creció la gratitud por lo recibido y desarrollado en Schoenstatt en el momento de presentarlo y compartirlo. Y hay tanto más que ha surgido en la Obra de Familias y en todo Schoenstatt.

Aportar lo propio de nuestro carisma.

Las familias que viven desde la Alianza de Amor tienen algo que dar a las familias: la Pedagogía matrimonial y familiar no es exclusivamente para schoenstattianos, y el valor de las vivencias al interior de la familia, los Preámbulos vivenciales de la fe, son un descubrimiento no solo para atesorar en el interior del Movimiento, sino para ofrecer, con humildad y como oferta, a los demás.

Aprender de los otros, dejarse complementar, enriquecer por otros

“Dilexit ecclesiam” no significa enseñar a los demás, sino entrar en un diálogo que permite un enriquecimiento mutuo. Por eso, participamos en estos encuentros: para aprender de los demás, dejarnos complementar y enriquecer por otros, en actitud de apertura, humildad y en un diálogo sin prejuicios.

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