Publicado el 2014-02-02 In Schoenstatt en salida

¡Esta Señora insistió en visitar su casa y no me quedó más remedio que traerla!

ARGENTINA, Nestor Reitano. «¡Esta Señora insistió en visitar su casa y no me quedó más remedio que traerla!» Era una de las tantas frases que desde el 20 al 26 de enero de 2014 se escucharon en la localidad de Villa Bastía, Tupungato, Mendoza, de la República Argentina. Estas frases destrababan cerrojos y reblandecían corazones, permitiendo el ingreso de cada uno de los ciento veinte misioneros a los hogares del lugar.

Bajo el lema “Tu Alianza, nuestra misión”, católicos practicantes, ateos, hermanos separados y católicos adormecidos, recibieron durante cuatro días consecutivos en cada casa, a los jóvenes misioneros, encabezados por nuestra Señora de Schoenstatt. Se compartieron ideas, se catequizó, los catequizaron, se escuchó a cada persona en sus proyectos y necesidades y se buscaron puntos comunes con los hermanos separados en más de doscientas cincuenta casas. El objetivo (ampliamente logrado) fue dejar en cada casa un Rinconcito Mariano, donde se estableciera nuestro Señor con su Santa Madre. El primer día se les entregaba un recipiente con agua bendita y se les enseñaba a bendecir a los hijos con ella, bendiciendo además el hogar de todo aquel que lo solicitaba, además de un librito con las oraciones básicas y el Santo Rosario. El segundo día se les entregó una vela con una imagen de una paloma que representa al Espíritu Santo. El tercero una imagen de la Santa Cruz y por último una imagen de la Virgen María con una pequeña oración para consagrarse a Ella.

Reina de las Misiones Familiares Mendoza

Se realizaron actividades para jóvenes y niños del lugar y una feria de ropa donde los precios rondaban entre los dos y los cinco pesos, con cuyo producido se adquirieron veinte Biblias y cinco Nuevos Testamentos que se donaron a la parroquia para catequesis de los lugareños.

Cada día se celebró una misa en alguno de los lugares misionados, ofreciéndola por alguna intención particular, enfermos, difuntos, familia y el viernes en una zona muy humilde vecina a un basural, por el trabajo. En esta se bendijo una imagen de San Cayetano y se llevó en procesión (aproximados tres Kms.) hasta la escuela donde se alojaban los misioneros, entronizándolo en una pequeña gruta a la entrada de la misma. El último día de misión se cerró con una gran Misa para todo el pueblo en la que se bautizó a una veintena de niños y se coronó a Nuestra Señora de Schoenstatt como “Reina de las Misiones Familiares Mendoza” en cuya corona, entre otros símbolos, se recordó a cuatro personas muy importantes para los misioneros de Mendoza: el Papa Francisco, el beato Juan Pablo II, Don Joao Pozzobon (iniciador de la Campaña del Rosario del Movimiento de Schoenstatt) y Héctor “Coco” Ricciardi (misionero y schoenstattiano de corazón, cuyo único objetivo hasta el día de su muerte fue llevar a la Virgen María a cada casa y a cada corazón). Todo culminó con una gran cena a la canasta en la que se invitó a todo el pueblo y donde no faltaron cantos y danzas folclóricas.

Misionar en familia

El grupo misionero está compuesto por aproximadamente cien adolescentes de catorce años en adelante, seis o siete matrimonios con sus hijos y algunos otros mayores que acompañan en la misión o la logística. Los adolecentes se separan proporcionalmente entre los matrimonios, donde cada uno de estos últimos asumen la paternidad emocional del grupo que le corresponde y los jóvenes la respectiva filialidad a sus “padres Misioneros”. A cada familia se le asigna una determinada zona de misión, siendo por esto que se las denomina “Misiones Familiares”. Este año también estuvimos acompañados por el párroco de la zona, un diácono y un sacerdote del Movimiento de Schoenstatt. Los adolescentes son de distintas parroquias, colegios y movimientos católicos, como así también los matrimonios.

La espiritualidad interna de la misión tiene un marcado acento schoenstattiano.

Trienios misioneros

A cada participante de la misión (sólo si puede pagarlo) se le cobran $ 150 por todo gasto y concepto de los siete días que dura la misión (aproximados u$s 12), con esto se recaudan alrededor de $ 10.000 de los aproximados $50.000 que implica este movimiento, el resto es aportado por corazones generosos, empresas, organizaciones, parroquias y movimientos religiosos en concepto de donación.

La modalidad de estas misiones es visitar durante tres años seguidos el mismo lugar. En el primero, como ya se mencionó, se deja en cada casa un Rincón Mariano; en el segundo se prepara a la gente para una “Alianza” con la Virgen María en la que se intercambian intereses, nosotros nos encargamos de sus intereses y ella de los nuestros; en el tercer y último año se bendicen los Rincones Marianos como “Santuarios del Hogar” desde donde la Virgen derrama las gracias del acogimiento, la transformación y el envío. Una vez finalizado el Trienio se acude al Arzobispo para que asigne un nuevo lugar de misión.

Este ha sido el decimotercer año de misión y ya contamos con dos “hijos”, otro grupo de misiones familiares propio del departamento de Tupungato y uno de misiones universitarias “Via Iesum” que reúne en gran medida a los hoy jóvenes que en su momento se enamoraron de las misiones familiares (y en espera de que en algún momento vuelvan a las mismas como matrimonios), ambos grupos de dos años de edad.

Si bien lo económico es siempre necesario, María se encarga de conseguirlo, pero sí rogamos a todos aquellos que lean esta nota, “muchas, muchas, muchas oraciones”.


Por cualquier duda o sugerencia comunicarse a misionesfamiliaresmendoza@gmail.com

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¡Esta Señora insistió en visitar su casa y no me quedó más remedio que traerla!

ARGENTINA, Nestor Reitano. «¡Esta Señora insistió en visitar su casa y no me quedó más remedio que traerla!» Era una de las tantas frases que desde el 20 al 26 de enero de 2014 se escucharon en la localidad de Villa Bastía, Tupungato, Mendoza, de la República Argentina. Estas frases destrababan cerrojos y reblandecían corazones, permitiendo el ingreso de cada uno de los ciento veinte misioneros a los hogares del lugar.

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