Publicado el 2014-02-02 In Temas - Opiniones

Cántico a la Empresa

CIEES, mda. Motivado por lo vivido en el Segundo Congreso Iberoaméricano para Empresarios en Costa Rica en noviembre de 2013, Carlos Barrio e Lipperheide, de Argentina, en base a esta oración de nuestro Padre Fundador, escribió lo que denominó «Cántico a la Empresa», en la que trató de volcar lo que para su sería un ideario de la empresa schoenstattiana.

¿CONOCES aquella tierra cálida y familiar
que el amor eterno se ha preparado:
donde corazones nobles laten en la intimidad
y con alegres sacrificios se sobrellevan;
donde cobijándose unos a otros,
arden y fluyen
hacia el corazón de Dios;
donde con ímpetu brotan fuentes de amor
para saciar la sed de amor que padece el mundo?

YO CONOZCO esa Empresa …
en la que se respira sabor a hogar y todos se sienten vinculados y alentados a desarrollar sus propias capacidades;
donde se fomenta la superación para hacer mejor la tarea y así construir una empresa más humana y eficiente;
en la que existe una cultura de aprendizaje a través de la cual no se buscan chivos expiatorios por los errores cometidos, sino que desde una mirada orgánica, todos se sienten partícipes y responsables de los resultados;
donde se tienen las puertas abiertas para escuchar y expresar necesidades, propuestas y recomendaciones;
en la que se alienta la creatividad, la iniciativa y las ganas de emprender nuevos desafíos y proyectos;
donde existe una mirada atenta y comprometida por los desvelos y preocupaciones de las familias de quienes trabajan;
en la que reina la solidaridad y la colaboración para alcanzar los objetivos;
donde el trabajo se desarrolla desde una vinculación vital interior de la persona con su propia originalidad;
en la que se vive un organismo de vinculaciones que lleva a que todos se sientan parte y busquen integrarse y colaborar con las tareas;
donde los empleados no son vistos como meras fuerzas y mercancías de trabajo, descartables e intercambiables, sino como seres únicos y valiosos, que aportan valor y luchan por mejorar y progresar;
en la que no existe lugar para la indiferencia y la distancia entre las personas;
y las entregas de todos forman parte también de los objetivos de la Empresa.

¿CONOCES aquella tierra abundante y pura,
reflejo de la Belleza eterna:
donde las almas nobles y fuertes
se desposan con el Cordero de Dios;
donde ojos transparentes irradian calor
y manos bondadosas alivian los dolores;
donde esas manos sin mancha
continuamente se juntan en oración
para conjurar los poderes demoníacos?

YO CONOZCO esa Empresa …
que considera sus talentos como frutos recibidos de Dios, que deben multiplicarse con audacia y prudencia;
que busca producir riqueza y desarrollo cuidando la vida y el medio ambiente;
que persigue la mejora continua de sus productos y servicios, cumpliendo con las más altas normas de calidad y excelencia;
en la que el diseño de los puestos de trabajo y las instalaciones, favorecen un buen clima laboral y el gusto por la tarea;
que alienta la transparencia en las acciones, irradiando confianza y actitudes motivacionales;
donde se evita acumular poder y no existe temor a delegar las tareas, y así generar un crecimiento compartido;
en la que todos son escuchados y tomados en cuenta en sus aportes y la mutua confianza rige las relaciones;
donde siempre hay una mano abierta para dar respuesta a las necesidades personales;
en la que todos se sienten acogidos en un ambiente confortable y cálido;
donde existe un lugar y un momento para compartir los acontecimientos, los logros y fracasos, y se busca descubrir las resultantes creadoras de los esfuerzos realizados;
en la que todos tratan de ser sinceros y leales y dejan de lado sus máscaras y clichés;
y el trabajo realizado genera vida y entusiasmo.

¿CONOCES aquella tierra, imagen fiel del cielo,
ese reino de libertad
tan ardientemente anhelado:
donde la inclinación a lo bajo
es vencida por la magnanimidad y la nobleza;
donde los menores deseos de Dios comprometen
y reciben alegres decisiones por respuesta;
donde, según la ley fundamental de amor,
la generosidad siempre se impone victoriosa?

YO CONOZCO esa Empresa …
en la que el trabajo se vive como vocación y camino de autoeducación, que ilumina el ideal de vida;
donde las personas se sienten libres y asumen su propia responsabilidad en las tareas y decisiones y son promovidas por sus méritos y esfuerzos;
en la que todos buscan alcanzar la excelencia de los resultados como un camino virtuoso y una aspiración;
donde el trabajo lleva a sentirse unido a la obra, e impulsa a forjar y crear;
en la que existen oídos y voces atentas para que pueda haber una sana y cálida comunicación entre sus miembros;
donde se fomenta la motivación e iniciativa propia y se desalienta la coerción normativa;
en la que se busca escuchar y descubrir nuevas puertas abiertas en el mercado y sus tendencias y la mejora de los productos y servicios;
donde todo el que trabaja con esmero y responsabilidad es considerado como el principal capital que merece ser recompensado y alentado;
que, al regirse por el orden del ser, establece un justo equilibrio orgánico entre el tiempo dedicado a la actividad laboral y la vida privada;
donde se tiene un oído exigente que capta las voces de las observaciones y reclamos de clientes y proveedores;
en la que las personas se sienten vinculadas entre sí y unidas a su propia misión y la de la empresa;
donde se busca irradiar un nuevo modelo de organización, rentable y solidario, que vincule los corazones, multiplique y haga crecer tanto el capital económico como el de las gracias.

¿CONOCES aquella tierra transida de alegría,
porque en ella el Sol
nunca tiene ocaso:
donde los corazones viven en el reposo
por la posesión de los bienes eternos;
donde los abundantes dones de Dios
reconfortan el corazón y la voluntad;
donde el amor, como una vara mágica,
transforma con prontitud la tristeza en alegría?

YO CONOZCO esa Empresa …
en la que todos trabajan con alegría y buscan generar riquezas y abundancia;
donde el trabajo es vivido como una participación de corazón en la actividad creadora y en la voluntad de donación de sí mismo, propia de Dios;
donde reina un espíritu de alianza que encauza y supera la confrontación y las divisiones;
que es flexible y está abierta a las novedades y cambios del mundo, navegando hacia nuevas playas y desafíos;
en la que todos viven con entusiasmo poder aportar a la comunidad productos y servicios para su desarrollo;
que persigue que los controles de calidad se establezcan para alcanzar más transparencia y excelencia;
en donde existe un clima de excelencia y desarrollo continuo del objetivo empresario y la persona;
que respeta a sus competidores y no lleva a cabo prácticas que distorsionen el mercado y una sana competencia;
en la que las personas se sienten cercanas y co-creadoras y buscan nuevos horizontes para forjar un mundo mejor y más humano;
donde se valora la consciencia de sí mismo y el propio modo de ser, como camino para trabajar con más plenitud y alegría;
en la que los logros son compartidos y festejados, motivando nuevas metas;
y donde todos están atentos a las dificultades que puedan surgir, acudiendo con prontitud para dar su apoyo y esfuerzo.

¿CONOCES aquella tierra, ciudad de Dios,
que el Señor se ha construido:
donde reina la veracidad,
y la verdad domina todo y sobre todo triunfa;
donde las santas normas de la justicia
determinan lo que se hace y lo que se evita;
donde el amor une
los corazones y los espíritus,
y el Señor y Maestro empuña el cetro?

YO CONOZCO esa Empresa …
que se edifica todos los días y tiene un claro sentido de su ideal como misión;
en la que los valores son vividos y compartidos en todos sus estamentos;
donde se busca cubrir los puestos de trabajo con quienes tengan las capacidades adecuadas para hacerlo;
en la que se planifica y prevé equilibradamente el rumbo y los objetivos a alcanzar;
donde el trabajo diario integra y une la persona a su ideal personal;
en la que las decisiones gerenciales son transmitidas y compartidas generosamente con todos los miembros;
que es consciente de la importancia de pagar puntualmente y en debida forma sus impuestos, cargas sociales y previsionales;
en la que se busca que los salarios sean justos y reflejen los méritos de cada persona;
donde se cumplen por vocación con todas las normas legales que rigen las relaciones laborales;
en la que todos se sienten de alguna manera dueños y partícipes responsables de los resultados obtenidos;
donde existe un clima que permite a cada persona elaborar y expresar las vivencias y afectos de su corazón;
en la que se cuida que no exista una sobrecarga de trabajo que agote, aliene y entristezca.

¿CONOCES aquella tierra preparada para el combate,
acostumbrada a vencer en todas las batallas:
donde Dios se desposa con los débiles
y los escoge por instrumentos;
donde, no fiándose
de las propias fuerzas,
todos confían heroicamente en El
y están dispuestos a entregar por amor,
con júbilo, la sangre y la vida?

YO CONOZCO esa empresa …
que despierta la magnanimidad con altos objetivos e ideales;
en la que todos se esfuerzan por construirla y mejorarla, sin desfallecer en los momentos difíciles;
donde hay lugar para las iniciativas individuales y el trabajo colectivo, en una creadora unidad de tensión;
en la que el liderazgo se entiende como servicio que vivifica, conduciendo, liberando y despertando;
que sale de su comodidad y se atreve a escuchar y llegar hasta sus propias periferias;
que sin perjuicio de buscar la mayor rentabilidad, está atenta para ver qué acciones puede emprender para aliviar las necesidades de la comunidad, los marginados, los débiles, olvidados y excluidos del sistema económico y laboral;
donde existe solidaridad entre sus miembros, tanto en las tareas como las necesidades;
en la que se premia no sólo la excelencia de las tareas, sino también los valores que las impulsan;
donde se busca plasmar un hombre nuevo en una nueva comunidad, forjando personalidades autónomas, con gran interioridad y una voluntad y disposición permanente de decisión, responsables ante sus propias consciencias e interiormente libres, que se alejen tanto de una rígida esclavitud a las formas como de una arbitrariedad que no conoce normas;
y en la que el trabajo santifica a las personas y sus familias y todos ofrecen sus esfuerzos y su ser como un regalo de amor a la fuente santa de gracias que desde el Santuario brota cristalina.

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CIEES, mda. Motivado por lo vivido en el Segundo Congreso Iberoaméricano para Empresarios en Costa Rica en noviembre de 2013, Carlos Barrio e Lipperheide, de Argentina, en base a esta oración de nuestro Padre Fundador, escribió lo que denominó «Cántico a la Empresa», en la que trató de volcar lo que para su sería un ideario de la empresa schoenstattiana.

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