BRASIL, Priscila Bernardo/Cássio Leal. La Familia de Schoenstatt de Brasil se reunió en la ciudad de Aparecida para celebrar con una misa solemne los 100 años de la ordenación del Fundador del Movimiento, el P. José Kentenich. En Aparecida se encuentra la Basílica de la Santa Patrona de Brasil que recibe anualmente miles de peregrinos de todo el país y América Latina. Representantes del Movimiento de Schoenstatt del Brasil y de las diversas ramas estuvieron presentes en esta ceremonia de acción de gracias por el sacerdocio del P. Kentenich.
La Basílica de Nuestra Señora de Aparecida se encuentra 163 kilómetros de Sao Paulo y la ciudad lleva el nombre en honor a la patrona del Brasil, cuya imagen fue encontrada en el río que corta la ciudad en el siglo 18. Se trata de un templo grandioso, la segunda iglesia católica más grande del mundo, sólo superado por la Basílica de San Pedro en el Vaticano. Miles de peregrinos visitan la milagrosa imagen de Nuestra Señora Aparecida todos los años.
En acción de gracias por los 100 años de la ordenación sacerdotal del Padre Kentenich
En la mañana del 14 de julio, representantes de la Familia de Schoenstatt y sus diversos institutos estaban en Aparecida para celebrar la Misa con el Obispo Auxiliar de São Paulo, Mons. Milton Kenan Junior en acción de gracias por los 100 años de ordenación sacerdotal del P. José Kentenich, fundador del Movimiento y que fue ordenado hace un siglo en la ciudad de Limburg, en Alemania.
Fue un día de gracias y ni el frío ni el tiempo lluvioso impidió a los peregrinos ir a Aparecida. En la misa, hubo representantes del Movimiento de ciudades como Santa María, Londrina, Poços de Caldas, Jaboticabal, São José dos Campos y São Paulo. Muchos llevaban banderas, gallardetes y camisetas del Movimiento.
Clausura del encuentro de los Sacerdotes del PAMAS
El presidente de la celebración fue el obispo Milton Kenan Jr., Obispo Auxiliar de São Paulo y entre los Padres concelebrantes estaban el P. Vandemir Meister (Superior de los Padres de Schoenstatt en el Brasil) y el Padre Ottomar Schneider.
Esta misa también marcó la clausura de la Reunión de los Padres Aliados del Movimiento Apostólico de Schoenstatt (PAMAS), celebrada del 12 al 14 de julio en la ciudad de Atibaia y que trató sobre el testimonio de vida del P. Kentenich y su espiritualidad.
Don Milton, que selló su Alianza de Amor hace algunos años, fue uno de los dirigentes del encuentro junto con el P. Ottomar.
El Padre Ottomar, le dijo a algunos schoenstattianos antes de la celebración de que el énfasis del encuentro de los Padres, que hay terminaría, era demostrar a los mismos lo importante que era para un sacerdote ser Padre, como el Padre Kentenich lo hacía.
Por ejemplo, cuando el Padre Fundador tiraba caramelos por la ventana para la Juventud, o, al regresar de la guerra, prefería que sus hijos se bañaran antes que él, aun sabiendo del racionamiento de agua que existía entonces.
El Sacerdote está llamado a ser padre
Durante la homilía, el obispo Milton saludó a todos los peregrinos, los sacerdotes y hermanas y recordó también que la Iglesia celebra en este día, la memoria de San Camilo de Lellis que dedicó su vida a servir a los pobres y enfermos. Luego dijo que uno de los motivos especiales que le llevaron a Aparecida, fue para celebrar el centenario de la ordenación de «alguien» que en su vida, fue encendido por el Padre. Se refirió al P. Kentenich, como un profeta que había previsto que las próximas generaciones irían a enloquecer por olvidarse de Dios.
Dijo que el fundador del Movimiento de Schoenstatt conducía a las personas al santuario y allí, enseñó que la Madre de Dios es la compañera de Jesús y su ayudante en su misión, no sólo por voluntad propia sino por el designio del Padre. «Cuando Dios pensó enviar a su Hijo, pensó también en darnos una Madre, y una madre que fuese colaboradora de su Hijo. El Padre Kentenich conduce a la gente a María y a través de las manos de la Madre, quiere alcanzar las manos del Padre para que podamos conocer su amor, que nos cuida, se interesa y no renuncia a nosotros».
Mons. Milton también señaló que era el día para dar gracias a Dios por su cuidado, atención y cariño.
Y un agradecimiento especial fue dedicado a los sacerdotes: «Digamos hoy al Señor Dios, nuestro agradecimiento por nuestros Padres. Como el propio término lo dice,» Padre «es llamado a ser «Padre», padre no sólo de una familia, sino de una multitud de hijos generados por la palabra y el sacramento. A ellos, Dios los ha elegido para ser su imagen en medio del mundo».
Bendición Apostólica del Santo Padre
Al final de su homilía, el obispo leyó una carta enviada por el Papa a los presentes en esta celebración:
«Su Santidad el Papa Benedicto XVI concede de corazón la deseada Bendición Apostólica a los participantes de la Celebración Eucarística Jubilar que se celebrará en el Santuario Nacional de Aparecida con motivo del Centenario de la Ordenación Sacerdotal del Padre José Kentenich, fundador del Movimiento Apostólico de Schoenstatt».
Al final de la Misa, algunas Hermanas de María llevaron la imagen de Nuestra Señora de Aparecida en procesión hasta el santuario y todos los presentes se consagraron a la Patrona de Brasil. Después de la celebración, el obispo Milton se reunió con sacerdotes y miembros del movimiento y dio una conferencia sobre la vocación del sacerdocio. Se nota que el Obispo Auxiliar de São Paulo, tiene bastante aprecio por el ejemplo de vida del P. Kentenich y la espiritualidad de Schoenstatt.
Transmisión por la televisión, la radio e Internet
Dos emisoras de televisión (Rede Vida y TV Aparecida) transmitieron la Misa en directo. También fue posible seguir la celebración por la Internet, en Brasil y otros países. En un país de dimensiones continentales como Brasil y en la monumental Basílica de Aparecida, la «casa madre» de la Patrona del Brasil acogió a todos los schoenstattianos este día de fiesta y la Iglesia en unión con el Movimiento de Schoenstatt esparcido por todo el país en su 23 Santuarios y principalmente a través de la Campaña de la Virgen Peregrina que llega a miles de familias y hogares, celebraron los 100 años de ordenación sacerdotal del P. José Kentenich.
Traducción: Kikito Vázquez, Asunción, Paraguay
