Publicado el 2010-08-03 In Año Sacerdotal

Pallotinos y schoenstattianos celebran juntos el centenario de la ordenación del Padre Kentenich

Santuario de CuritibaBRASIL, Hna. Sonia Blanco. El 8 de julio la parroquia San José de Vila Oficinas en Curitiba, celebró el centenario de la ordenación sacerdotal del Padre Kentenich, reuniendo pallotinos y schoenstattianos. El sacerdote pallotino, Padre Cláudio Pereira dos Santos es el párroco de esta comunidad, que tiene tres Capillas más. En ella está el Centro de Educación Infantil Cantinho de Sol, coordinado por las Hermanas de María de Schoenstatt. El seminario Pallotino está también en esta comunidad.

 

En los cien años de la ordenación del Padre Kentenich, toda la familia parroquial se unió para celebrar. El Padre Claudio celebró con gran alegría la Santa Misa del centenario y motivó a los feligreses a participar en este momento de gracias. Desde el momento que se enteró de la fiesta, el Padre Claudio encabezó toda la organización y él mismo invitó a los feligreses a la Misa festiva. El Padre. Ivanildo también invitó a comunidad de São Tiago. Ellos informaron que el Padre Kentenich era pallotino, su vida fue un don de amor a la Iglesia y toda la comunidad debía vivir unida esa hora de gracias. Tanto en la parroquia, la Capilla. São Tiago y el Colegio Cantinho de Sol, se distribuyeron invitaciones para esta Santa Misa. En el colegio y en la parroquia San José, se colocaron afiches del Padre Kentenich invitando a su centenario.

Llegó el día de la fiesta

El Padre Claudio con todo el equipo litúrgico y los seminaristas pallotinos dieron la bienvenida incentivando la participación. Los seminaristas ensayaron cantos para ese día y formaron un coro muy bonito de vocaciones jóvenes. Tres de ellos usaron la capa de sacerdote pallotino como homenaje al Padre Kentenich, formando un coro de voces profundas y fuertes que motivó a todos a cantar y celebrar.

En la entrada solemne, mientras un padre de uno de los alumnos del colegio hacía la introducción, un seminarista entró con la estola, símbolo del sacerdocio fecundo del Padre Kentenich. La luz fue llevada al altar, por una profesora y la bandera -simbolizando todo el trabajo apostólico con los niños- fue llevada al altar por la Hermana M. Rosa y dos profesoras. Una foto grande del Santuario Original fue llevada por una matrimonio del Instituto de Familias de Schoenstatt. También estuvo presente una réplica en madera del Santuario La Virgen Peregrina que visita a las familias y las imágenes pequeñas que visitan a los niños también estuvieron en la Misa. Todos estos símbolos representaron mucha vida schoenstattiana al servicio de la Iglesia.

Una celebración festiva y familiar

El Padre Kentenich debe haberse alegrado mucho por esta unión entre comunidades: pallotinos y schoenstattianos. En la homilía, el Padre Claudio comentó las lecturas del día y profundizó sobre el sacerdocio del Padre Kentenich. Lo presentó como un modelo para la Iglesia de nuestro tiempo. Destacó el amor del Padre José Kentenich, la entrega a su obra y su ejemplo de santidad. En este ambiente de unidad familiar, se colocó sobre el altar el agradecimiento por los cien años de sacerdocio del Padre Kentenich. Todo, en la consagración al Padre, cuando Jesús es acogido en los corazones en la Eucaristía y en El somos uno.

Después de la comunión, el Padre Claudio invitó a los presentes para continuar participando de este momento solemne, mostrando algunos slides con palabras del Santo Padre Benedicto XVI en homenaje al sacerdocio del Padre Kentenich y, a través de él, a todos los sacerdotes. La Santa Misa concluyó con la bendición solemne del Padre Cláudio, mientras en la diapositiva aparecía la imagen del Padre Kentenich dando la bendición, como una señal de la Iglesia del cielo y de la tierra unidas en este gran momento de alegría y gratitud.

Después de la Santa Misa, muchos quisieron registrar fotográficamente esta vivencia familiar. De esta manera, pallotinos y schoenstattianos quisieron asegurar esta vivencia de unidad en el sacerdocio del Padre José Kentenich.

Fuente: maeperegrina.org.br

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