Publicado el 2010-07-31 In Año Sacerdotal

Padre Kentenich: tu carisma – nuestra fortaleza

"Dein Charisma - unsere Kraft"mkf. «Padre Kentenich, nuestro padre y profeta, tu carisma, nuestra fuerza. Tú obras por todos los tiempos a través de personas, quienes – su mano en tu mano, su corazón en tu corazón – siembran eternidad». Realmente no se sabía qué era lo que más íntimamente conmovía: la canción, con su melodía pegadiza, o las caras radiantes de las cantantes y de toda la banda… Fue el 18 de julio de 2010. Ante el Santuario reluciente, blanco, en «Schoenstatt sobre el monte» en Memhölz, se reunieron los amigos del Padre Kentenich para celebrar al padre, sacerdote y profeta. Ese padre, sacerdote y profeta que sigue vivo en las personas que se abren a él y a su carisma, y en cuyas vidas se hace realidad lo que dice Susanne Leibrecht en este himno compuesto para el centenario de su ordenación sacerdotal: «tu amplia mirada abre nuevos horizontes…».

Rumbo al Santuario

Si se escucha a niños de cuatro o cinco años, y también a muchachas de la Argentina y del Paraguay – que casi no entienden alemán – tararear aún varios días después de la fiesta: «Padre Kentenich, nuestro padre y profeta…», entonces les llegó a la profundidad de su ser! El Padre Kentenich podía tocar en lo más profundo la personalidad de cada hombre y hacer que se desarrollara lo mejor en él. Amó a Dios y a los hombres «con todo su corazón y con todas sus fuerzas». A este Padre Kentenich, y a las personas que en relación con él, con su carisma y su fuerza, se han transformado en «pequeños profetas», se podían encontrar a cada paso este 18 de julio en Memhölz.

Entonces, sigues vivo entre nosotros

Padre Kentenich, nuestro Padre y ProfetaLa fiesta comenzó en el Santuario a las 10 hs. Las praderas, los montes, los árboles, lucían la frescura de un lavado extra. Y el sol y una ligera brisa ayudaban a los voluntarios a secar los últimos bancos. Una gran cantidad de gente llegó al Santuario: familias con niños, jóvenes, ancianos… «Este canto me parece conocido…» comentaba una señora que desde hace muchos años visita el Santuario. La antigua canción Wir kommen von Vertrauen -Llegamos con confianza– sonó tan joven, apasionada y dinámica, que casi nadie la reconocía. Christine y Erwin Hinterberger saludaban a los que iban llegando para celebrar el centenario de la ordenación y del ministerio sacerdotal del Padre Kentenich, para celebrarlo con él, que sigue estando vivo. Si nos comprometemos con él, si escuchamos sus palabras, si nuestro trabajo, la preparación de nuestras fiestas, la vida familiar están marcados por su espíritu, si construimos con él la Iglesia de las nuevas playas… «Entonces, Padre, estás aquí, entonces sigues vivo entre nosotros. Entonces estás en medio nuestro, entonces tu vida se manifiesta en nuestras vidas».

Libro de amistadGertrud y Norbert Jehle llevaron hacia delante, en el vestíbulo de entrada de la casa de la Familia, la imagen del Padre Kentenich. Realmente no se trataba de llevar cualquier cuadro que antes o después termina en un rincón, sino una imagen a la que están vinculadas valores y vivencias, una imagen en la que está vivo el Padre Kentenich. «Y ahora, después de la fiesta, esta imagen en el vestíbulo me gusta aún mucho más», dijo alguien a la noche. Durante todo el día los amigos del Padre Kentenich fueron invitados a escribir un saludo en el «Libro de la amistad».

«Y ahora cantamos una vez más el himno de este centenario», dijo Miriam Stetter después de terminado el acto. Simplemente había que hacerlo… «Padre Kentenich, nuestro padre y profeta…». Y todos ya pueden cantarlo…

Fuentes de fortalecimiento – Puntos de encuentro

Erwin y Christine Hinterberger durante la aperturaPor tres horas los quinientos invitados contaron con rebosantes fuentes de fortalecimiento y puntos de encuentro. A cada hora comenzaba un punto de encuentro, y continuamente había posibilidad de confesarse, visitar los puestos de información atendidos con mucha simpatía – entre otros sobre la bendición de madres y padres, la Academia de pedagogía familiar, la Escuela Kentenich, el proyecto de pedagogía kentenijiana, la Academia Kentenich Internacional para dirigentes (IKAF), TeenSTAR -modelo de educación sexual cristiana-, también se ofrecía continuamente el almuerzo y café con tortas en la carpa festiva, en la que ¡claro!, no sólo se compartía la comida, sino también diálogos enriquecedores para transformar el mundo, seguir fundando Schoenstatt, diseñar proyectos, comprar números de la tómbola (¡aún no había salido el primer premio!), hacer nuevas amistades, renovar y profundizar las anteriores, planear la próxima fiesta… Simultáneamente funcionó la tómbola y el programa para los más pequeños en el parque infantil, en la carpa de manualidades, en la pradera delante de la casa. «¡Por fin veo niños en Alemania!», comentó Jorgelina, de la Argentina, que está en Schoenstatt desde hace cuatro meses.

Anhelos del corazón

Cartel del bienvenidoHay quienes participan sucesivamente en tres puntos de encuentro y casi no tienen tiempo de almorzar. Algunos expositores lamentaron que durante «su» hora no pudieron participar de ningún otro punto de encuentro que les interesaba. No hubo ninguna división entre los colaboradores y los invitados, algo típico del estilo Kentenich, dijo Ulrich Grauert. En su cercanía, todos se vuelven colaboradores. Variadas y de múltiples facetas, como el carisma del Padre Kentenich, fueron las ofertas de los puntos de encuentro, los temas predilectos, los anhelos del corazón de los expositores. Muchas áreas y aspectos variados del carisma del Padre Kentenich, como por ejemplo la paternidad como virtud del empresario exitoso (a cargo de Melanie y Ulrich Grauert, de Suiza), como ser padres sacerdotales (Sabrina y Peter Quan, de Suiza), como llegar a lo más profundo del corazón de los hombres… En otros puntos de encuentro se trató sobre la aplicación de la pedagogía kentenijiana, sobre la educación sexual (proyecto TeenSTAR) y NER (=planificación natural de la familia), hubo música, cantos, danzas, actividades artísticas, y presentaciones – en textos, fotos y videos – de momentos de la vida del Padre Kentenich y de los rasgos fundamentales de su ser sacerdotal. «El Padre Kentenich quiso formar hombres decididos», dijo Erwin Hinterberger, en el acto previsto para la mañana. Hubo más ofrecimientos de los que se podía aceptar… Y todavía está el Santuario, la habitación del Fundador, la carpa, el banco en las alturas, con el tintineo de los cencerros de las vacas como único ruido de fondo, el grupo de prestidigitadores para niños y adultos y por supuesto ¡la tómbola! El primer premio todavía no salió: es un fin de semana en Memhölz con toda la familia. Y en el centro, el Padre Kentenich pleno de vida…

«Agradezco a todos los hijos de Schoenstatt. Agradezco a los que ya han partido, agradezco a los que viven, agradezco a las generaciones venideras… En gran parte… a lo largo de varias décadas el destino de todos ha estado vinculado al mío. Si no me equivoco, cuando explico que la vocación a Schoenstatt está unida – y es demostrable – a un primer encuentro personal… Si pienso en la primera generación de nuestros sacerdotes schoenstattianos o en nuestras Hermanas, la mayoría de las veces sé que los ha conmovido la primera relación amistosa en una jornada o en una conversación personal. Y creo, y puedo probarlo a cada uno: aquí comienza a actuar la gracia…», afirmaba el Padre Kentenich en 1935, con ocasión de las bodas de plata de su ordenación sacerdotal. Para algunos, la gracia comenzó a actuar este 18 de julio de 2010…

La bendición de una vida sacerdotal

Frente del SantuarioAlrededor de las 14,30 hs. todos se reunieron junto al Santuario para la participar en la Sta. Misa, concelebrada por varios sacerdotes y acompañada nuevamente por el entusiasmo juvenil. En la homilía, el P. Leonhard Erhard (Federación de sacerdotes diocesanos de Schoenstatt) retomó algunas palabras de la alocución que dio el Padre Kentenich en 1935 con ocasión de sus bodas de plata sacerdotales: «Sí, también lo sé yo y lo admito con gusto: hay pocas vidas sacerdotales tan extraordinariamente bendecidas como la mía». Detrás está «evidentemente la experiencia de que todo lo que hice en realidad no es nada frente a lo que ha surgido», recordaba el P. Erhard. «Con ello, nos hizo sentir en qué grado su servicio sacerdotal, su personalidad sacerdotal, expresan el significado de la palabra bendición«. Esto significa: si no lo hice yo, entonces se trata de la experiencia concreta de la eficacia del obrar de Dios. «La eficacia del obrar de Dios en él y a través de él, se nutre de la unión con Cristo y con María, de la que surge el eficaz obrar de Cristo y de María», agregó el P. Erhard. «Donde vi un crecimiento sano, me he retirado totalmente», según un testimonio personal del Padre Kentenich. Pero esto significa «que entonces esto que ha surgido de los hombres, a los que él ha regalado sobre todo la vinculación con Dios, la vinculación con la Sma. Virgen, fue literalmente también la obra de Dios y la obra de la primera servidora de Dios y de los hombres. Ella ha demostrado que es eficaz en la realidad en el mundo y que esta eficacia es visible y apreciable en los hombres, porque se transforman en su cercanía y en su mano y con la palabra del Padre Kentenich».

Prédica: P.  Leonhard ErhardPero en este sentido, la bendición tiene aún más importancia, dijo el P. Erhard. «Contempló a las personas como una bendición. Dijo de ellas ‘Nada se habría hecho sin ustedes, mi personalidad no sería hoy nada, tal como me encuentro y como soy hoy’. Esto tiene una doble lectura, justamente como es muy visible en su persona esta eficacia y presencia divina, pero a la vez atestigua: la bendición son ustedes». Cuando el Padre Kentenich, a los 25 años de su ordenación sacerdotal podía hablar así de esta bendición, cuando su obra abarcaba primeramente a Alemania, ¡cuanto más valdría hoy esto, cuando «al pequeño Memhölz» acuden personas de siete naciones para celebrar el centenario de su ordenación sacerdotal! La expansión internacional de Schoenstatt es uno de los claros signos de la bendición de esta vida sacerdotal.

Quiero ser tu bendición

Quiero ser tu bendiciónEn realidad, comentaba el P. Erhard, casi queremos agradecer que el Padre Kentenich no esté más atado a los límites de su persona terrena, a un lugar, a un tiempo y a sus propias fuerzas. Podemos ver «que a partir de esta ordenación sacerdotal, ahora recibimos en todo el mundo la fuerza de Dios, ha nacido un Movimiento que lleva la fortaleza divina al interior de la Iglesia, para que pueda llevar de nuevo la fuerza redentora a un mundo terriblemente necesitado de salvación». El Padre Kentenich permanece vivo, permanece vinculado con todos y con todo lo que dejó en la tierra, afirmaba el P. Erhard, y está unido «con el mismo amor a nosotros y nos dice: ustedes son mi bendición, la bendición de mi sacerdocio, la bendición que ahora ya hace cien años se derrama y es eficaz en todos los continentes de esta tierra». Lo que se manifestó a la mañana en el diálogo con el Padre Kentenich, vuelve ahora, remataba el P. Erhard: «Entonces la bendición llegará a todo el mundo solamente cuando esté presente el que bendice. Que su eficaz actuar sea aún hoy inalterable, que su bendición esté presente entre nosotros, se hará realidad cuando estemos de alguna manera en contacto con esta acción eficaz. Él sigue presente y con ello nos ofrece que podamos tener la pretensión de tomar su fuerza, pero esto significa que entonces también podamos decir: estamos dispuestos a ser tu bendición, también cuando esto pueda ser muy exigente. Y cuando pueda ser una bendición, junto contigo, entonces quiero que tu corazón esté en mi corazón, tus pensamientos en mis pensamientos y tu mano en mi mano».

Ich will dein Segen seinAl final de la Sta. Misa se quemaron las esquelas con las intenciones, junto con todas las que previamente se habían depositado en la tinaja. Para muchos esta fue la primera vez que lo vivenciaron. Y el pequeño símbolo del Padre, que desde hace años anuncia siempre de alguna manera en Memhölz el eficaz obrar del Padre Dios en su instrumento y profeta, fue enviado a las comunidades de la diócesis.

Ahora se llegó al final, toda fiesta llega a su fin… Naturalmente una vez más con el Padre Kentenich, nuestro padre y profeta… y en la cercanía de todos los que son su bendición…

La carpa será desmontada en la mañana siguiente.

Concelebrantes

Álbum de fotos

Artículo sobre la preparación de la fiesta

Testimonio sobre la fiesta

Video: Impresiones (Jorgelina Jordá)

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Video: Resumen de la fiesta (Jorgelina Jordá)

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Traducción: aat, Argentina/Enrique Soros, Argentina/USA

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