Publicado el 2010-06-05 In Año Sacerdotal

El árbol sacerdotal de las cuatro estaciones

El arbol sacerdotal en la Casa del Movimiento en San José, Costa RicaCOSTA RICA, Michelle Ramírez. Ha pasado un año y los corazones de estos «jardineros» no se han enfriado. El Árbol sacerdotal continúa dando frutos de amor sin importar la estación…

 

 

 


¿Recuerdan aquel árbol de papel en una de las paredes de la Casa del Movimiento en San José de Costa Rica? ¿Donde cada rama tiene muchas hojas con los nombres de los Padres de Schoenstatt de la Provincia de Pentecostés y de sacerdotes del Instituto de Sacerdotes Diocesanos de Schoenstatt?

Lo adopté por un año, pero seguro que será para siempre

También los niños participanHace un año, aquellas palabras tan sinceras de Sylvia Fedeli, jefa de la rama de señoras: «lo adopté por un año, pero seguro que será para siempre….» nos confirman que aún hoy, el cariño, la constancia y la emoción por rezar por los sacerdotes no se ha esfumado.

«Me dio mucha satisfacción el participar en este proyecto para los sacerdotes, pues siempre he pensado mucho en la labor tan grande y desinteresada que hacen por todos nosotros… Sabemos que para hacer esta gran labor ellos renuncian a muchas cosas y necesitan de nuestra amistad y de nuestras oraciones… A mí me dio una inmensa alegría saber cuál era el sacerdote que me había tocado, pues se hizo a la suerte. Pasé mucho tiempo tratando de comunicarme con él, pero recién hace unas semanas que pude saber su dirección de correo electrónico, pues me lo consiguió el Padre Juan Guillermo Muzquiz cuando le comenté que deseaba tener contacto con él.

¡Le escribí de inmediato con gran ilusión y no habían pasado 5 minutos cuando recibí su linda respuesta!

Uno se familiariza mucho cuando tiene a una persona siempre presente en sus oraciones

Visita del Cardenal ErrázurizEl se llama P. Gonzalo Castro, es chileno, y recién fue trasladado a Monterrey, México. Yo he rezado por él todas las noches junto a mi esposo y cumpliremos lo prometido por un año, pero en mi carta le dije que no íbamos a dejar de rezar por él, pues va ser para toda la vida. Aunque no lo conozco estoy segura de que pronto lo haré. Uno se familiariza mucho cuando tiene a una persona siempre presente en sus oraciones…

¡En su carta de respuesta me da las gracias de corazón, y me dice que estaré en sus oraciones y que recordará en la eucaristía a mi familia, y mis intenciones…». ¡Feliz de corazón!, según ella misma dice, Gina Montero, jefa de la Campaña de la Virgen Peregrina.

La Familia de Costa Rica se reúne con gran frecuencia en la Casa del Movimiento. El Árbol es un gran atractivo y decora una de las paredes del comedor… de esta manera los invitados, la rama de señoras o los jóvenes – que se reúnen a rezar el Rosario los miércoles – están siempre junto a éste Árbol cargado de frutos. ¡No puede pasar inadvertido!

«Día a día, ese nombre lo hice mío»

«Empecé con una firme decisión de ayudar espiritualmente a un sacerdote de nombre extraño para nuestro idioma: el P. Rainer Birkenmaier, por lo que supuse la manera en que se pronunciaría, pero poco a poco, día a día ese nombre lo hice mío. En la oración y en el ofrecimiento de cada mañana es parte de mi lista de intenciones, incluso agregué el de mi esposo y el del P. Juan Guillermo Muzquiz, nuestro asesor. Ahora pido POR TODOS LOS PADRES DE SCHOENSTATT de cada rincón del mundo… también pido intensamente por los sacerdotes de mi Parroquia, luego agregué a TODOS los sacerdotes de Costa Rica, los imagino mentalmente para que la Mater los tenga muy cerquita de su corazón… y que la labor de cada uno de ellos sea genuina, sea santa y dé buenos frutos. Gracias a esta campaña aprendí a pedir por los sacerdotes, por su labor silenciosa, modesta, su entrega total. Ha sido realmente muy enriquecedor», nos cuenta María Amparo Ruiz de Prieto, perteneciente a la Rama de Familias.

¡La providencia preparó el regalo!

Y para terminar esta comunión de vida y testimonios que contagian y continúan encendiendo los corazones, Daniela Ramírez de Mesalles, perteneciente a la Rama de Familias, dice:

«Quiero contarles a todos mi experiencia. Gracias a Nelita Montero que me envió la dirección del correo electrónico del Padre Jaime Fernández, puedo ahora decirles esto: Le escribí apenas tuve el dato y créanme que en menos de 15 minutos recibí su respuesta.

En el correo le dije que estaba feliz de que me hubiera tocado él, ya que lo conocí cuando visitó Costa Rica. Le comenté que habíamos compartido un domingo en casa de mis padres…

¡Se sintió muy feliz! Me dijo que nos iba a recordar en sus oraciones! ¡Cuál sería mi sorpresa cuando hace unos días estaba buscando literatura sobre «Hijos adolescentes», y encontré providencialmente unos libros maravillosos del Padre Jaime sobre este tema! Fue como si él me estuviera devolviendo el estar rezando por él. Increíble…..ha sido un verdadero regalo».

Por todo esto y con estos jardineros tan fieles, Costa Rica tendrá Árbol para un sinfin de estaciones.

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