Publicado el 2010-06-15 In Año Sacerdotal

Belmonte 2010: en camino para una Iglesia peregrina

Mons. Gino Reali bendice la estatua del Padre Kentenichmkf. «Ha sido el encuentro más grande de sacerdotes schoenstattianos en Roma ¡y nosotros estuvimos allí!» Los sacerdotes jóvenes, miembros del primer curso de la Federación de sacerdotes diocesanos en Chile, irradian felicidad y quieren tomar aún una foto más con el Santuario como fondo. «Todo Schoenstatt fue nuestro huésped y nosotros sus anfitriones ¡esto es histórico!» La juventud de Schoenstatt italiana es muy consciente de su papel. «En medio de la Iglesia y en medio de la vida», dice el P. Mauricio Torres, de Chile. «Ahora se ve por primera vez cuántos sacerdotes schoenstattianos estamos aquí. Y cuantos amigos focolares y de otros movimientos». El P. José Luis Correa los conoce a todos por la preparación de la tarde en la sala de audiencias. Es el viernes 11 de junio a las 20 hs. Final del encuentro en Belmonte, un ágape delante de la Casa de la Alianza, colofón de una gran semana en Roma, a la sombra del Santuario. Y sobre todo y todos está la estatua del Padre Kentenich, bendecida esa tarde.

 

Iglesia peregrina Han pasado un par de horas desde el cierre del año sacerdotal, con la gran celebración eucarística en la Plaza de San Pedro. Mientras 15.000 o más sacerdotes parten de Roma, un torrente de turistas llega por el fin de semana, hay huelga de conductores de ómnibus, los italianos entusiastas por el fútbol se preparan para la apertura del campeonato mundial y la Vía Boccea se sumerge en el caos de tránsito propio de los viernes, peregrinan unos cientos de sacerdotes y laicos hacia Belmonte, al Centro Internacional de Schoenstatt en Roma.

En la ermita En el nuevo acceso -abajo en la esquina de la Vía Boccea, cerca de la ermita – el portón está totalmente abierto y gente amable espera a los que no llegaron con los ómnibus fletados especialmente ni con total puntualidad. Están Mons. Ignazio Sanna – arzobispo de Oristano y miembro del Instituto de sacerdotes diocesanos de Schoenstatt -, Mons. Gino Reali, obispo del lugar, numerosos miembros y amigos de la Familia de Schoenstatt italiana, las Hermanas de María de la casa de la Vía Aurelia Antica, casi todos los sacerdotes schoenstattianos que participaron ese día en el cierre del año sacerdotal en Roma…

Una visión de la Iglesia

Después de un momento para el encuentro y el conocimiento del lugar, todos se reunieron para seguir un camino en estaciones, por el amplio terreno. Se leyeron alternativamente textos en alemán, castellano e italiano – se podían seguir en el folleto con las traducciones – profundizando en el sentido de esta celebración y de este lugar.

En la ermita «Queremos dejarnos inspirar por este lugar llamado Belmonte y por el sacerdote Padre José Kentenich, que aquí, hace 45 años – animado por el Concilio Vaticano II que recién terminaba – desarrolló una visión acerca de cómo la Iglesia puede recorrer su camino hacia el futuro», decía uno de los textos.

Las estaciones: la ermita, el memorial de la carrera de antorchas, el Santuario y la estatua del Padre Kentenich, y los símbolos: antorcha, bastón de peregrino, trizas, la tinaja, una foto de la visita del Cardenal Ratzinger al Santuario, el libro que contiene los «telegramas enviados al Padre Kentenich» por personas de muchos países, pero sobre todo le dio su cuño a la fiesta la peregrinación, imagen de la Iglesia peregrina en camino a los hombres, en camino hacia Dios. Todo fue acompañado musicalmente por el P. Juan Ignacio Pacheco y el P. Ignacio Camacho. Durante el camino hay saludos, un reflejo de alegría al recibir la antorcha, una felicidad visible por estar juntos, y este maravilloso lugar con el Santuario, que sencillamente atrae…

Nos encontramos con un carisma profético

La antorcha pasa de mano a mano Delante del Santuario están las tinajas del día de la inauguración – traídas de Perú, Paraguay, la Argentina y Burundi – cuando entran allí los peregrinos. Las lecturas, súplicas y oraciones están vinculadas con las muchas personas que en todo el mundo se conectan esta tarde con la fiesta en Belmonte, en el corazón de la Iglesia.

La ceremonia culminó en el Santuario con la renovación de la Alianza de Amor en todos los idiomas, luego siguieron hasta el lugar donde el día anterior se había colocado la estatua del Padre Kentenich. La tela que hasta ese momento la cubría, fue retirada entre aplausos, cuando Mons. Dr. Peter Wolf interpretó el momento de la bendición de esa estatua como un encuentro visible con el carisma profético del Padre Kentenich…

Bendición En ese momento desapareció el P. Georg Egle: faltaba el texto de la bendición. Entonces el P. Michael Gerber les indicó a los dos Padres chilenos, que estaban con sus guitarras en el Santuario, que entonaran una canción, y luego otra, y otra, y otra… Pero antes de que tuvieran que componer una nueva, volvió el P. Egle y Mons. Reali bendijo la estatua y los cíngulos que todos los sacerdotes recibieron al final como regalo y recuerdo de este día.

Encuentros

Fue muy bien recibida la invitación a cenar, y así hubo aún encuentros en el programa. Fue la primera oportunidad para intercambiar – en un círculo tan grande – las experiencias hechas en Roma en esos días, especialmente sobre la exitosa tarde en el Aula Pablo VI. El P. Bernhard Schneider contó, visiblemente entusiasmado, los comentarios del arquitecto que construyó el Aula y que había sido invitado para la ocasión. «¡Nunca había visto algo así desde que se construyó el Aula!».

Cena El P. Gerardo Cárcar – uno de los moderadores de esa tarde – se alegró por los primeros ecos de la prensa, que se transmitieron a él. La Hna. Marie Johanne, superiora de las Hermanas de María de la casa en la Vía Aurelia Antica, despejó todas las dudas: sí ella fue la que rezó en alemán las súplicas del final de la hora de vísperas.

El P. Esteban Casquero, de la arquidiócesis de Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires, Argentina), conversó con tres hombres del Movimiento de Schoenstatt italianos y «de paso» puso el fundamento de los madrugadores en Italia (entre tanto ya son cuatro). Algunos sacerdotes chilenos de la Federación fueron reclutados como corresponsales de schoenstatt.de, las chicas italianas de la Juventud femenina contaron de su encuentro con chicas de Friburgo… Y continuamente se oía: «Hasta pronto, en Schoenstatt…».

Ahora muchos viajan a Schoenstatt para celebrar {cms_selflink page=»ano-sacerdotal» text=»el centenario de la ordenación sacerdotal del Padre Kentenich – que se hará el próximo domingo 20 de junio – y para participar del encuentro internacional de sacerdotes, del 21 al 23 de junio»}.

Con esto ellos quieren decir, como los que participaron el año pasado en la carrera de antorchas y trajeron el fuego de Schoenstatt a Roma: llevamos ese fuego de vuelta. Nos hacemos responsables por él, para que el carisma de Schoenstatt sea fecundo en la Iglesia.

11. Juni, Belmonte

Álbum de fotos

Guión (pdf)

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2 Responses

  1. NIVALDO E TEREZINHA ABRAM dice:

    Nossos corações de enchem de alegria, em ver este ato tão significativo para a Família de Schoenstatt e para a Igreja. Nosso Pai Fundador, de retorno de Milwaukee, em 1965,passando por Belmonte afirmou: "não percam de vista este terreno". Hoje vemos que seus filhos seguiram a palavra profética do Padre José Kentenich e Belmonte se tornou uma realidade viva para a Igreja.
    A transformação do Centro Internacional de Schoenstatt, em Belmonte foi imensa, a partir dos anos 2004 a 2006 quando alí pudemos viver e servir como primeiros custórios. Deo Gratias!

  2. Marianella Coto dice:

    Tuvimos la dicha inmensa de estar en Belmonte cuando fue la inauguración del Santuario. El imaginarme esta actividad tan hermosa con todos los Sacerdotes en ese Santuario me llena de alegría. Todos esos jóvenes schoenstattianos en el corazón de la Iglesia! Demasiada vida!

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