REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO, Padre Jean Marie Bisimwa •
Desde el 11 de octubre de 2020, trabajamos en la parroquia del Buen Pastor de Kalundu, en la diócesis de Uvira, como sacerdotes misioneros de la comunidad de los Padres de Schoenstatt. Cuando llegamos a Uvira, no teníamos ni casa ni dirección. —
Quisimos crear una filial de la comunidad de los Padres de Schoenstatt en la diócesis de Uvira, para apoyar al Movimiento de Schoenstatt y la iglesia local en este país, donde el Movimiento crece y ha regalado varios Padres de Schoenstatt.
Su Excelencia Mons. Sébastien Muyengo, obispo de la diócesis de Uvira, tuvo el placer de buscarnos una casa llevar a cabo nuestra misión. Nos conmovió mucho este gesto de hospitalidad y atención pastoral. Pero la casa para vivir no llegó sin responsabilidades, con ella tenemos la responsabilidad de administrar toda una parroquia. Somos tres sacerdotes jóvenes con poca experiencia en el cuidado pastoral de una parroquia, siendo este un desafío más al de iniciar en un nuevo país nuestra misión.
Futuras oficinas de la parroquia del Buen Pastor de Kalundu, en la diócesis de Uvira
Una parroquia de 6000 fieles con una infraestructura destruida
Una vez instalados, organizamos varias reuniones para conocer mejor nuestra nueva parroquia. Una de las cosas que nos asustó fue el estado de deterioro de las infraestructuras en Kalundu. La vida era casi imposible en nuestra casa. Trabajamos mucho para reparar las instalaciones sanitarias de todas las habitaciones, restablecer los suministros de agua y electricidad; amueblar la casa; comprar todo lo necesario para convertirlo en nuestro hogar. Este trabajo nos mantuvo muy ocupados durante los primeros seis meses de nuestra llegada a Kalundu.
El estado de la iglesia parroquial, era aún peor que el de la casa, pues tenía el techo totalmente destruído. Goteras por todas partes, las chapas del techo erán más decorativas que resguardo, hasta el punto que ya no era posible celebrar misa allí cuando llovía. Esta situación nos puso en serias dificultades. La parroquia está constituída por unos seis mil fieles, más de la mitad de ellos no tienen trabajo ni ingresos estables. La mayoría de nuestros feligreses viven de la agricultura y la pesca en el lago Tanganica. En aquel momento, nuestros ingresos locales mensuales como parroquia no superaban los setenta dólares. Era imposible pensar en emprender algún tipo de proyecto para reconstruir la iglesia.
Un techo para la iglesia
Dios mediante, gracias a la colaboración y amistad del Padre Paul Zingg, sacerdote de Schoensttatt en Suiza que trabajó en Burundi durante mucho tiempo, recibimos un donativo de la diócesis de Saint Gal en Suiza, que nos permitió renovar todo el techo de la iglesia de Kalundu.
Nuestra labor de reconstrucción de la parroquia no se detuvo ahí. Conscientes del nivel de pobreza de nuestros fieles y de nuestro deseo de poner en marcha estructuras suplementarias para el buen funcionamiento de la parroquia, pensamos que sería una buena idea abrir las puertas a cualquier persona de buena voluntad que pudiera interesarse por nuestra situación para ayudarnos a reconstruir Kalundu.
Nuestro más sincero agradecimiento al superior de la comunidad de los Padres de Schoenstatt, que nos ha animado y apoyado en este proceso; al obispo de la diócesis de Uvira, que no escatima esfuerzos cada vez que acudimos a él para pedirle una recomendación para uno u otro de nuestros proyectos; y a todos nuestros cristianos, por su compromiso activo de unirse como uno solo para reconstruir nuestra parroquia.
Construcción
Oficinas y una iglesia en la periferia
Actualmente tenemos dos proyectos en marcha. La construcción de cuatro oficinas para el trabajo pastoral en Kalundu y la construcción de una iglesia para el diaconado en Rugembe, una zona un poco más alejada de la parroquia, para aliviar el sufrimiento de nuestros cristianos que tienen que recorrer tantos kilómetros para venir a misa a la parroquia. Estos proyectos se iniciaron gracias a las donaciones locales de nuestros cristianos, a pesar de su nivel de vida tan precario. Seguimos rezando para que la Providencia nos abra nuevas puertas para llevar a buen término estos dos importantes proyectos. Que Dios os bendiga a todos.
TEMOIGNAGNAGE SUR NOTRE ENGAGEMENT PASTORAL DANS LA PAROISSE DE KALUNDU
Avanza la construcción
Original: Francés. Traducción: Roberto M. González, Bonn, Alemania
