Publicado el 2023-07-16 In Vida en alianza

La vinculación de un periodista uruguayo muy querido -Toto Da Silveira, al Santuario de la Virgen de Schoenstatt en Nueva Helvecia

URUGUAY, Alexandra Kempff / Maria Fischer •

Jorge «Toto» Da Silveira, un periodista conocido de Uruguay, falleció este martes, 4 de julio, en Montevideo a los 79 años. Encontramos una entrevista hecha por Nicolás Lauber de setiembre de 2022 en Diario El País, Uruguay, re-publicada el 4 de julio de 2023 en el Diario de Carmelo, una ciudad a unos 75 al norte de Colonia del Sacramento. En esta entrevista Da Silveira habla de su vinculación con el Santuario de Schoenstatt de Nueva Helvecia, primer santuario filial. —

Jorge Urbano Da Silveira Silva, conocido como «Toto» da Silveira fue un periodista deportivo, abogado y locutor uruguayo. Cubrió in situ todos los Mundiales de Fútbol entre Inglaterra 1966 y Qatar 2022, un total de 15. El 29 de noviembre de 2022, Da Silveira fue homenajeado por la FIFA y por la Asociación Internacional de la Prensa Deportiva (AIPS) en un evento en el que fueron reconocidos los profesionales que habían cubierto ocho o más Mundiales. El «Toto» se retiró de la radio a unos días –el 3 de junio– de cumplir 62 años al aire.Ha sido un enorme privilegio, un gran placer“, dijo en su despedida de la radio.

La tragedia que lo llevó a creer de nuevo

Ocurrió, como todo en su vida, alrededor del trabajo. Da Silveira fue uno de los enviados de Estadio Uno, entonces a Canal 4, a cubrir la final de la Copa OFI entre las selecciones de Tacuarembó y San José, en Durazno. Con él iban Enrique Yanuzzi, relator; Rodolfo Larrea (el padre del Pillo), comentarista; y el director del programa, Julio César Sánchez Padilla, junto a su hijo Nicolás.

La cobertura fue exitosa, pero la tragedia ocurrió al regreso. Cuando volvían a Montevideo por la noche, a bordo de un auto Mercedes Benz que conducía Sánchez Padilla, una de las cubiertas reventó y chocaron con un mojón en la Ruta 5. Larrea falleció en el acto y Toto Da Silveira, con fracturas de cadera, rodilla y omóplato, además de un desgarro en el hígado y lesiones en la cabeza, fue ingresado en cuidados intensivos. Era 29 de marzo de 1987.

Su relato en primera persona a continuación: «Tuve una crisis de fe muy grande. Mi madre era una mujer muy católica y tenía un cáncer que le duró dos años. Yo iba a buscar al padre Lucas a la Iglesia de Punta Carretas para que le trajera la comunión. El día que falleció la vi sufrir tanto que me dije: No. Dios no debía haberla probado de esa manera para ganar el cielo y no creí más. Pasan los años y viene el accidente.

Era un domingo a las 21.00, ¿cuánta coincidencia hay en que un médico neurólogo que vivía en Las Piedras y venía de Florida con su familia -futbolero que me conocía y escuchaba- pase por la ruta cuando yo estaba desangrándome? Me había sacado el fémur por atrás de la pelvis, me había roto toda la pierna derecha, me desgarré el hígado y estaba haciendo un enfisema pulmonar.

Lo que no sabía era que me había hecho un corte en la cabeza y que me estaba desangrando. Cuando llega el médico me pasa la mano por la espalda y me toca la cabeza me dijo que había que llevarme inmediatamente a Comeca, porque no iba a aguantar llegar hasta Montevideo.

Llegué con tres de presión a Canelones, el mínimo de sangre y me desmayé.

Nueva Helvecia

Santuario de Nueva Helvecia

La plegaria a la Virgen de Schoenstatt

Una hermana mía había ido a la Virgen de Schoenstatt en Nueva Helvecia a pedir por mí y me pidió que fuera a ver a la Virgen apenas pudiera. Mi primera salida en familia fue al santuario de Schoenstatt.

Fijate las casualidades: ¿Quién me manda un neurólogo al medio de la nada un domingo a la noche? Además, estando en el santuario, supe que mientras yo tenía el accidente, el santuario estaba siendo profanado.

Yo ya sentía una profunda conexión que aumentó al escuchar a María Inés Obaldía en un programa sobre la Virgen de Schoenstatt y ahí me entero de que a ese santuario lo había fundado un padre que había estado en un campo de concentración de Alemania y que luego visitó Uruguay.

El único campo de concentración al que yo había ido con criterio periodístico, para investigar, estuve dos días con mi señora viendo documentos, quedaba cerca de Múnich y era el mismo en el estuvo el padre Kentenich antes de venir para acá.

Entonces volví a creer.

En otra ocasión, estuve a punto de morir por una hepatitis. Cuando vi a la doctora con cara preocupada, le digo: “tengo un pacto con el de arriba que por ahora no quiere que me vaya.” Y me respondió que esa fe que yo transmitía en esos momentos era muy importante.»

Nueva helvecia

El santuario de Nueva Helvecia cumple 80 años el 18 de octubre de 2023 | Foto: Horacio Chavez

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