consejos evangelicos

Publicado el 2023-06-30 In Vida en alianza

Un buen trabajo en común da sus frutos

ESPAÑA, Laura Toves •

En casa tenemos dos perras, y digo perras, en femenino, porque todos nuestros hijos son varones (hay que equilibrar un poco en casa 😊). Una de ellas es audaz, líder, independiente, poco o nada cariñosa y está orientada al objetivo. Sin embargo, la otra es muy buena, es cariñosa, es perra de manada, y me va persiguiendo por toda la casa. —

Voy a la cocina, ella viene a la cocina. Voy al salón, ella va al salón. Me siento en el sofá, ella se tumba en el suelo, a mi lado. Sin embargo, la otra está siempre vigilando y en estado de alerta, tumbada en un lugar estratégico desde donde contempla quién entra y quién sale, quién va y quién viene. Con todo, cuando damos un paseo con ellas, la que es líder, se queda sentada frente a un matorral (muy señorita ella), y la otra es la que se mete en el interior en busca de conejos o gatos; lo que se tercie. Cuando acaba de inspeccionar, sale llena de espigas y restos del arbusto, toda contenta. Ahora bien, si hay un conejo y este sale corriendo, entonces las dos van detrás de él. Nunca le cogen, pero es hermoso verlas correr siguiendo de su objetivo; la líder y la que es más “de manada”.

En los grupos humanos también se dan distintos caracteres. Y con ellos los papeles que cada uno tiene que desempeñar. Conseguir el ideal de curso no es una tarea sencilla, pero todos cooperamos y ponemos nuestro granito de arena, porque todos tenemos que sentirnos identificados. Unos tirarán más hacia un lado, otros hacia el opuesto, pero lo interesante radica en conseguir un ideal común que sea el alma y la aspiración a la vez.

Los consejos evangélicos como aspiración para alcanzar la santidad

En los dos últimos años, como curso de la Federación de Familias, hemos estado cultivando los vínculos entre todos nosotros. Además, hemos tenido que poner en práctica un ejercicio muy, muy interesante. Nada más y nada menos que establecer propósito para cada consejo evangélico.

Todo cristiano está llamado a vivir en el espíritu del Evangelio, y los consejos evangélicos son los medios ascéticos recomendados en el Evangelio que aceptamos con libertad y magnanimidad para encarnar un ideal. Suelen verse como una limitación para el libre desarrollo de la persona, pero nada más lejos de la realidad. La misión de los consejos evangélicos (pobreza, castidad y obediencia) no es otra cosa que dar sentido a nuestros anhelos para vivir y realizarnos en ellos. En otras palabras, son «la gasolina que necesita mi coche» y fuente de fecundidad apostólica. De hecho, la mano de Dios Padre se encuentra inequívocamente inmersa en los consejos evangélicos. De esta forma, al aplicarlos a la vida, crearemos un estilo de vida de cada uno y por analogía, a la vida del curso, encarnando el ideal de curso. Cada uno de nosotros conforma su vida matrimonial y familiar siguiendo a Cristo. Y es, precisamente en este seguimiento, cuando vivimos en el espíritu de los consejos evangélicos como aspiración para alcanzar la santidad.

Recordemos lo que nos dicen los Estatutos de la Federación: La Federación Apostólica es una comunidad de jefes, libre, moderna, dispuesta como ejército en pie de batalla, inserta en el mundo, la que en estrecha unión con la jerarquía de la Iglesia, en el espíritu de los Consejos Evangélicos, se esfuerza por la conformación mariana del mundo en Cristo, desde Schoenstatt”.

De esta forma cultivamos el espíritu de los Consejos Evangélicos para con ellos aspirar a la más alta santidad.

Las voces de alma, del ser y del tiempo; una herramienta eficaz

Siguiendo una metodología muy nuestra, comenzamos un discernimiento a la luz de las voces del alma, del ser y del tiempo, con el objetivo de conquistar un propósito común de obediencia, un propósito común de castidad y un propósito común de pobreza, a la luz de nuestro ideal de curso, “sembradores de esperanza”. Nos hemos hecho preguntas como:

  • ¿Qué me dice el tiempo de hoy para sembrar la esperanza desde la pobreza?
  • ¿Qué somos y cómo somos para sembrar esperanza desde la castidad?
  • ¿Qué anhelamos para sembrar esperanza desde la obediencia?

También aprovechamos para hacer una dinámica con el objetivo de compartir experiencias y conocer en este aspecto concreto al resto del curso. Fue tremendamente enriquecedora y muy sencilla de poner en práctica: preparamos una serie de preguntas en unas tarjetas que pusimos boca abajo. Cada uno de nosotros elegía una y si quería responderla, lo hacía con total libertad. Si no, pasaba a la siguiente. Y luego, cada uno se sentía libre de contar su experiencia personal relacionada con esa pregunta. De esta forma, compartimos vivencias personales dando respuesta a preguntas como:

  • En la adolescencia, ¿fui obediente a mis padres?
  • ¿El matrimonio fue una consecuencia natural de la vida o la respuesta a una llamada vocacional?
  • ¿Cómo el matrimonio nos ha educado en la obediencia a mi cónyuge?
  • ¿Cuándo he sentido -en lo concreto- el amor de Dios en mi vida?
  • ¿En qué -en lo concreto- he sido influido por el curso o por algún miembro del curso?
  • Como esposo/a ¿en qué creo que soy un transparente de Dios para mi cónyuge?

El curso, un trabajo en equipo

Todos hemos tenido que trabajar juntos; el líder y el que está atento a las necesidades de los demás, el intelectual y el impulsivo, el que espera a que el otro entre en el matorral y se remangue y el que va siempre tres pasos por delante del otro. Personalmente, la vivencia ha sido muy valiosa, no solo por tener que ponernos de acuerdo para fijar unos propósitos que nos sirvan a todos, sino también porque este método ha reforzado los vínculos del curso: que nos conozcamos más profundamente, que disfrutemos los unos de los otros y que nos sintamos en armonía hacia un camino común. Cristo se ha hecho presente en todos nosotros a través del Espíritu Santo de tal forma que cuando estábamos en “punto muerto”, de repente, ha soplado y se ha materializado el propósito.

Nuestra segunda consagración

Completados estos dos años tras la primera consagración, y habiendo cumplido con los objetivos propuestos, anunciamos que el próximo 7 de octubre, si Dios quiere, el 5º curso de la Federación Apostólica de Familias de España sellará su segunda consagración.

las perras

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1 Responses

  1. Juan Zaforas dice:

    Gracias Laura por compartir el trabajo y el camino recorrido por vuestro curso. Una alegría ver los frutos de ello a través de tus palabras. Enhorabuena a todo el curso y que el próximo día 7 de octubre, día de vuestra segunda consagración sea un día muy bendecido.

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