Publicado el 2020-02-17 In Vida en alianza

El Café de las Parejas: los encuentros se multiplican sobre el tema de la fidelidad

ITALIA, Eugenio Minici •

El Café de las parejas se confirma como una oportunidad efectiva para que las parejas casadas, o de novios,  fortalezcan su vínculo a través de un camino de crecimiento y una oportunidad para el diálogo en la pareja y con las otras parejas participantes, en un marco acogedor en el que se sirve una consumición y se favorece un camino de conversación. El Café de las Parejas se divide en 5 reuniones, de aproximadamente 2 horas cada una, que proponen temas inspirados en la pedagogía del Movimiento de Schoenstatt y derivados de las iniciales de la palabra CAFÉ (en italiano CAFFÈ). —

El encuentro prevé una breve introducción al tema propuesto;  sigue  después el diálogo por  parejas, sobre la base de una guía, durante la cual se sirve una consumición; después del cual sigue un momento para compartir. La tercera reunión del Santuario de Belmonte, sin embargo, proporcionó dos experiencias adicionales que mejoraron el tema de la fidelidad.

La reunión comenzó, de hecho, con «el juego de la confianza ciega» en el cual, en cada pareja, uno coloca sus manos sobre los hombros del compañero que está al frente (con los ojos cerrados), guiando sus pasos en la sala de juegos. El compañero/a, al  que se guía con los ojos cerrados, debe pensar en una cualidad de su compañero/a que le dé confianza. Después de unos minutos, la pareja se turna en el papel de liderazgo. Todo esto sucede mientras se escucha una breve canción romántica. Al final del juego, cada pareja dice su nombre y la cualidad que encontraron en el otro u otra. Esta experiencia está inspirada en las técnicas de trabajo en equipo, aplicadas aquí a la pareja, que consisten en una combinación de ejercicios interactivos destinados a improvisar comportamientos y facilitar la discusión.

La reunión  se ha terminado con la renovación del vínculo de la pareja y las promesas matrimoniales, que tuvieron lugar durante la misa celebrada por la noche por Mons. Ignazio Sanna, Arzobispo emérito de Oristano y Presidente de la Academia Pontificia de Teología. Al celebrar este gesto, las parejas participantes recitaron frente al altar, la fórmula, tomada del ritual romano (capítulo 14 – bendición de los cónyuges), de confirmación del vínculo matrimonial.

 

La fidelidad como valor fundamental de la pareja

El tema del  tercer encuentro, por lo tanto, fue la fidelidad de los esposos  cuya importancia y dignidad altísima, se perciben de un modo extraordinario en la forma en que los hijos conciben el vínculo de amor de sus padres; es decir, un amor para siempre, sin condiciones o límites de tiempo.

El matrimonio cristiano, de hecho, se realiza plenamente en la unión entre un hombre y una mujer, que se donan recíprocamente en un amor exclusivo y en  libre fidelidad, consagrados por el sacramento que les confiere la gracia de constituirse como Iglesia doméstica y fermento de vida nueva para la sociedad. (Así  lo ha dicho el Santo Padre Francisco, en Amoris Lætitia, Exhortación Apostólica Post-sinodal, Roma, San Pedro, 19 de marzo de 2016, par. 292).

La fidelidad de los pequeños momentos de la vida

La fidelidad a la promesa hecha el día del matrimonio no puede comprarse ni venderse, no puede imponerse por la fuerza, pero no puede mantenerse sin sacrificio.

La pareja expresa, de hecho, la propia  libertad en la  fidelidad y en la  confianza recíproca,  que se traduce, en la vida cotidiana, en  las atenciones  y preocupaciones por el otro.

También se debe decir que la pareja expresa lo mejor de sí misma a través de la experiencia del camino matrimonial, así como el vino mejora con la maduración en los barriles y el refinamiento en la botella.  La pareja, así, florece en toda su plenitud, en la fidelidad de los pequeños momentos de la vida, en la fidelidad de la espera y la paciencia, en la visión del crecimiento de sus propios hijos y sus propios nietos.

Fidelidad a la Alianza con María y a la oración en su Santuario

 La fidelidad de la pareja en la oración a María,  inserta a los propios esposos en un vínculo de amor y de ayuda ofrecidos por la propia Virgen, y los coloca en un camino comunitario dedicado a la formación de hombres libres y autónomos, capaces de tomar decisiones, fieles a la verdad de sus propias vidas. (Cfr. Carlos Padilla, Cien años caminando, una mirada a Schoenstatt, Nueva Patris, Santiago, Chile 2014, p. 44). Para nosotros, la fidelidad  se expresa también, en la Alianza con María y en la oración en su Santuario, mediante los ofrecimientos al Capital de Gracias que consisten en ofrecerle a María el empeño cotidiano  de la pareja, las circunstancias difíciles que soportan, lo que piensan y aman, lo que los hace sufrir y alegrarse. (Cfr.  Documento de la Fundación del Movimiento de Schoenstatt del 18 de octubre de 1914).

 

Original: Italiano, 09/02/2020. Traducción: Ana María Ghiggi, Santa Fe, Argentina

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