Publicado el 2014-04-27 In Temas - Opiniones

Aurora muy distinta

EN POCAS PALABRAS, P. Joaquín Alliende Luco. “No hay ninguna institución que pueda mostrar una sucesión de máximos dirigentes tan calificados, durante los últimos 160 años, como bien puede hacerlo la Iglesia Católica, en la lista de sus Papas” (Cardenal Brandmüller SJ. Presidente del Comité Pontificio de Ciencias Históricas).  Esta afirmación tiene, desde este 27 de abril, hondura propia: Juan XXIII y Juan Pablo II están canonizados.

Ambos vivieron el Concilio Vaticano II. Al convocarlo, Juan XXIII dio un golpe de timón secular. Desde el inicio lo llamó “un nuevo Pentecostés”. Del ambiente anterior, un botón de muestra: las religiosas de Roma, según el recientísimo Sínodo, no podían andar de a una por la calle. Como mínimo, de a dos. Vale decir, que para cualquier tarea misionera, la Iglesia disponía sólo de la mitad de su contingente de consagradas. El otro 50% se ocupaba en vigilar a sus hermanas…

A más de ser tan libre, Juan XXIII era humanísimo. Por ejemplo, tenía fácil diálogo con los barqueros de Venecia. Y reían juntos. Orante contagioso, hablaba del cielo como quien cuenta de sus parientes más cercanos… Tenía ternura de robusto anciano. Con una frase, transformaba la grandiosa Basílica de San Pedro, en una casa campesina de Bérgamo.

El remezón conciliar botó mucho estuco. Destapó mucha injusticia social. Dinamizó y desconcertó. Redescubrió la Biblia y a los Padres de la Iglesia.

Juan XXIII y el P. Kentenich, coinciden en una denuncia básica: ropajes ya caducos, falta de oxígeno. Y unos imperativos: Escuchar al “espíritu positivo del tiempo”.  Atender al desgarrado grito de orfandad universal. Y además: Oír a África, en cadenas abominables, y a la vieja Asia ignota, y a una América Latina, donde un son caribeño, cantaba a un mesías del marxismo encarnado aquí.

La aurora sería muy distinta a la noche anterior…

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Aurora muy distinta

EN POCAS PALABRAS, P. Joaquín Alliende Luco. “No hay ninguna institución que pueda mostrar una sucesión de máximos dirigentes tan calificados, durante los últimos 160 años, como bien puede hacerlo la Iglesia Católica, en la lista de sus Papas” (Cardenal Brandmüller SJ. Presidente del Comité Pontificio de Ciencias Históricas).  Esta afirmación tiene, desde este 27 de abril, hondura propia: Juan XXIII y Juan Pablo II están canonizados.

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1 Responses

  1. HMA - Argentina dice:

    En los días previos a la doble canonización se hablaba mucho de Juan Pablo II – por la cercanía en el tiempo – y muy poco de Juan XXIII. Me alegra enormemente que se lo recuerde aquí por aquella decisión, surgida del Espíritu Santo, de convocar al Concilio Vaticano II. Los schoenstattianos le debemos especial gratitud: este concilio y todo lo que trajo en renovación, posibilitó el reconocimiento de Schoenstatt y el regreso del Padre Kentenich del exilio. Una vez terminado el concilio, Mons. Antonio Plaza, en aquel entonces arzobispo de La Plata, manifestó, con pruebas, que todo lo que se había aprobado ya lo tenía Schoenstatt cincuenta años antes. Y que el Padre Kentenich era un auténtico profeta… Mons. Plaza participó en todas las etapas del concilio y a él se le debe gratitud por haber ordenado a nueve sacerdotes que posibilitaron el inicio formal del Instituto de los Padres de Schoenstatt, en tiempos en los que el Fundador estaba todavía exiliado. Un día histórico el de la canonización de estos dos Papas contemporáneos, que han cambiado el rostro exterior de la Iglesia.

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