Publicado el 2012-06-26 In Temas - Opiniones

¡Están golpeando a mi puerta!

ITALIA, Enrica N. Yo sé quién está llamando a la puerta: una amiga mía que estoy esperando desde hace algún tiempo, viene a pasos ligeros, silenciosa y modesta, no se adorna con joyas, viene con su vestido sencillo, la cabeza cubierta, trayendo consigo el tesoro más precioso que posee: su Hijo.

 

 

 

Abro la puerta… Es Ella… ¡María Santísima!

Me sonríe con su mirada dulce y cariñosa.
Me fijo en su mirada, y mentalmente le digo, ¡te estaba esperando!
Ella entra y la acomodo en el lugar de honor que había estado preparando para Ella y su Hijo: un pequeño altar con una vela encendida, donde durante tres días, me hará compañía y me va a llenar la casa de luz.
Madre e Hijo se contentan con poco: una flor, una lamparita encendida, algunas Ave Marías y un poco de mi tiempo para rezar el Rosario.

Y ahí permanecen ellos, en silencio

Ella, con su dulce sonrisa, y su Hijo, con la mirada atenta, abrazado a su Madre, aquella que todo lo concede, pero vuelto hacia mí; a lo largo de tres bellísimos y brevísimos días, yo les cuento mis ansias, problemas, aspiraciones y también mis alegrías.
A ellos, les abro mi corazón, en ellos deposito mi confianza, les agradezco todo lo que me han dado, les pido apoyo y protección para superar las pruebas que van surgiendo diariamente, a lo largo de la vida.
Rezo y me siento mucho más fortalecida, siento que mis oraciones no son en vano, reúno a toda mi familia a los pies de la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt.

Rezamos y sé que nos escucha, comprende, nos guía y ama, porque
…Ella es parte de nuestra familia
.

Fuente: www.siciliaschoenstatt.wordpress.com

 

Traducción: Kikito Vázquez, Asunción, Paraguay

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¡Están golpeando a mi puerta!

ITALIA, Enrica N. Yo sé quién está llamando a la puerta: una amiga mía que estoy esperando desde hace algún tiempo, viene a pasos ligeros, silenciosa y modesta, no se adorna con joyas, viene con su vestido sencillo, la cabeza cubierta, trayendo consigo el tesoro más precioso que posee: su Hijo.

 

 

 

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