Hombres José

Publicado el 2021-01-14 In Año de San José

San José en la acogida

HOMBRES SAN JOSÉ | Juan Barbosa, Argentina •

The Joseph Challenge 2021 by Schoenstatt.org, only for men (El Desafío José 2021 de Schoenstatt.org, sólo para hombres): Hombres de diferentes opciones vocacionales en la Alianza de Amor, de diferentes países y generaciones, se dejan desafiar por la carta del Papa Francisco Patris Corde sobre José, “esta figura extraordinaria, tan cercana a nuestra condición humana” y comparten lo que más les impacta y motiva en la figura de San José y la carta del Santo Padre sobre él. Juan Barbosa, Argentina, miembro de la Obra Familiar y de los Madrugadores, eligió el punto 4 de la carta del Santo Padre: Padre en la acogida. —

La vida espiritual de José no nos muestra una vía que explica, sino una vía que acoge.
Sólo a partir de esta acogida, de esta reconciliación, podemos también intuir una historia más grande, un significado más profundo. Parecen hacerse eco las ardientes palabras de Job que, ante la invitación de su esposa a rebelarse contra todo el mal que le sucedía, respondió: «Si aceptamos de Dios los bienes, ¿no vamos a aceptar los males?» (Jb 2,10).
José no es un hombre que se resigna pasivamente. Es un protagonista valiente y fuerte. La acogida es un modo por el que se manifiesta en nuestra vida el don de la fortaleza que nos viene del Espíritu Santo. Sólo el Señor puede darnos la fuerza para acoger la vida tal como es, para hacer sitio incluso a esa parte contradictoria, inesperada y decepcionante de la existencia.
La venida de Jesús en medio de nosotros es un regalo del Padre, para que cada uno pueda reconciliarse con la carne de su propia historia, aunque no la comprenda del todo.

Reflexionando sobre San José, el solo hecho de pensar que el mismo Dios lo ha elegido para ser papá de Su Hijo en la tierra, habla a las claras de su inmensa dimensión como varón.

¡Nuestro norte, sin dudas!

No es fácil abordar el tema y decidí esquematizarlo (¡Varón al fin!) en cuatro puntos, aquel 4° punto de la carta del Santo Padre: Padre en la acogida.

Autor: Juan Barbosa

Su acogida para con Dios

San José se limitó a seguir la voluntad de Dios en cada acto, aunque su visión no coincidiera con la del buen Padre Dios.

No quisiera compararme con él pero sí aspirar a acercarme a su personalidad y aprender de su acogida hacia la voluntad de Dios Padre. ¿Cuántas veces mi Fe ha sido puesta a prueba? Qué felicidad sentí al verme alineado, en algunas veces, con su voluntad y ver la resultante creadora expresada claramente. Otras, en las que no sucedió eso, pude también comprobar la belleza que encierra cada decisión del Buen Padre Dios que nos ama y nos educa…¡Y que me pude estar perdiendo!

Su acogida para conmigo mismo

San José no buscó sobresalir, no era su objetivo estar y mostrarse “a la vanguardia” ya que aceptó, desde un primer momento, su limitación frente a la “Gran Obra” de Dios.

En lo personal, busco siempre lo más alto y no siempre acepto con alegría que las cosas no salgan como las pienso. ¿Será porque las puedo hacer mejor o haciéndolas lo mejor que puedo no me alcanza? ¡Cómo cuesta aceptarse tal como uno es!

Dios no nos quiere perfectos sino unidos y en oración y ése es el convencimiento que me acompaña y “consuela” en tantas ocasiones. Si Dios me ama como soy… ¿Quién soy yo para andar queriendo hacerme el perfecto? ¡Acogerme en mi personalidad, con luces y sombras, es un paso importante para alcanzar la felicidad a la que he sido llamado por Dios!

Su acogida para con los demás

Siendo San José el padre adoptivo del Salvador del mundo, compartía la felicidad de su nacimiento, se sometía a las leyes de la época y muchas veces respondiendo con paz al trato hostil que podía recibir.

¡Cuánto me cuesta el control de las pasiones! ¡Qué difícil es ver al Amor Eterno presente en aquellos que no me son tan simpáticos! Verdaderamente me cuesta pero el estar convencido que es así, me ayuda para sobrellevar esa carga que muchas veces se torna pesada. ¡Qué satisfacción es sentir un cambio en el otro (¿o en mí?), cuando puedo revertir situaciones de confrontación y reemplazarlas por acuerdos y unión.

San José, una vez más, es nuestro modelo en ello.

Su acogida con el trabajo

Delicado ebanista como sería llamado hoy este carpintero dócil y silencioso, rescato su alegría por el trabajo bien hecho y su compartir la tarea con su pequeño niño.

¡Qué difícil era para mí escuchar a alguno de mis hijos el “Te ayudo pa” cuanto hacía alguna tarea…. ¡Ni hablar cuando iba a hacer alguna compra y me decían “Te acompaño”.

Ello suponía tardar el doble o tal vez un poco más todavía, pero….¿Hacía falta la velocidad o el diálogo? El abrazar con el alma su iniciativa, me permitía gozar de la presencia activa de mi hijo y de su originalidad. ¡Cuánto suma la acogida en los trabajos, ya sean familiares o comunitarios!

Poco a poco voy creciendo en ello y me doy cuenta que, acogiendo al otro en su originalidad y “sus tiempos”, se cumple el viejo dicho: Si vas solo llegarás más rápido pero, si vamos juntos, llegaremos más lejos.

¡Cuánto para aprender y para crecer si uno medita, como varón, sobre la vida de este enorme “No-protagonista más grande de la historia”.

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