Publicado el 2013-11-27 In Francisco - iniciativas y gestos

La alegría del evangelio – con alegría peregrinamos… misioneros de este siglo

org. Se nos ha regalado el programa de Francisco, el que conocemos desde sus prédicas en Santa Marta, sus Angelus, sus conferencias en la JMJ en Brasil, sus palabras en Lampedusa, en Asís … el mensaje de “un Padre valiente y sin complejos para construir una cultura del encuentro, del diálogo, de alianza”, programa que meditamos semana tras semana en nuestra página en las palabras de Francisco  a los peregrinos 2014 y que  motiva a preguntarse cada día a más personas: ¿Hacemos nuestra la renovación de la Iglesia que Francisco propone y personifica? ¿Estamos a la altura de Francisco?

Ahora lo tenemos en forma condensada, marcado por la alegría y la misericordia, por las puertas abiertas y el llamado de salir a las periferias, de luchar por justicia y verdad y un nuevo orden social, de no delegar la responsabilidad para el mundo de Dios a “alguien”  sino asumir la tarea …

“Estuve leyendo algunas partes de Evangelii Gaudium y es sorprendente los temas que toca. La sencillez con que expone cada aspecto hace de esta exhortación apostólica un verdadero documento para guiarse en nuestro comportamiento como cristianos. Me gustó mucho cómo maneja la forma en que debemos tratarnos entre personas de diferentes religiones. Debemos ser respetuosos del credo!” comenta Rudi Sauter, de Costa Rica. Algunos de los protagonistas del Congreso Ibero-Americano de Empresarios y Ejecutivos Schoenstattianos están trabajando en una lectura del Congreso a la luz de la “Alegría del Evangelio”.

La alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los discípulos es una alegría misionera.” (GE I, 21)

“En dos horas tengo una reunión con madrugadores para avanzar en la organización de nuestro Encuentro 2014. Uno de los temas es la redacción de una oración que incluya, a su finalización, la oración del Jubileo 2014….Viendo esta oración, creo que el Papa Francisco ha trabajado por nosotros!” comenta Juan Barbosa después de recibir la oración a María que concluye  el texto que Francisco hoy ofreció a su Iglesia.

Tiene razón, y más allá de esta oración tan sencilla como llamativa. Fue como una señal de confirmación de todo lo trabajado en la Conferencia 2014 cuando en 2011 el Papa Benedicto anunció el Año de la Fe como año de la evangelización,  coincidiendo casi hasta en los días con el año de la corriente misionera de Schoenstatt en su peregrinar hacia la “gracia 2014”. Y ahora, a dos días del cierre del Año de la fe y al comienzo del Año Jubilar, a pocos días del Adviento, este mensaje de la alegría del evangelio…

Con alegría peregrinamos…  dice la oración del jubileo. Con la alegría del Magnificat, en humildad y sencillez de peregrinos, pidiendo la gracia de arriba y el compromiso del propio corazón de ser misioneros de este siglo. Pues “la alegría del Evangelio que llena la vida de la comunidad de los discípulos es una alegría misionera” (GE I, 21).

Y para esto, ya no nos sirve una «simple administración». Constituyámonos, en todas las regiones de la tierra, en un «estado permanente de misión», nos dice Francisco.

Con alegría peregrinamos, con él, hacia el Santuario abierto, “la casa abierta del Padre”. Sin miedo y sabiendo que, como aprendimos en el CIEES en Costa Rica, la Iglesia, el santuario, la casa abierta del Padre lo somos nosotros, y solo nosotros; en alianza con María, pues “cada vez que miramos a María volvemos a creer  “en lo revolucionario de la ternura y del cariño. En ella vemos que la humildad y la ternura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltratar a otros para sentirse importantes. Mirándola descubrimos que la misma que alababa a Dios porque «derribó de su trono a los poderosos» y «despidió vacíos a los ricos» (Lc 1,52.53) es la que pone calidez de hogar en nuestra búsqueda de justicia.” (GE 288).

Le rogamos que con su oración maternal nos ayude para que la Iglesia llegue a ser una casa para muchos, una madre para todos los pueblos, y haga posible el nacimiento de un mundo nuevo. Es el Resucitado quien nos dice, con una potencia que nos llena de inmensa confianza y de firmísima esperanza: «Yo hago nuevas todas las cosas» (Ap 21,5). Con María avanzamos confiados hacia esta promesa, y le decimos:

Virgen y Madre María,
tú que, movida por el Espíritu,
acogiste al Verbo de la vida
en la profundidad de tu humilde fe,
totalmente entregada al Eterno,
ayúdanos a decir nuestro «sí»
ante la urgencia, más imperiosa que nunca,
de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús.

Tú, llena de la presencia de Cristo,
llevaste la alegría a Juan el Bautista,
haciéndolo exultar en el seno de su madre.
Tú, estremecida de gozo,
cantaste las maravillas del Señor.
Tú, que estuviste plantada ante la cruz
con una fe inquebrantable
y recibiste el alegre consuelo de la resurrección,
recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu
para que naciera la Iglesia evangelizadora.

Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados
para llevar a todos el Evangelio de la vida
que vence a la muerte.
Danos la santa audacia de buscar nuevos caminos
para que llegue a todos
el don de la belleza que no se apaga.

Tú, Virgen de la escucha y la contemplación,
madre del amor, esposa de las bodas eternas,
intercede por la Iglesia, de la cual eres el icono purísimo,
para que ella nunca se encierre ni se detenga
en su pasión por instaurar el Reino.

Estrella de la nueva evangelización,
ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión,
del servicio, de la fe ardiente y generosa,
de la justicia y el amor a los pobres,
para que la alegría del Evangelio
llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz.

Madre del Evangelio viviente,
manantial de alegría para los pequeños,
ruega por nosotros.
Amén. Aleluya.

Leer la Exhortación en Vatican.va

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Publicado el In Francisco - iniciativas y gestos

La alegría del evangelio – con alegría peregrinamos… misioneros de este siglo

org. Se nos ha regalado el programa de Francisco, el que conocemos desde sus prédicas en Santa Marta, sus Angelus, sus conferencias en la JMJ en Brasil, sus palabras en Lampedusa, en Asís … el mensaje de “un Padre valiente y sin complejos para construir una cultura del encuentro, del diálogo, de alianza”, programa que meditamos semana tras semana en nuestra página en las palabras de Francisco  a los peregrinos 2014 y que  motiva a preguntarse cada día a más personas: ¿Hacemos nuestra la renovación de la Iglesia que Francisco propone y personifica? ¿Estamos a la altura de Francisco?

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1 Responses

  1. P.Guillermo M.Cassone dice:

    Apenas fue publicada la leí de corrido en 4 horas en PDF y sobre ello he comenzado a predicar y dar conferencias.Es dificil resumir en pocas palabras tanta riqueza.Solo me permito mostrar algunos acentos que nos hacen cuestionar en que grado estamos viviendo nuestro Año Jubilar sintonizados con esta onda del Espíritu.Tres preguntas:-Vivimos y anunciamos el carisma del Padre,centrado en la Alianza,con alegría convincente y contagiosa? -Nuestra actitud misionera es el tono de cada nueva iniciativa y atraviesa como un hilo rojo todas nuestras acciones cotidianas? -Abrimos las puertas del Santuario y de nuestros corazones a todos los hermanos,en especial a los que viven en las variadas periferias existenciales? Me parece que en esta Carta del Papa Francisco hay todo un programa de vida,una manera de vivir la fe y de comunicarla,una nueva imagen de Iglesia que tiene grandes coincidencias con la visión de Iglesia que nos regalara el Padre en sus ultimos años.

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