CHILE, con material de María Ayuda •
En María Ayuda, uno de los proyectos sociales más antiguos y grandes de Schoenstatt, se trabaja por los niños y adolescentes vulnerados en su dignidad y derechos, para darles un buen presente y asegurarles un mejor futuro. Para niños y adolescentes con nombre y apellido, con historia y futuro. Se trabaja para Scarlett.
Scarlett tiene 20 años y un hijo de uno. Estuvo en María Ayuda desde 2011 hasta 2018, y una de las cosas que más agradece es haber podido salir adelante, terminando 4to medio y ser hoy una técnica profesional.
“Gracias a las educadoras de trato directo aprendí a leer, a escribir y matemáticas, de las cuales no sabía nada. Pude realizar talleres para la vida independiente, por lo que estoy muy agradecida por todo lo que hizo María Ayuda por mí. Ellos me siempre me aconsejaron bien. Hasta hoy sigo en contacto con ellos. La labor de María Ayuda es un siete. Se ganaron todo mi corazón por haberme enseñado todo”, cuenta Scarlett.
Esta joven recuerda su paso por nuestra institución con mucho cariño y profundo amor. “Los fines de semana llegaban las tías que nos hacían actividades artísticas, eso era lo que más me gustaba”.
Hoy vive con su pareja y ella se dedica a cuidar a su hijo. Tiene una muy buena relación con su madre y además está en permanente contacto con tres de sus hermanos.
María Ayuda trabaja en 13 ciudades de Chile, de Iquique a Temuco, con 17 programas residenciales, para más de 500 niños y jóvenes y sus familias. Un trabajo valioso en la periferia existencial de niños y adolescentes vulnerados en su dignidad y derechos, en situación de maltrato, abuso y abandono. Un trabajo inmensamente valioso, aunque solo fuera para Scarlett.
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Schönstatt-Patres International
IBAN: DE 33 4006 0265 0003 1616 03
BIC: GENODEM1DKM
VWZ: Maria Ayuda Chile
Se escuchó estos días en una homilía en un santuario de Schoenstatt:
“Se puede coronar la Virgen una y otra vez,
pero la corona se la sacamos si no actuamos desde el amor solidario con el que sufre”.
“Se puede coronar la Virgen una y otra vez,
pero la corona se la sacamos si no actuamos desde el amor solidario con el que sufre”.
