Nueve y dos sueños

PARAGUAY/ESPAÑA, Vicky Ramírez Jou •

Soy Vicky Ramírez Jou y quiero contar una historia que me llena el alma. Hace dos años, con mi esposo Claudio asumimos un apostolado para la Iglesia Católica en Paraguay, convirtiéndonos en pareja guía para novios que anhelan recibir el sacramento del matrimonio. Durante este tiempo y hasta abril de este año, tuvimos el privilegio de acompañar a nueve parejas, que llegaron a nosotros con grandes expectativas y sueños. —

Nuestros encuentros tenían lugar en nuestra casa, donde ofrecíamos algo delicioso para compartir y abríamos nuestro corazón para dialogar, semana tras semana, sobre los temas que abordaban los cuadernillos de preparación. Este cursillo, que se hace en Paraguay, consta de seis cuadernillos, cada uno va alimentando el diálogo de pareja. Comenzábamos explorando sus sueños, valores y relaciones, pasando por la familia, amigos, sexo, dinero, conflictos, amor, perdón, crisis, experiencias pasadas y muchos otros temas que a menudo queremos evitar abordar en la vida cotidiana de novios, pero que surgen, indefectiblemente, una vez que decidimos unir nuestras vidas. Es en ese momento, que la importancia de tener una base sólida de diálogo se hace evidente, ya que estos temas pueden convertirse en problemas, algunos menores y otros más significativos, que muchas veces pueden deteriorar la relación, al punto de terminarla.

Consejos basados en nuestras propias experiencias

Casamiento

Con el tiempo, estos temas también los fuimos tocando como pareja, recordándonos qué a lo largo de nuestros 28 años de matrimonio, habíamos sorteado muchos desafíos. Durante nuestra preparación para el matrimonio, nosotros fuimos bendecidos, con un cursillo, durante un año, con el Padre José María García, quien nos acompañó con dedicación y sabiduría, brindándonos herramientas valiosas y ahora las compartíamos con las parejas que nos confiaban sus sueños.

A medida que vivíamos estas experiencias con las parejas, algunas situaciones eran familiares y podíamos ofrecer consejos basados en nuestras propias experiencias. Sin embargo, también enfrentamos desafíos que no sabíamos cómo afrontar. En esos momentos, recurríamos los consejos del Padre José María, así como a la orientación de Oti y Héctor, nuestros queridos coordinadores y a la de Lisy y José, quienes fueron los que nos habían introducido en este fascinante mundo de las parejas guías.

Nuestra casa ayudaba a que las parejitas se sientan seguras y tranquilas para hablar, pues el nido vacío se había apoderado de nuestras vidas, Connie (25) y Camilo (21), nuestros hijos, ya están viviendo en el exterior, estudiando y trabajando, con sus alas desplegadas, como lo habíamos soñado y rezado juntos. En la casa, ahora, estábamos solo nosotros, las parejitas y Totto, que de vez en cuando, aullaba o ladraba para decir que estaba también ahí.

Nuestro propio sueño

Mientras ayudábamos a estas parejas a enumerar y compartir sus sueños, uno de nuestros propios sueños, que aún no se había cumplido, volvió a cobrar vida. Comenzó a martillar en nuestras mentes y corazones, recordándonos que había algo que anhelábamos, aún no se había concretado.

Llegó abril, y con ello, la decisión de hacer realidad ese sueño largamente acariciado. “Vivir un tiempo en el extranjero” este sueño, hoy, abría la posibilidad de reunir a nuestra familia nuclear, que se encontraba dispersa, o al menos la de acercarnos unos a otros. Y así fue que compramos el boleto para Madrid.

El viaje que ya se avecinaba, requería nuestra completa atención y energía, pues mudarnos a un nuevo país, lejos de casa, era un desafío monumental. A pesar de ello, nos propusimos completar el apostolado en Paraguay con un total de 10 parejas, y solo nos faltaba una para alcanzar esa meta.

Llegar a 10 no sería posible

Pero llegar a 10 no sería posible, pues nuestro tiempo y sobre todo la dedicación no sería la misma que con las demás 9 parejitas anteriores. Fue entonces, decidimos enviar un mensaje a Oti y Héctor, para comunicarles nuestros planes, nuestra próxima partida y nuestra incapacidad de continuar con el apostolado. Su respuesta, llena de tristeza por la noticia del viaje, pero también cargada de palabras de fortaleza, que nos dieron un impulso más para emprender esta nueva misión.

• Ayyyyna Vicky me dio todo pirï tu audio y me da ganas de llorar, pero como siempre pensando en lo mejor para Uds.
• Son unos ídolos y me encanta cuando decís que van a cumplir un sueño, son el mejor ejemplo
• Los quiero y admiro muchísimo
• Si por ahiiii…extrañan cuando ya estén bien afianzados en su nuevo hogar pueden realizar online también
• Vamos a ver qué quiere la Mater para Uds de ese lado
• Te abrazo fuerte y rezo por vos y Claudio desde mi Santuario Hogar

En Fatima

“Sólo que nosotros estamos viviendo en Madrid”

A tres días de nuestro viaje, cuando las dudas y las preguntas llenaban nuestras mentes, buscando respuestas, un mensaje llegó a mi teléfono. Era de una pareja que planeaba casarse, y aunque inicialmente, yo estaba dispuesta a dar la respuesta automática que ya había dado a tantas otras que nos habían escrito desde mayo hasta ese día de septiembre, donde les derivaba con Oti, contándoles que por un viaje de familia, ya no estábamos haciendo el servicio.

• ¡¡¡¡Hola Vicky!!!! ¡¡¡Como estas!!! ¡xx te saluda, mi hermana xx me paso tu contacto!
• ¿Como estas? Vicky, te molesto por lo siguiente
• Me estoy casando el 18 de noviembre y xx me recomendó hacer el cursillo matrimonial contigo

Me encontraba en la municipalidad haciendo unas gestiones y la persona que me estaba atendiendo me dijo que aún demoraría y que por favor tomara asiento, fue ahí que recordé el mensaje y decidí leer el mensaje completo. Cuando bajé el cursor para seguir leyendo, me encontré con un mensaje que cambió todo:

• Por las dudas ¿tenes disponibilidad? Solo que nosotros estamos viviendo en Madrid

La bendición para esta nueva etapa de vida

Este «sólo que» era en realidad una señal, era el querer de la Mater, que se pronunciaba. La emoción y la alegría inundaron mi corazón, y compartí el mensaje con Claudio, quien confirmó que era, sin duda, una señal, dándonos la bendición para esta nueva etapa y decisión de nuestras vidas.

Este apostolado transformó nuestras vidas, fortaleció nuestra relación como pareja y, a pesar de los desafíos, nos llevó a un nuevo capítulo en Madrid que arrancó el 16 de setiembre y dos días después ya estábamos con nuestra parejita número 10, que hoy felizmente ya han terminado su preparación.

Queremos agradecer a cada una de las 10 parejas que confiaron en nosotros y nos brindaron su confianza, amor e ilusiones en estos dos años. Han sido una bendición en nuestras vidas y nos han contagiado a vivir este gran momento en la nuestra.